La mayor ¨¢rea marina protegida norteamericana: un oasis biodiverso que favorece la pesca de at¨²n
El Archipi¨¦lago de Revillagigedo, en el norte de M¨¦xico, evidencia los beneficios que brindan las ¨¢reas oce¨¢nicas donde est¨¢ prohibida la pesca

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El Archipi¨¦lago de Revillagigedo, en el Estado mexicano de Colima, son cuatro islas remotas de origen volc¨¢nico que resguardan un ecosistema tan complejo como ¨²nico. Declarado parque natural en el 2017, es la extensi¨®n marina m¨¢s grande de M¨¦xico que proh¨ªbe completamente la pesca y la extracci¨®n de recursos naturales. Tambi¨¦n es una demostraci¨®n de c¨®mo decretar ¨¢reas protegidas no s¨®lo lleva a la restauraci¨®n de la vida marina dentro de sus l¨ªmites, sino que repone las pesquer¨ªas cercanas.
As¨ª lo constata un estudio a gran escala que ha analizado el impacto de la implementaci¨®n de grandes zonas marinas protegidas en la flota atunera en todos los mares para los que hab¨ªa informaci¨®n, el ?ndico y el Pac¨ªfico. ¡°Nos enfocamos en ¨¢reas donde hab¨ªa datos antes y despu¨¦s de crearse la protecci¨®n y que abarcaran m¨¢s de 100.000 kil¨®metros cuadrados de zona de no de pesca¡±, explica Juan Carlos Villase?or, especialista en ciencias ambientales de la Universidad de Miami. El mexicano es uno de los coautores de una investigaci¨®n que destaca al parque de Revillagigedo, la reserva marina m¨¢s extensa de Am¨¦rica del Norte, como un excelente ejemplo de hacia d¨®nde se tienen que encaminar las pol¨ªticas.
¡°Nuestro estudio evidencia que las zonas de prohibici¨®n de pesca no s¨®lo protegen a las especies de la sobreexplotaci¨®n, sino que, en las colindantes, conducir¨ªa a un aumento en las tasas de captura por unidad de esfuerzo¡±, detalla el cient¨ªfico. Esta medida se traduce, por ejemplo, en la eficiencia del ejercicio pesquero: el n¨²mero de peces capturados por anzuelos usados al d¨ªa o el peso del pescado en toneladas capturado por hora de arrastre. ¡°Descubrimos que los beneficios indirectos medidos en el cambio de las tasas de captura fueron m¨¢s fuertes justo fuera de los l¨ªmites de estas ¨¢reas y que, adem¨¢s, se fortalecen con el tiempo¡±, agrega Villase?or, cuya investigaci¨®n ha cuantificado este efecto multiplicador en Revillagigedo y en casi una decena de parques marinos. Este fen¨®meno de la ecolog¨ªa que se produce cuando se establecen buenas condiciones de h¨¢bitat tras limitar la captura de especies y permitir su recuperaci¨®n. ¡°La reproducci¨®n acelerada de individuos en las ¨¢reas protegidas conlleva un fen¨®meno de derrame de biodiversidad: al generar una mayor producci¨®n de ejemplares, la biomasa se siente apretada y crea canales hacia los extremos para que los animales salgan en busca de alimento¡±, lo describe Esteban Garc¨ªa, coordinador de investigaciones y pol¨ªticas p¨²blicas de Oceana M¨¦xico, organizaci¨®n que tambi¨¦n ha constatado este efecto en otras ¨¢reas marinas protegidas del pa¨ªs.
Aunque estudios anteriores ya hab¨ªan evidenciado el impacto positivo en la industria pesquera derivado de la declaraci¨®n del archipi¨¦lago de Revillagigedo como parque nacional, este nuevo trabajo lo refuerza con datos contundentes, tomando como protagonista al at¨²n, de gran valor comercial para M¨¦xico. Con una captura anual de m¨¢s de 100.000 toneladas, sus distintas especies, tan codiciadas en el mercado internacional, ocupan el segundo lugar de la producci¨®n pesquera nacional. Despu¨¦s de Sinaloa, Colima, es el Estado que m¨¢s contribuye a su captura. Por la extensi¨®n que abarca, su archipi¨¦lago m¨¢s remoto es precisamente uno de los lugares de reproducci¨®n y alimento a donde acuden estos grandes peces migratorios. Una vez protegida la zona, esta genera mayores ganancias al sector de los t¨²nidos.

En promedio, este beneficio indirecto para las flotas atuneras result¨® en un aumento del 12% al 18% en la captura por unidad de esfuerzo pesquero en las aguas cercanas a las ¨¢reas protegidas. ¡°Los efectos fueron m¨¢s fuertes en las ¨¢reas marinas protegidas que eran objeto de intensa pesca antes de la protecci¨®n¡±, apunta Villase?or. Aunque toda la diversidad de especies de at¨²n que all¨ª se encuentra mostr¨® alguna evidencia de derrame positivo con una oscilaci¨®n entre el 2% y el 11%, los mayores beneficios los registr¨® el patudo, una especie apreciada tanto en conserva como en sashimi, v¨ªctima durante a?os de la sobreexplotaci¨®n.
Para llevar a estas conclusiones, el equipo de la Universidad de Miami utiliz¨® datos de organizaciones regionales de manejo pesquero encargadas de recopilar informaci¨®n de todas las flotas que pescan en zonas de jurisdicci¨®n. ¡°Estas reportan datos tanto a los pa¨ªses como a las organizaciones en zonas de manejo pesquero¡±, detalla el cient¨ªfico. Un aspecto ¨²nico de su estudio ¡°es la creaci¨®n de una base de datos global sobre la captura de at¨²n utilizando ¨²nicamente datos disponibles p¨²blicamente. Cualquier persona en el mundo puede descargar el mismo conjunto de datos que utilizamos y replicar nuestro an¨¢lisis sobre el impacto de las ¨¢reas marinas protegidas¡±. Algo as¨ª no hab¨ªa sido realizado hasta ahora en estudios a gran escala.
¡°Se trata de un excelente trabajo que ampl¨ªa el estudio que publicamos en el 2023 y que analiza cuantitativamente el efecto del spillover, la derrama de biodiversidad¡±, afirma Fabio Favoretto, investigador del Instituto Scripps de Oceanograf¨ªa de la Universidad de California. Experto en ciencia de datos, este italiano es parte del equipo que evalu¨® durante cinco a?os el comportamiento y la productividad de la flota pesquera industrial mexicana antes y despu¨¦s de la implementaci¨®n del Parque Nacional Revillagigedo. ¡°Estas islas constituyen un oasis dentro del desierto del oc¨¦ano, brindando muchos nutrientes, que favorecen la biodiversidad y generando tantas ¨¢reas productivas que la pesca quiere aprovechar¡±, se?ala.
Cuando el Gobierno mexicano anunci¨® la declaraci¨®n del Parque, la industria pesquera de tiburones y atunes atac¨® el decreto, alegando que iban a perder hasta el 70% de las capturas. No obstante, el equipo de Favoretto, formado por cient¨ªficos del Instituto Scripps y de la Sociedad National Geographic, demostr¨® ¡°que en vez de tener efectos negativos sobre la pesca, pasaba justo lo contrario: los pescadores sal¨ªan ganando¡±, matiza el especialista en datos. Para medir eso, utilizaron datos del Sistema de Monitoreo Satelital de Embarcaciones Pesqueras (Sismep) de la Comisi¨®n Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), a trav¨¦s de dispositivos como un GPS que permiten monitorear miles embarcaciones de la flota mexicana en tiempo real¡±, aclara.
Esta informaci¨®n no era de acceso p¨²blico hasta que, en el 2018, Oceana hizo una petici¨®n a la Conapesca para que lo hiciera. A partir de entonces, M¨¦xico se convirti¨® en uno de los pa¨ªses que m¨¢s ha incrementado la transparencia en datos de pesca a nivel mundial. ¡°A d¨ªa de hoy se pueden rastrear hasta 5000 embarcaciones pesqueras, lo que supone un gran avance en transparencia y pol¨ªtica p¨²blica, algo excepcional en Am¨¦rica Latina¡±, celebra Villase?or, quien gracias a esta disponibilidad de datos ha podido desarrollar nuevas l¨ªneas de investigaci¨®n.

Como recuerda el experto de Oceana, no es la ¨²nica reserva marina mexicana donde la restricci¨®n de la pesca ha tra¨ªdo beneficios para el sector. Cabo Pulmo, en Baja California Sur es otro gran ejemplo. ¡°Tambi¨¦n el Parque Nacional Bajos del Norte, el ¨¢rea natural m¨¢s grande del Golfo de M¨¦xico, decretado as¨ª el a?o pasado. Y Arrecife Alacranes donde, tras llevar a cabo una expedici¨®n cient¨ªfica, constatamos que hab¨ªa un aumento significativo no s¨®lo para especies importantes para la biodiversidad, sino para las de origen econ¨®mico pesquero¡±, apunta Garc¨ªa. ¡°En los ¨²ltimos a?os, tambi¨¦n se les est¨¢ dando mucho impulso a los refugios pesqueros que, si bien no son ¨¢reas naturales protegidas tienen el fin de generar condiciones ideales para la reproducci¨®n de especies de valor comercial, generando ese efecto de derrama¡± matiza.
La investigaci¨®n liderada por los cient¨ªficos de la Universidad de Miami desvela, por otro lado, un dato muy relevante: las naciones que participan en la conservaci¨®n de sus mares est¨¢n cosechando la mayor¨ªa de los beneficios econ¨®micos. ¡°Casi el 100% de la producci¨®n indirecta del ¨¢rea protegida de Revillagigedo va a parar a los buques pesqueros nacionales, ya que se trata de una zona econ¨®mica exclusiva mexicana¡±, aclara Villase?or. En su opini¨®n, comprender las interacciones entre las ¨¢reas marinas protegidas, las poblaciones de at¨²n y las pesquer¨ªas resulta el ¨²nico camino pertinente para lograr los objetivos internacionales de proteger el 30% del ¨¢rea oce¨¢nica del mundo para 2030 y el Acuerdo de las Naciones Unidas sobre biodiversidad m¨¢s all¨¢ de la jurisdicci¨®n nacional, un tratado internacional destinado a proteger la biodiversidad en alta mar. Como recuerda Favoretto, ¡°a d¨ªa de hoy solamente el 3% de los oc¨¦anos est¨¢ realmente protegido a nivel mundial. En M¨¦xico, s¨®lo un 4% cuenta con restricciones para la pesca¡±.
La esperanza no se pierde. ¡°A trav¨¦s de nuestro trabajo, proponemos un marco para evaluar los costos y beneficios potenciales de tener una estrategia competitiva o cooperativa entre la industria pesquera del at¨²n y el sector de la conservaci¨®n¡±, dice Villase?or. Una pol¨ªtica pesquera emitida desde la evidencia y que, en un futuro, no tenga que pasarle factura a la biodiversidad de los mares mexicanos.
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