Un municipio mexicano extirpa los aguijones de las rayas para que no piquen a los turistas
Funcionarios de Huatabampo, en Sonora, mutilaron a centenares de ejemplares de la especie para proteger a los ba?istas en Semana Santa. La pol¨¦mica decisi¨®n ha despertado las cr¨ªticas de ambientalistas
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Con el objetivo de evitar picaduras a los turistas durante la Semana Santa, el ayuntamiento de Huatabampo, en el Estado mexicano de Sonora, llev¨® a cabo la mutilaci¨®n de aguijones de las rayas en una de sus playas m¨¢s visitadas. En unos v¨ªdeos difundidos por activistas en las redes sociales se observa c¨®mo personal del departamento municipal de Ecolog¨ªa captura a las cr¨ªas de peces y, antes de devolverlas al agua, les arrancan la espina venenosa.
En uno de los v¨ªdeos difundidos, un trabajador del Ayuntamiento de Huatabampo explica que a las rayas se les quita el aguij¨®n con la finalidad de que los turistas ¡°se puedan ba?ar, se puedan divertir y al mismo tiempo se pueden ir sin ning¨²n percance¡±. Para Ra¨²l D¨ªaz, director del Centro de Estudios Tecnol¨®gicos del Mar (Cetmar), se trata de un mensaje ¡°completamente equivocado que fomenta una pr¨¢ctica inadmisible¡±.
¡°Adem¨¢s de dejar indefensos a esos peces de sus depredadores, se rompen los ciclos naturales, afectando al ecosistema marino¡±, indica. Seg¨²n explica el director de Cetmar, una instituci¨®n educativa sonorense que promueve, coordina y gestiona la investigaci¨®n para la mejora del medio marino, el espol¨®n que les arrancan a las rayas, escondido en el dorso ventral de la cola, ¡°constituye su mecanismo para defenderse de los depredadores¡±.
Desplazadas por las corrientes oce¨¢nicas, en esta temporada las rayas se acercan a las orillas en busca de aguas c¨¢lidas, lo que en ocasiones puede producir accidentes con los ba?istas. Como explica Elsa Mar¨ªa Coria, veterinaria y directora del Centro de Rescate, Rehabilitaci¨®n e Investigaci¨®n de Fauna Silvestre (Crrifs), ¡°estos animales se reproducen una vez al a?o, entre abril y mayo, cuando se desplazan a zonas de profundidad baja con fondos arenosos donde el agua est¨¢ tibia, lo que les ayuda a madurar sexualmente para reproducirse¡±.
A pesar de que este tipo de peces no muestran un comportamiento agresivo, al ser pisados pueden reaccionar como defensa con un movimiento de cola para incrustar el aguij¨®n venenoso. Un episodio que pretend¨ªan evitar las autoridades al llevar a cabo la mutaci¨®n de las espinas justificando que la especie reproduce de nuevo la parte mutilada.
¡°Cuando el animal pica, puede perder parte del aguij¨®n, que luego se regenera. Pero, si se hace de forma brusca, con un tir¨®n, puede da?arlas internamente e incluso provocarles la muerte. No tenemos ni idea de cu¨¢ntas de ellas sobreviven¡±, advierte la veterinaria. Seg¨²n expone, no existe ning¨²n estudio de impacto ambiental previo que respalde esta decisi¨®n, ni se ha llevado a cabo un conteo de los ejemplares mutilados. Adem¨¢s del estr¨¦s que les ocasionan al capturarlas en redes, manipularlas para quitarles el aguij¨®n, que llevan a cabo con la mano, luego las avientan de vuelta al agua sin ning¨²n cuidado¡±, se?ala Coria.
Al igual que los tiburones, las rayas est¨¢n protegidas por la Norma Oficial Mexicana NOM-029-PESC-2006, ¡°y su cuidado y preservaci¨®n es importante para el equilibrio del ecosistema. Estas acciones no solo atentan contra la fauna marina y la conservaci¨®n de esta especie en su h¨¢bitat natural, sino con el equilibrio del ecosistema. ¡°Recordemos que somos nosotros los que estamos invadiendo su casa¡±, apunta Coria.
Tras la denuncia interpuesta por un grupo de ambientalistas ante la Procuradur¨ªa Federal de Protecci¨®n al Ambiente (Profepa), el alcalde del municipio decidi¨® suspender de su cargo a la responsable de la pol¨¦mica iniciativa, Elizabeth Guerrero Moreno, quien fung¨ªa como coordinadora municipal de Ecolog¨ªa. No obstante, como se?ala el director de Cetmar, el episodio de este a?o no es algo nuevo.
¡°Se trata de una costumbre que ya se llevaba a cabo en a?os pasados por otras administraciones. Antes de 2020, el municipio ya colaboraba con los pescadores de la regi¨®n con esta pr¨¢ctica, aunque no exist¨ªa un permiso de una autorizaci¨®n competente para tal fin¡±, expone. ¡°Ya en el 2019 sucedi¨® lo mismo y la Profepa intervino, pero sin consecuencias¡±, se?ala la directora de Crrifs.
Para Coria, resulta fundamental que la Procuradur¨ªa Federal de Protecci¨®n al Ambiente act¨²e en consecuencia y ponga una sanci¨®n ejemplar para que el municipio no vuelva a hacerlo. ¡°Aunque se pongan sanciones econ¨®micas, el tema cultural es un factor muy importante en la protecci¨®n del medio ambiente marino, por eso resulta tan relevante fomentar otro tipo de valores. Necesitamos m¨¢s educaci¨®n y concientizaci¨®n¡±, concluye por su parte D¨ªaz.
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