Tras la pista de la pel¨ªcula perdida del ¡®Duque del terror¡¯: ?d¨®nde est¨¢ el ¨²ltimo filme de Carlos Enrique Taboada?
Un documental investiga la desaparici¨®n de ¡®Jir¨®n de niebla¡¯, la obra que el cineasta de culto mexicano rod¨® antes de morir y que nunca lleg¨® a ser estrenada
La pel¨ªcula se rod¨®. La pel¨ªcula, incluso, pas¨® a edici¨®n. La pel¨ªcula lleg¨® a tener un primer corte. Y entonces, desapareci¨®. El cineasta Carlos Enrique Taboada, maestro del terror mexicano, tuvo en sus manos la cinta de Jir¨®n de niebla, pero el filme que dirigi¨® en 1989 nunca pudo ser estrenado. Despu¨¦s, en 1997, el realizador muri¨®. Esa hab¨ªa sido su ¨²ltima pel¨ªcula. Muchos a?os m¨¢s tarde, el periodista y realizador Christian Cueva se obsesion¨® con el misterio y trat¨® de resolverlo. El resultado es Jir¨®n, un documental de 75 minutos en el que Cueva conversa con testigos del rodaje y recorre pasillos llenos de latas en busca de la obra extraviada.
Cueva empez¨® a buscar ¡°la verdadera historia de Jir¨®n de niebla¡± hace casi una d¨¦cada. El documental qued¨® listo en 2014 y se present¨® en los festivales de cine fant¨¢stico y terror m¨¢s importantes, como Sitges o M¨®rbido. Pero solo ahora ha llegado a las salas comerciales de M¨¦xico. ¡°Mi documental es el ¨²nico en el que se da cuenta de que Jir¨®n de niebla existi¨®¡±, dice el documentalista (Ciudad Mante, Tamaulipas, 38 a?os) a EL PA?S por videoconferencia. Para Cueva, el nuevo estreno coincide con una revalorizaci¨®n del cine de Taboada, que recientemente se mostr¨® en la Cineteca Nacional y que en 2022 fue parte de un ciclo organizado en el Museo de la Academia de Hollywood.
La pel¨ªcula desaparecida cuenta la historia de un hombre que asesina a su t¨ªa y empieza a ser acechado por el fantasma de la v¨ªctima. La gente puede ver el espectro, pero el joven no. Cueva estaba familiarizado con las obras de Taboada que se transmit¨ªan en la televisi¨®n cuando era adolescente, pero nunca hab¨ªa escuchado nada sobre una pel¨ªcula titulada Jir¨®n de niebla. Hasta que en 2013 supo del remake que un grupo de cineastas estaba preparando de la pel¨ªcula perdida. En ese momento, una pregunta se le meti¨® en la cabeza y ya no se le quit¨®: ?d¨®nde estaba la cinta original de Jir¨®n de niebla?
El largometraje fue el quinto de terror que rod¨® Taboada despu¨¦s de otros cuatro filmes de ese g¨¦nero: Hasta el viento tiene miedo (1968), El libro de piedra (1968), M¨¢s negro que la noche (1975) y Veneno para las hadas (1984) ¡ªcon la que obtuvo el Premio Ariel a Mejor Director¡ª. El cineasta, sin embargo, hab¨ªa trabajado ya en una veintena de obras. ¡°Me encasillaron en el g¨¦nero del terror, que a m¨ª no me disgusta porque me gusta mucho, pero no es verdad¡±, dijo en una entrevista con Alejandro Pelayo, actual director de la Cineteca Nacional, en los noventa. Pero as¨ª ha pasado a la historia, como el duque del terror.
¡°Carlos Enrique Taboada es uno de los directores de cine de terror m¨¢s importantes que hemos tenido en nuestro pa¨ªs y en el mundo. El mismo Guillermo del Toro, en alg¨²n momento, dijo que Hasta el viento tiene miedo era la mejor pel¨ªcula de terror que se hab¨ªa hecho en M¨¦xico¡±, cuenta Cueva. Aunque no siempre ha obtenido el reconocimiento que muchos le reclaman. El entusiasmo por resolver el misterio y convertirse en ¡°detective de pel¨ªculas¡± naci¨®, en parte, de esa pasi¨®n de Cueva por la obra del cineasta.
El armado del rompecabezas
Cueva encontr¨® a casi una decena de personas que hab¨ªan trabajado en el rodaje: la asistente de direcci¨®n, Rosa Adela L¨®pez Zukermann; el fot¨®grafo, Henner Hoffman; la vestuarista, Cecilia Dur¨¢n¡ ¡°Un personaje que fue particularmente dif¨ªcil de localizar porque no sab¨ªamos nada fue Sonia Linar, la protagonista¡±, cuenta el realizador. El documentalista tambi¨¦n pudo pasar largas horas hablando con la esposa de Taboada, Roc¨ªo Amezquita. Y encontr¨® a Vicente Silva Lombardo, el productor, ahora ya fallecido, quien no quiso ser entrevistado para el documental. Entonces empez¨® a armar el rompecabezas.
Jir¨®n de niebla, que iba a llamarse Bruma, primero, y Jir¨®n de bruma, despu¨¦s, se rod¨® en una hacienda que pertenec¨ªa a Silva Lombardo, cerca de Amecameca, en el Estado de M¨¦xico. El equipo que trabaj¨® guarda documentos y fotograf¨ªas de esos d¨ªas. En el documental, L¨®pez Zukermann recorre con el dedo las anotaciones en la carpeta que guarda sobre la pel¨ªcula, y se?ala: ¡°Los efectos especiales eran las tijeras hundidas; luego las bocanadas de sangre de la t¨ªa; la lluvia; la mano huesuda y seca, que sale de la pared; el cad¨¢ver, en la escena 107¡å.
La pel¨ªcula se rod¨® en cinta de video porque no ten¨ªan recursos para hacer pel¨ªculas en celuloide. El cine mexicano atravesaba en los ochenta una situaci¨®n generalizada de precariedad. ¡°Nunca he hecho una pel¨ªcula con el dinero que la pel¨ªcula necesitaba (...) Nuestro cine te va comprimiendo por su miseria. Y vamos para peor¡±, se oye decir a Taboada en el documental. Los testigos recuerdan que todas las escenas se rodaron en dos cuartos de la hacienda, que la mayor¨ªa de los actores llev¨® su propia ropa y que la utiler¨ªa la prest¨® Linar, que adem¨¢s de protagonista fue coproductora.
Al final, ¡°lo ¨²nico que faltaba¡±, cuenta su esposa en Jir¨®n, ¡°era la regrabaci¨®n¡± del sonido. Pero entonces, la hacienda donde se hab¨ªa rodado el filme y donde la pel¨ªcula estaba siendo editada fue tomada por ¡°soldados que arrasaron con todo¡±, dice L¨®pez Zukermann en el documental. El due?o de la propiedad y productor del filme, Silva Lombardo, hab¨ªa sido acusado de hacer copias piratas de pel¨ªculas. Para las personas entrevistadas en el documental, no quedan dudas de que se trat¨® de una represalia del Gobierno del priista Carlos Salinas de Gortari, recientemente electo, por la participaci¨®n de Silva Lombardo en la campa?a de su adversario, Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas, del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica.
Todo eso pudo saber Cuevas por las entrevistas que hizo. En paralelo, segu¨ªa recorriendo archivos. Las pistas los llevaron por todos lados, incluso a Los ?ngeles. Hasta que un d¨ªa, en la Filmoteca de la Universidad Aut¨®noma Nacional de M¨¦xico, apareci¨® un cassete rotulado que dec¨ªa, simplemente, ¡°Jir¨®n¡±. Hab¨ªan encontrado un fragmento de la pel¨ªcula que ni el personal del archivo sab¨ªa que estaba all¨ª. Eran los 10 o 15 minutos iniciales del filme. Tuvieron que irse porque se les hab¨ªa agotado el tiempo en las b¨®vedas, pero regresaron para analizar el resto del material. As¨ª, descubrieron otro trozo que corresponde a la segunda mitad de la pel¨ªcula y no tiene sonido.
El documentalista no est¨¢ seguro de si la copia que encontraron ¨¦l y su equipo es la ¨²ltima que se hizo: ¡°Yo no creo que Taboada la haya terminado. A lo mejor hizo un primer armado de toda la pel¨ªcula y quiz¨¢s ya la iban a empezar a posproducir. Es claro que la estaban editando, pero no sabemos hasta qu¨¦ punto llevaron la edici¨®n¡±. En cualquier caso, Cueva cree que el material encontrado debe ser conservado ¡°como un registro¡± porque se trata de ¡°una pieza que hac¨ªa falta en la historia del cine de terror mexicano¡±: ¡°As¨ª como est¨¢ el material ¡ªincompleto, sin sonido, perdido, en mal estado¡ª tambi¨¦n retrata un momento hist¨®rico en nuestro pa¨ªs, que se meti¨® en la historia de ficci¨®n. Como si el terror de la vida real se metiera en el terror de la ficci¨®n¡±.
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