David Bak Geler, cirujano del lenguaje pol¨ªtico: ¡°Los acarreados, los paleros y los reventadores son tres mitos mexicanos¡±
El fil¨®sofo publica ¡®Reparto de m¨¢scaras¡¯, un libro que analiza el uso de estos t¨¦rminos en la pol¨ªtica mexicana actual
El tapado, el dedazo o los huizacheros. En apenas tres horas de conferencia, el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador lanza sin dificultad, como lo hizo este jueves, un pu?ado de mexicanismos. El espa?ol mexicano es infinito, pero cuando de pol¨ªtica se habla, se vuelve a¨²n m¨¢s largo. De todas las palabras que usan pol¨ªticos de todos los niveles y colores, el fil¨®sofo David Bak Geler (Ciudad de M¨¦xico, 40 a?os) elige tres: paleros, acarreados, reventadores. Conceptos que el escritor ha observado, analizado y llevado a un libro, Reparto de m¨¢scaras (Editorial Gedisa), que ha publicado recientemente. El lenguaje pol¨ªtico y lo que se juega en ¨¦l ha sido su objeto de estudio desde hace un tiempo. Por eso ya trabaja en su pr¨®ximo libro que ser¨¢ sobre el lenguaje de las ma?aneras, el espacio desde donde el presidente marca a diario la agenda de lo que pasa en M¨¦xico.
Paleros, acarreados, reventadores tienen significados muy marcados en el diccionario pol¨ªtico nacional. Los primeros son aquellos que ¡°acompa?an a otro para festejar sus actos y aparentar que cuentan con mucho apoyo¡±, seg¨²n el diccionario del Colegio de M¨¦xico. Los segundos, de acuerdo a la misma fuente, son quienes son llevados para hacer bulto en una concentraci¨®n pol¨ªtica u otro acto p¨²blico. Mientras que los terceros son quienes asisten a un evento con el objetivo de da?arlo e impedir su desarrollo. Pero para el autor, que estudi¨® la maestr¨ªa de Filosof¨ªa en la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico y el doctorado en la New School for Social Research de Nueva York, estos tres t¨¦rminos son parte de un vocabulario que ¡°sirve para promover una paranoia sobre los agentes pol¨ªticos¡±.
¡°Las tres palabras levantan la duda de si aquellos o aquellas que est¨¢n haciendo la acci¨®n realmente la est¨¢n haciendo por ellos mismos o son manipulados por alguien m¨¢s. Es una especie de vocabulario del escepticismo radical o de la desconfianza total, en el que de repente todos los actores son sospechosos de ser t¨ªteres de alguien m¨¢s¡±, comenta Bak Geler. Actualmente profesor en el departamento de Estudios Pol¨ªticos de la Universidad de Guadalajara, el autor asegura que estos conceptos eran muy funcionales en los setenta, cuando gobernaba el priismo en M¨¦xico, pero que hoy se han vuelto una forma de desprestigiar a las masas. ¡°Tiene la funci¨®n de levantar la sospecha de si el pueblo puede pensar por s¨ª mismo, de si puede actuar por s¨ª mismo, y no es siempre manipulado¡±.
Bak Geler admite que en M¨¦xico hay pr¨¢cticas de coerci¨®n electoral, pero no cree realmente en la existencia de los paleros, los acarreados, ni los reventadores. Para ¨¦l, ¡°son tres mitos mexicanos¡±. ¡°Son palabras que a partir de una base de realidad elaboran una serie de juicios sobre los sujetos¡±, dice, ¡°y que en lugar de ayudarnos a combatir la manipulaci¨®n pol¨ªtica, lo que hacen es levantar una especie de capa que oscurece a los agentes, y que por supuesto juzga por pertenencia de clase social¡±.
El an¨¢lisis que hizo el escritor sobre el uso de estas palabras incluye decenas de casos en que los t¨¦rminos fueron usados por representantes pol¨ªticos. En esa intensa b¨²squeda descubri¨® que mucho se dec¨ªa de los acarreados, los reventadores y los paleros, pero muy poco sobre quienes estaban supuestamente detr¨¢s de estas figuras. ¡°Es la victimizaci¨®n de las v¨ªctimas: a los que se les obligaba a ir, luego se les llamaba acarreados, y para los que obligaban a ir, nada, no hay una palabra¡±, dice. ¡°Ponen el ¨¦nfasis donde nunca debi¨® haber estado. Lo que realmente importa es qui¨¦n est¨¢ moviendo el poder para coercionar a otros¡±.
En un intento por revisar los estudios sobre la mexicanidad, el libro de Bak Geler discute la capacidad de los mexicanos para ponerse caretas. ¡°Los intelectuales del siglo XX¡±, explica, ¡°coinciden en su an¨¢lisis de que los mexicanos somos seres un poco hip¨®critas o que intentamos aparentar nuestra verdadera identidad, que nos ponemos m¨¢scaras. Pero la m¨¢scara es algo verdaderamente vergonzoso. Es el pecado original de los mexicanos, no ser transparentes y no ser honestos. Y mi idea es rescatar la m¨¢scara como algo que no es vergonzoso y que no es un pecado, porque la m¨¢scara no es una forma de ocultar, sino una forma de actuar p¨²blicamente¡±. Paleros, acarreados y reventadores, no son m¨¢s que unas m¨¢scaras que se puede poner unos a otros, afirma. ¡°En lugar de intentar quitarnos las m¨¢scaras, los mexicanos en este momento particular de la historia, deber¨ªamos m¨¢s bien pensar c¨®mo las repartimos m¨¢s justamente¡±.
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