El feminicidio de Rosa Mar¨ªa Bello: todas las vulnerabilidades de ser mujer en M¨¦xico

Rosa Mar¨ªa Bello era una mujer de 53 a?os, maestra y abogada, apasionada promotora de la lectura para ni?os y ni?as. Viv¨ªa sola desde hace m¨¢s de 20 a?os en la alcald¨ªa Azcapotzalco, en el norte de Ciudad de M¨¦xico, y fue asesinada en su hogar sin que nadie pudiera hacer nada en el transcurso de los 7 o 10 minutos que dur¨®, presuntamente, el ataque en su contra, el pasado 11 de junio de 2022. De su feminicidio no hay m¨¢s que una carpeta de investigaci¨®n llena de omisiones, negligencias y abandono. Su familia lucha no solo por buscar justicia, sino tener una idea de qu¨¦ fue exactamente lo que pas¨® en la ma?ana de ese s¨¢bado.

A Rosa Mar¨ªa la golpearon brutalmente en todo el cuerpo y la causa de su muerte figura en el expediente como asfixia. En su departamento las autoridades no encontraron rastros de un robo, tampoco de violencia sexual. Las pertenencias de Rosi, como cari?osamente le llaman su familia y amigos, estaban regadas en la sala de la casa, indicando que se preparaba para salir.

Los abogados que llevan actualmente el caso aseguran que durante los tres meses previos a que ellos se hicieran cargo, la Fiscal¨ªa de Ciudad de M¨¦xico demostr¨® una clara ¡°inoperancia¡±. ¡°Encontramos negligencias muy evidentes, pruebas periciales que no hab¨ªan podido hacer por falta de tecnolog¨ªa, y que no les importaba hacer en realidad. En cuatro meses no hicieron absolutamente nada¡±, asegura Enrique Guerrero Avi?a, uno de los abogados de la familia.

Entre las muchas negligencias que han encontrado los acompa?antes legales y que hab¨ªan sido ya detectadas por la familia de Rosi, est¨¢n el hecho de que la Fiscal¨ªa de Ciudad de M¨¦xico no solicit¨® material suficiente de las c¨¢maras de la unidad habitacional. ¡°Solicitaron los videos de las c¨¢maras del Centro de Comando y Control (C2), pero solo durante 10 minutos. Es un absurdo. Los diez minutos en los que Rosi llega. Es un momento importante, pero no el ¨²nico, sabiendo que esto se va a borrar, se tuvo que pedir un resguardo de por lo menos 24 horas, no sabes si todo el material te va a servir, pero como quien conoce los protocolos, sabe que el d¨ªa de ma?ana esa informaci¨®n puede ser relevante y que se va a perder si no la pides en ese momento¡±, asegura Guerrero Avi?a.

Adem¨¢s, el polic¨ªa de investigaci¨®n a cargo solicit¨® ¨²nicamente los videos de la entrada principal de la unidad y no la de la parte trasera. A esta interminable suma de omisiones, que integran una carpeta de investigaci¨®n de m¨¢s de 1.000 p¨¢ginas, y que crece con el paso de los d¨ªas, hay que sumar que el departamento de Rosi ha sido intervenido unas cinco veces, debido a que en aquella primera intervenci¨®n, la noche del 11 de junio, el peritaje fue insuficiente, algo que la familia denunci¨® desde el principio y la raz¨®n por la que fueron ellos mismos quienes comenzaron a entrevistar a vecinos y a exigir, sin que lograran que les hicieran caso, que se recuperaran m¨¢s pruebas y se hicieran m¨¢s peritajes sobre cosas y detalles que ellos mismos iban descubriendo.

A Juan Bello Garc¨ªa, el hermano de Rosi, se le nota un cansancio y un hartazgo mezclado con tristeza e impotencia cuando habla del caso. Enumera las instituciones, personas, organizaciones y a los abogados a los que han recurrido y que no les han devuelto las llamadas, no les han brindado orientaci¨®n ni ayuda y a los que los han estafado con miles de pesos. ¡°Los de Justicia Pro Persona A.C. no nos regresaron nunca la llamada, acudimos a varios colectivos feministas de forenses o a especialistas de la UNAM y tampoco. Nos dejan de contestar y ni siquiera nos dijeron que no les era posible ayudarnos ni nada. Solo desaparec¨ªan. Los abogados que hemos tenido, o han dejado el caso por complicado o nos han estafado. Uno de ellos nos pidi¨® que le deposit¨¢ramos 40.000 pesos, habl¨¢ndonos y convenci¨¦ndonos de su experiencia y no lo volvimos a ver. Nosotros nunca hab¨ªamos tenido la necesidad de tratar con abogados¡±, cuenta. Adem¨¢s, la familia asegura que la Polic¨ªa de investigaci¨®n les ¡°recomend¨®¡± que el caso de Rosi era tan complejo que comprar un testigo podr¨ªa ser una alternativa para acelerar las cosas.

La historia de la familia de Rosa Mar¨ªa Bello se repite constantemente en los testimonios de otros feminicidios, asesinatos o desapariciones en M¨¦xico. En diciembre de 2022, un informe de la organizaci¨®n Impunidad Cero se?al¨® que de 2016 a 2021 la impunidad acumulada para los homicidios dolosos fue de 93% a nivel nacional y en feminicidios de un 56,6%. De cada cien asesinatos que se registran en el pa¨ªs, en promedio, solo siete se esclarecen.

Y la suma de omisiones y negligencias no termina ah¨ª. El d¨ªa que Rosa Mar¨ªa Bello fue atacada dentro de su domicilio, su ropa llena de sangre y restos de su cabello en el suelo fueron recogidos hasta los peritajes posteriores que la familia solicit¨® porque ese material no hab¨ªa sido analizado. Tambi¨¦n se hizo posteriormente la recogida de muestras de sangre en otro punto del edificio. Los dict¨¢menes de gen¨¦tica, para ver si adem¨¢s del ADN de Rosi se podr¨ªa detectar otro, no han sido entregados. Primero, porque la conclusi¨®n de la Fiscal¨ªa fue que no contaban con las herramientas necesarias para hacerlos. ¡°Con la tecnolog¨ªa que tengo no se puede obtener un perfil gen¨¦tico y ese es mi dictamen, eso dijeron pr¨¢cticamente. La fiscal¨ªa no realiza una investigaci¨®n m¨¢s all¨¢, y la deja ah¨ª. La familia s¨ª hab¨ªa solicitado que investigaran o que hicieran algo con esas muestras porque pudieran haber sido trascendentes, sin embargo, ellos nunca obtuvieron una respuesta por parte de la Fiscal¨ªa¡±, cuenta el abogado Guerrero Avi?a.

Los abogados de la familia han estado trabajando a contrarreloj. Seg¨²n peritos de gen¨¦tica a los que han recurrido, las pruebas tienen que tener una vida de conservaci¨®n de solo seis meses. Justo en el l¨ªmite de ese tiempo, y dado que tomaron el caso tres meses despu¨¦s del feminicidio, lograron que la Guardia Nacional hiciera los estudios que requer¨ªan, sin embargo, a¨²n esperan los resultados.

Adriana Rubio, coordinadora del ¨¢rea forense del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, conoce el caso porque fue una de las personas que se encargar¨ªa de dar orientaci¨®n sobre la investigaci¨®n. ¡°La Fiscal¨ªa de Ciudad de M¨¦xico de feminicidios permite colaboraciones con peritos independientes, escuelas, colegios, organizaciones de la sociedad civil y creo que eso es muy bueno y positivo. Porque los servicios periciales y ministerios p¨²blicos est¨¢n saturados. Nosotros ten¨ªamos que hacer una opini¨®n t¨¦cnica. Se atraves¨® fin de a?o y las fechas se complicaron, al final ya no concretamos nada, pero probablemente en unos meses tengamos que terminarlo¡±, cuenta.

Rubio ha explicado que, como en el de Rosi, cuando hay vac¨ªos en el caso y no puede establecerse claramente a los presuntos responsables, demuestra la falta del trabajo en la que incurren las fiscal¨ªas: ¡°El no poder abrir una l¨ªnea de investigaci¨®n certera es resultado de una falta de investigaci¨®n. En el caso de Rosi no se proces¨® correctamente la escena. Hay un patr¨®n, una conducta repetida que s¨ª constituye omisiones por parte de servicios periciales, porque cuando llegan al lugar se centran en acordonar el sitio donde encontraron el cuerpo y hacen una revisi¨®n nada exhaustiva de otras partes del departamento o del edificio¡±, explica.

En la ciudad de M¨¦xico ha habido varios casos como los de Rosa Mar¨ªa Bello, seg¨²n ha relatado Adriana Rubio: ¡°Es decir, mujeres mayores de 45 a?os que viven solas, por lo menos de noviembre a febrero aproximadamente yo he conocido de cuatro casos que tienen este perfil tanto de edad como de caracter¨ªsticas, que viven solas y que los feminicidios o muertes violentas suceden dentro de sus hogares y en esos cuatro casos en ninguno hay una l¨ªnea de investigaci¨®n clara. Los sujetos son desconocidos, no necesariamente para las v¨ªctimas, sino para la Fiscal¨ªa, sujetos que no pueden identificarse. Yo creo que es muy importante mencionarlo porque creo que esto de las vulnerabilidades adicionales es algo que en las investigaciones tiene que destacar¡±.

El vac¨ªo tras la muerte de Rosi, una mujer ¡°con much¨ªsimas ganas de vivir¡±

Rosa Mar¨ªa Bello fue asesinada la ma?ana del s¨¢bado 11 de junio de 2022. Se preparaba para asistir muy temprano a una cita m¨¦dica. Rosi cuidaba mucho de su salud, de su estado f¨ªsico. Esa ma?ana se har¨ªa una revisi¨®n en la rodilla que ven¨ªa molest¨¢ndole de tiempo atr¨¢s. Cuando sus hermanos vieron que no llegaba como habitualmente hac¨ªa cada fin de semana a casa de sus padres, se preocuparon. Fue hasta la tarde noche de ese d¨ªa que fueron a buscarla y la encontraron muerta en el suelo de su sala. No tom¨® el uber que la llevar¨ªa al laboratorio, y tampoco encontraron indicios en ninguna parte de que haya estado acompa?ada.

Seg¨²n ha contado con tristeza y enojo su familia, varios vecinos escucharon sus gritos, solo los de ella, durante unos 7 o 10 minutos. Despu¨¦s el silencio. Nadie hizo nada.

Rosi sol¨ªa reunirse cotidianamente con amigos y amigas para cenar, ir a espect¨¢culos culturales y convivir. Le gustaba mucho viajar. Obtuvo una beca para vivir dos a?os en Jap¨®n, en los que, relata su familia, fue muy feliz. Rosi era esa hermana que organizaba las fiestas familiares, la que motivaba al resto para que se prepararan acad¨¦micamente m¨¢s, viajaran y estudiaran. Desde los 18 a?os de edad, cuando termin¨® su formaci¨®n como maestra, trabaj¨® en escuelas con ni?os y ni?as a los que inculcaba el amor por la lectura. Le gustaba contar cuentos. Estudi¨® tambi¨¦n la maestr¨ªa en Derecho en la UNAM y quer¨ªa continuar con sus estudios haciendo un doctorado.

Zoraya Bello Garc¨ªa, hermana de Rosi, la recuerda como una luz en su familia. ¡°Me dej¨® sobre todo un vac¨ªo. Yo no me lo creo a veces, que mi hermana que ten¨ªa tantas ganas de virir, muriera de esa forma. Me da una tremenda tristeza que tanto que sembr¨® tanto que estuvo haciendo y que un asesino, una persona que est¨¢ suelta, y no solo ¨¦l sino las personas que escucharon cuando la azotaban, cuando gritaban, que no hayan hecho nada, me deja muy horrorizada¡±.

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