Estado de M¨¦xico: las pol¨ªticas rosas no merman la extrema violencia de g¨¦nero
Las candidatas Alejandra del Moral, del PRI, y Delfina G¨®mez, de Morena, no hablan mucho de feminicidios y desapariciones, pero es uno de los mayores problemas de la entidad, que ir¨¢ a las urnas el 4 de junio
El Canal de la Compa?¨ªa discurre por el Estado de M¨¦xico libre o bajo cemento, seg¨²n los tramos. Su p¨¦sima fama no se debe solo al olor de aguas negras que esparce por el aire mientras los escolares vuelven a casa, ni a los desbordamientos del pasado que inundaron la zona de Chalco. De ese cauce se han sacado cad¨¢veres de mujeres, all¨ª las tiraban y all¨ª las tiran a¨²n. Hay cruces para recordarlo. El Estado de M¨¦xico es una de las regiones con mayores tasas de violencia de g¨¦nero en el pa¨ªs. En cifras totales, la entidad siempre figura a la cabeza de las estad¨ªsticas en feminicidios, alrededor de 40 en lo que va de a?o. Cuando se calcula por cada 100.000 mujeres, ya se sit¨²a en puestos intermedios de la tabla de los 32 Estados. Pero es indudable que de las 10 asesinadas al d¨ªa como promedio en todo el pa¨ªs, esta entidad aporta cifras indeseables.
Dos mujeres compiten estos d¨ªas para gobernar el Estado, Alejandra del Moral, la candidata del PRI, PAN y PRD, y Delfina G¨®mez, por Morena, favorita en las encuestas. El 4 de junio, la ciudadan¨ªa decidir¨¢ qui¨¦n se encarga del territorio emblem¨¢tico del priismo, cuna de presidentes y foco de violencias de toda clase. Es la periferia de la capital de la Rep¨²blica y tambi¨¦n tiene sus propios extrarradios de miseria.
Algunos de los ¨²ltimos casos m¨¢s sonados de violencia de g¨¦nero en el pa¨ªs remiten al Estado de M¨¦xico. Frente al Ayuntamiento de Nezahualc¨®yotl, uno de los municipios m¨¢s populosos de la entidad, una manta cuelga en los jardines, en la que se recuerda que, despu¨¦s de muchos a?os, por fin se hizo justicia en el caso de Mariana Lima, asesinada por su marido, el expolic¨ªa Julio C¨¦sar Hern¨¢ndez. Este marzo, le sentenciaron a 70 a?os, pero hac¨ªa 13 que la madre de la v¨ªctima, do?a Irinea Buend¨ªa, llevaba peleando en tribunales.
La justicia, cuando ocurre, es tardada. Casi una d¨¦cada le ha costado a Carmen S¨¢nchez, una mujer atacada con ¨¢cido, que su agresor sea condenado a 46 a?os. Otra sentencia hist¨®rica, en un Estado, como en la mayor¨ªa, donde la impunidad alcanza el 95%. En los ¨²ltimos d¨ªas, otro proceso ha saltado con fuerza hasta la opini¨®n p¨²blica: el de Roxana Ruiz, que mat¨® a su violador en defensa propia. Fue sentenciada a seis a?os por ello, pero la Fiscal¨ªa se ha retirado, finalmente, y la mujer ha sido absuelta. El presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador se mostr¨® favorable al indulto.
¡°La Fiscal¨ªa dice ¡®yo saqu¨¦ a Roxana de la c¨¢rcel¡¯. El presidente habla de indulto. Pues no, ?fuimos nosotras!¡±, se indigna Elsa Arista, miembro de la asamblea vecinal Nos queremos vivas Neza. Se refiere a los esfuerzos de la organizaci¨®n y de los abogados voluntarios que han llevado este caso para que la joven est¨¦ en libertad. Arista, que estudi¨® historia, ha sido maestra y ahora trabaja en una cooperativa de caf¨¦, desconf¨ªa de los pol¨ªticos porque su trayectoria como activista contra la violencia de g¨¦nero no le deja otra opci¨®n. No se han reunido con las candidatas porque cree que, en ¨¦poca de campa?a electoral, utilizan a las organizaciones para hacer ver a la poblaci¨®n que est¨¢n resolviendo sus reclamos. El sue?o de Arista es ¡°contar con un refugio para mujeres que son golpeadas y no tienen d¨®nde ir¡±. Los gobernadores anteriores, dice, ¡°puros hombres, han dejado todos los proyectos inacabados¡±.
Ahora ya no ser¨¢ un gobernador, sino una gobernadora. ?Cambiar¨¢n las cosas? ¡°Para nuestra asamblea ser¨ªa terrible que ganara Ale del Moral porque, desde hace meses, la gente del PRI nos est¨¢ golpeando con que estamos subsidiadas y no s¨¦ cu¨¢ntas cosas m¨¢s. El PRI y Antorcha Campesina son poderes f¨¢cticos y haber ganado el caso de Roxana Ruiz les ha molestado, porque el agresor tiene v¨ªnculos con esa organizaci¨®n¡±, asegura Arista. ?Delfina G¨®mez, entonces? ¡°No es que me guste tanto, pero habla de reestructurar los poderes judiciales, que est¨¢n corrompidos. Ojal¨¢ y lo hicieran, porque parece que va a ganar. No tengo mucha fe, pero por lo menos creo que no nos criminalizar¨¢n¡±, opina.
En esta organizaci¨®n saben, porque acompa?an a las v¨ªctimas en sus procesos, que estos asuntos se atascan en la Fiscal¨ªa y los juzgados. ¡°Se necesita prevenci¨®n y justicia, porque hay servidores p¨²blicos, m¨¦dicos, jueces, que est¨¢n violando los derechos humanos de las v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero todos los d¨ªas, por acci¨®n u omisi¨®n¡±, dice Arista. A pesar de que las desapariciones y los feminicidios est¨¢n a la orden del d¨ªa en las ciudades m¨¢s habitadas del Estado, como Nezahualc¨®yotl o Ecatepec, no ha sido un asunto en el que las candidatas hayan abundado en esta campa?a. Sus propuestas son vagas sobre el papel y en los debates televisados.
En respuesta a este peri¨®dico, G¨®mez ha explicado algunas de sus propuestas, que mezclan las nuevas tecnolog¨ªas y la coordinaci¨®n de los equipos para ubicar y atender cuanto antes a las v¨ªctimas, as¨ª como campa?as permanentes de valores y cultura de paz y capacitaci¨®n en perspectiva de g¨¦nero para quienes tengan que enfrentar estos casos. La candidata morenista se compromete a que en no m¨¢s de 20 minutos, la ¡°c¨¦lula violeta¡±, con todos sus actores, rescate y atienda a las mujeres v¨ªctimas. Y una promesa: que quienes sean sentenciados por violencia de g¨¦nero o sexual, as¨ª como deudores de la pensi¨®n alimentaria no podr¨¢n ejercer cargos p¨²blicos.
Al otro lado del cuadril¨¢tero, Del Moral dice haberse tomado este asunto de los feminicidios de modo personal y sus promesas son ambiciosas incluso para tiempos electorales. Su programa asegura que no habr¨¢ un solo delitocontra las mujeres sin castigo y que ¡°todos los feminicidios ser¨¢n resueltos. Ser¨¢ un tema personal¡±, afirma en respuesta a este peri¨®dico. La polic¨ªa de g¨¦nero contar¨¢ con 10.000 agentes si ella gana, afirma. Habr¨¢ botones de p¨¢nico y aplicaciones para el celular entre otras tecnolog¨ªas contra el delito. ¡°Yo personalmente estar¨¦ pendiente de los casos que se reporten¡±, ha afirmado.
¡°Que haya una mujer gobernadora no es garant¨ªa de nada, lo importante es que se comprometan a trabajar con las comunidades, con las organizaciones expertas y que no minimicen el problema, que es muy grave¡±, empieza Mar¨ªa de la Luz Estrada, directora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio en M¨¦xico (OCNF). ¡°No hay nuevas propuestas por parte de los candidatos, ya no les queda mucho por decir, porque la violencia no baja, repiten programas violetas, publicidad rosa, pero todo eso no ha demostrado su eficacia. La autoridad est¨¢ planteando las mismas recetas para problemas que se han vuelto muy complejos¡±. Se?ala Estrada los altos ¨ªndices de criminalidad en el Estado de M¨¦xico, ¡°las autoridades involucradas, la impunidad. Ni se les da protecci¨®n a las mujeres. Se tienen las herramientas, los protocolos, los marcos legales, pero no se implementan, no hay prevenci¨®n, y seguimos luchando para que se eval¨²en los resultados de los programas que se han puesto en marcha¡±, resume. Que las candidatas no hablen de ello demuestra que carecen de armas para combatirlo¡±, seg¨²n Estrada.
En el Estado de M¨¦xico, la cantidad de poblaci¨®n en situaci¨®n de pobreza o pobreza extrema supera en m¨¢s de 10 puntos porcentuales a la de Ciudad de M¨¦xico, donde muchos de ellos acuden a trabajar cada d¨ªa, a vender o pedir limosna. Pr¨¢cticamente la mitad de la poblaci¨®n, m¨¢s de ocho millones de personas, presenta carencias b¨¢sicas, seg¨²n los datos del Consejo Nacional de Evaluaci¨®n y Desarrollo Social (Coneval). Se precisa mucho trabajo con la ciudadan¨ªa, dice Arista. ¡°Necesitamos que en esos barrios los vecinos nos apoyen y no podemos llegar ah¨ª con discursos feministas. Si los magistrados no tienen ni idea de feminismo, imagine los m¨¢s pobres de esas zonas¡±, explica. En la entidad hay muchas cosas rosas, polic¨ªa rosa, tarjetas rosa de ayuda, carteles con letras moradas, todo eso remite a pol¨ªticas de g¨¦nero, pero los derechos de las mujeres no acaban de llegar.
No hay muchos carteles electorales por las calles de Nezahualc¨®yotl, en algunos se ve a Del Moral, que se presenta como ¡°gobernadora valiente¡±, y en otros a Delfina G¨®mez, que aboga ¡°por el cambio¡±. Sus promesas electorales no convencen a Elsa Arista. ¡°Este Estado tiene declaradas dos alertas, una por violencia de g¨¦nero y otra por desapariciones, pero no se ha solucionado nada. En el asunto de acceso a la justicia estamos a a?os luz de la Ciudad de M¨¦xico. All¨ª te ponen psic¨®logos, trabajadores sociales, te tramitan la pensi¨®n alimenticia y las medidas de protecci¨®n, y todo en cinco horas. Aqu¨ª hay filas de mujeres a las que nunca las atienden, las mandan de un lugar a otro, ?qui¨¦n va a emprender un proceso as¨ª?¡±, dice la activista. ¡°En el Edomex la gente ya llega a los juzgados sabiendo que tiene que lidiar con la corrupci¨®n¡±, asegura.
La pobreza es el factor que menciona Arista constantemente. Cuenta casos como el de Ana, una joven que muri¨® quemada en su casa de cart¨®n. ¡°El agresor quer¨ªa tomar el cuerpo de Ana y el pap¨¢ se lo imped¨ªa, as¨ª que quem¨® la casa. Ella ni siquiera estaba registrada. As¨ª es el cintur¨®n de la pobreza, no van a la escuela, no est¨¢n registrados, ?c¨®mo van a conocerse estos casos?¡±. Eso revela una mayor gravedad a las cifras que ya aportan las estad¨ªsticas. ¡°Y las autoridades est¨¢n coludidas, nosotras no hablamos mucho del tema porque nos da miedo, pero este Estado est¨¢ en la ruta de la trata, son periferias de mucha miseria. Todas podemos ser v¨ªctimas de feminicidios, pero el cintur¨®n de la pobreza concentra los casos de desaparici¨®n y cr¨ªmenes, porque la pobreza tambi¨¦n lleva al crimen organizado¡±, a?ade.
Ser¨¢ dif¨ªcil resolver este asunto en el Estado m¨¢s poblado de la Rep¨²blica, donde ponen sus ojos todos los partidos, porque es un granero de votos como ninguno y por la alta influencia en la pol¨ªtica que siempre se le ha atribuido. En esta ocasi¨®n, una cosa s¨ª va a cambiar, habr¨¢ una mujer por primera vez en la gubernatura, y puede que, por primera vez tambi¨¦n, millones de personas conozcan algo en sus vidas que no es el PRI, pero todo eso est¨¢ por ver. Y las consecuencias de uno y otro cambio a¨²n no pueden atisbarse. Nadie es optimista. Pasar¨¢ tiempo antes de que las aguas del canal dejen de bajar negras.
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