Videos de tortura y perros arrojados a aceite hirviendo: M¨¦xico se enfrenta al monstruo del maltrato animal
Una red de mujeres rescatistas trata de frenar una lacra, que las autoridades reconocen como el paso previo a la violencia contra las personas
Hace casi 40 grados y el suelo arde. Akira cabecea encadenada bajo el sol. Trata, sin ¨¦xito, de buscar algunos cent¨ªmetros de sombra. Los vecinos dicen que estaba con un cachorro, al que ya sacaron muerto de la casa. Que se estaban ahogando, que llevan d¨ªas sin beber agua. Cuando a Samantha Klimos le mandan el video, deja en el hospital a Bomb¨®n, otro perro rescatado con varios tumores al que no podr¨¢ salvar, y se desplaza r¨¢pida hasta Nezahu¨¢lcoyotl. Cuando llega est¨¢n los vecinos tratando de tirar agua por encima del muro de la vivienda, para ver si le llega algo al animal. La graba por debajo de la puerta, oye los jadeos y le pide llorando que aguante: ¡°?Vamos a dejar que un perro se muera as¨ª, de sed y calor, delante de nosotros?¡±. Con el apoyo de la polic¨ªa municipal consigue recuperar a Akira. Ser¨¢ la ¨²nica buena noticia que la directora de la Fundaci¨®n Toby recibir¨¢ ese jueves de junio. Mientras salva a una, otros dos perros rescatados fallecen en el veterinario, los m¨¦dicos no pudieron salvarlos de a?os de desprotecci¨®n. Por mucho que lo intente, la lucha contra el maltrato, dice, parece a veces perdida.
No hay cifras generales del maltrato animal en el pa¨ªs. Se sabe que en M¨¦xico hay unos 80 millones de perros y gatos dom¨¦sticos, seg¨²n el INEGI. Tambi¨¦n, seg¨²n un censo elaborado por Agatan, la agencia de atenci¨®n animal de Ciudad de M¨¦xico, se calcula que entre el 10% y el 40% son abandonados. As¨ª que, de piso m¨ªnimo, ocho millones viven en la calle. En la PAOT, la Procuradur¨ªa Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la capital, el ¨®rgano que lucha contra el maltrato, se recibieron el a?o pasado casi 4.000 denuncias de maltrato, en los primeros meses de este a?o ya son m¨¢s de 1.900. La procuradora, Mariana Boy, no cree tanto que hayan aumentado en los ¨²ltimos a?os, sino que hay m¨¢s visibilidad de los casos, en parte gracias a las redes.
En los ¨²ltimos a?os, la crueldad animal ha dado varios latigazos a la sociedad mexicana, acostumbrada a sus casi 100 asesinatos al d¨ªa. Un grupo de vecinos torturando a un osezno, colgado de un palo, en Coahuila; unos perros a los que ataron vivos a las v¨ªas de un tren en Guanajuato o, m¨¢s recientemente, una adolescente grabando durante horas c¨®mo mataba a un cachorro en Puebla. El ¨²ltimo fue Benito, un perro que estaba durmiendo en la calle cuando un polic¨ªa que sal¨ªa enfadado de una carnicer¨ªa lo arroj¨® a un pozal de aceite hirviendo. El agresor se march¨®, pero nadie llev¨® al animal al veterinario, que falleci¨® con sus heridas en un terreno bald¨ªo de un paro card¨ªaco.
Esta violencia extrema es la que detectan en la organizaci¨®n Anima Naturalis que se ha agudizado en los ¨²ltimos cinco a?os. ¡°Creemos que es parte del efecto colateral, que se da porque el pa¨ªs est¨¢ sumergido en una violencia extrema desde hace 20 a?os. De las 10 ciudades m¨¢s violentas del mundo, nueve est¨¢n en M¨¦xico. A ra¨ªz de esta guerra entre los carteles del narcotr¨¢fico vemos decapitados, desmembrados...¡±, apunta Arturo Berlanga, director de la red en M¨¦xico, que se?ala que seg¨²n los datos de su organizaci¨®n, el pa¨ªs ser¨ªa el que registra mayor n¨²mero de casos de maltrato de toda Latinoam¨¦rica con m¨¢s de 60.000 animales muertos a causa de la violencia cada a?o.
?Qui¨¦n trabaja para frenar esto? Algunas autoridades sin muchos recursos ¡ªen la capital la PAOT, por ejemplo, tiene 40 agentes para todos los asuntos en los que trabaja y 120 millones de pesos anuales de presupuesto, en los que se incluye renta y sueldos¡ª, una nueva brigada de vigilancia animal en Ciudad de M¨¦xico y, sobre todo, ellas. Hasta las autoridades lo reconocen: el motor que est¨¢ luchando contra el maltrato animal tiene rostro de mujer. Son las rescatistas, a veces independientes, otras bajo asociaciones, las que dan seguimiento a los casos, resguardan a los animales, fomentan su adopci¨®n. Son a las que les mandan los videos del animal sufriendo y se tragan el pellizco para lanzarse a rescatarlo, con sus propios recursos. Ellas han tejido una red para soportar el dolor y la desesperaci¨®n de quien se enfrenta a un monstruo que parece, casi siempre, inabarcable.
La casa de los horrores
Los vecinos consiguieron grabar en video el terror: una familia en el Estado de M¨¦xico electrocutaba y mataba a golpes a sus mascotas. ¡°Era un maltrato muy evidente, pero averig¨¹¨¦ un poco m¨¢s, y era una familia profundamente violenta y disfuncional. El padre golpeaba a la madre, y los dos hac¨ªan lo mismo con los ni?os. Los ni?os mataban a los perros y a los gatos. Encontramos cisternas abiertas donde hab¨ªa muertos beb¨¦s humanos. ?Qu¨¦ se hace en un caso como ese?¡±, pregunta Alina Gonz¨¢lez, que tiene 26 a?os, dirige Rescatalandia y es abogada penalista. ¡°Es tan arraigada la violencia, que los animales son un factor m¨¢s¡±, contesta y resuena.
Apunta en esa misma direcci¨®n Andrea Jim¨¦nez, que lleva m¨¢s de cuatro a?os rescatando animales con Firulais a Salvo: ¡°En muchas ocasiones, llegas a la casa a hacer el rescate y te encuentras familias destrozadas donde se ejerce mucha violencia. La violencia contra los animales es un indicador de c¨®mo est¨¢ el tejido social¡±. Esta periodista, de 33 a?os, describe uno de sus primeros casos: en una vivienda de la colonia Guerrero, uno de los barrios m¨¢s violentos de la capital, una activista le hab¨ªa avisado de una nueva camada de cachorros de la que la familia no pod¨ªa hacerse cargo. ¡°Al llegar lo de menos eran los cachorros: hab¨ªa much¨ªsimos perros y gatos, tres ni?os a cargo de un matrimonio muy mayor que hab¨ªa prostituido a su propia hija, que ten¨ªa una discapacidad. Cuando ella desapareci¨®, ellos se quedaron a cuidar a sus nietos, que estaban muy desatendidos. Sufr¨ªan bullying en el colegio, porque llegaban muy sucios. ?Qu¨¦ hago? ?Me llevo a los perros? ?Denuncio lo de los ni?os ante el DIF? Era algo desbordante¡±.
Lo que Alina y Andrea describen est¨¢ sustentado en estudios. Lety Varela, diputada de Morena y ahora titular de la Brigada de Vigilancia Animal de Ciudad de M¨¦xico, dedic¨® a ese v¨ªnculo parte de su tesis: ¡°Hay que prevenir el maltrato animal porque es la antesala del maltrato social¡±. Esa es la raz¨®n, explica, para que la brigada est¨¦ bajo la direcci¨®n de la Secretar¨ªa de Seguridad de la capital. ¡°Los trabajadores de la brigada son polic¨ªas, porque es un modelo preventivo¡±, apunta Varela, que dirige una unidad con 120 agentes que atiende, una media de seis casos de maltrato al d¨ªa. Un modelo que se inaugur¨® hace dos a?os y que ya empieza, cree, a dar sus frutos. Acaban de construir lo que ha llamado la ciudad de los perros, un refugio para m¨¢s de 200 animales, que en vez de jaulas tiene ¡°dormitorios¡±, con un presupuesto de 14 millones de pesos (unos 815.000 d¨®lares). Todos los rescatados est¨¢n en adopci¨®n, aunque esa es la parte m¨¢s dif¨ªcil.
El refugio
Vladimir trota feliz por un gran jard¨ªn desde el que se ve el Ajusco. Este husky con s¨ªndrome de Down fue rescatado por la Fundaci¨®n Toby despu¨¦s de que fuera ¡°muy golpeado porque lo ve¨ªan distinto¡±. ?l es uno de los 80 perros que Karen Nava, de 31 a?os, y Sam Klimos, de 36, resguardan en un rancho que rentan exclusivamente para ellos y para un par de cerdos, unos cuantos borregos, un burro y su cabra Philipp. En total, hay 22 manadas: la de Joaqu¨ªn, que fue el primer rescatado de la fundaci¨®n hace cuatro a?os, es la m¨¢s grande. ¡°Todav¨ªa nadie ha querido adoptarlo¡±, dice Klimos sobre este perro peque?o y simpat¨ªquisimo.
Estas dos mujeres, antiguas godines, decidieron dejar todo para dedicarse en exclusiva a la protecci¨®n de los animales. Reciben llamadas y peticiones de ayuda a cada hora. Hacen unos 12 rescates a la semana, pero llegan a pasar tres meses sin que un animal se vaya en adopci¨®n. Creen que en estos a?os, apenas un centenar ha encontrado de nuevo una familia.
Lleva aqu¨ª tres a?os Jonhy Cash, una mezcla de labrador al que no le queda mucho tiempo por una miocardiopat¨ªa dilatada. No lo parece mientras salta sin parar, jugando con Bel¨¦n y Arturo, los cuidadores del rancho, pero las paredes de su coraz¨®n siguen adelgazando. Nava y Klimos explican que les gustar¨ªa mucho que conociera antes de morir lo que es vivir en una familia.
¡°Aqu¨ª aprenden a confiar otra vez¡±, dice Sam, que enlista todo lo que hacen desde la fundaci¨®n para tratar de sostener econ¨®micamente este refugio: rifas, vender pasteles, chamarras, organizar eventos y bazares. Pero nunca es suficiente y siempre dependen de las donaciones. Al mes, calcula, son unos 60.000 pesos de gastos, entre los sueldos y la renta del lugar, sin contar los costes del veterinario. Mientras ella cuentan el funcionamiento de la Fundaci¨®n Toby, Bel¨¦n, una mujer trans que tiene leucemia y ha encontrado cuidando a estos animales un amor universal, saca a los perros, les tira la pelota y dice: ¡°No voy a poder regresar todo lo que ellos me dan¡±.
?Qu¨¦ falta?
La procuradora Mariana Boy insiste en la necesidad de entender qu¨¦ es el maltrato: ¡°Se tiene la falsa percepci¨®n de que es solo golpear al animal o quitarle la vida. Pero tenemos muchos otros casos de maltrato pasivo como no darle alimento, no darle agua, mantenerlo amarrado, que no se pueda resguardar. Cualquier situaci¨®n que le provoque sufrimiento al animal, que le impida desarrollar su comportamiento natural, es maltrato. Tenerlo amarrado con una cadena de un metro que no se pueda echar o caminar es maltrato¡±.
Soy Cleo y estoy en adopci¨®n ?
— Alina (@Alina_Gag) June 28, 2023
Tengo un a?o y soy talla mediana-chica. Peso 12 kilos y ya no voy a crecer m¨¢s. Viv¨ªa en una casa con otros perros. Est¨¢bamos encerrados y no hab¨ªa comida ? Apenas sobrevivimos. Cuando me encontraron ten¨ªa larvas en mis orejas ? dol¨ªan mucho. pic.twitter.com/GTPzXtJNDw
En todo el pa¨ªs, menos en Chiapas, el maltrato animal est¨¢ tipificado como delito. Sin embargo, en los ¨²ltimos cuatro a?os de las 3.639 carpetas de investigaci¨®n abiertas en M¨¦xico, solo 178 personas fueron vinculadas a proceso y de esas solo se emitieron 27 sentencias, seg¨²n datos de la plataforma Sin Maltrato, de la organizaci¨®n Anima Naturalis.
¡°En nuestra evaluaci¨®n en 30 Fiscal¨ªas, solamente cinco han dado cursos a los agentes del ministerio p¨²blico sobre el delito de maltrato animal. Y en ninguna hay veterinarios legistas, lo que es un gran problema en materia procesal penal, porque no se puede determinar el grado de lesiones o de muerte¡±, apunta su director Arturo Berlanga, que explica que incluso en Ciudad de M¨¦xico, que es la segunda entidad con mayor n¨²mero de denuncias despu¨¦s del Estado de M¨¦xico, su Fiscal¨ªa especializada ¡ªla Fidampu¡ª solo tiene asignadas a nueve personas, ¡°incluyendo tres polic¨ªas de investigaci¨®n que no tienen patrulla¡±. Y eso es en la capital, mientras el vecino Estado de M¨¦xico se ha convertido en un agujero de maltrato y las rescatistas insisten en la inacci¨®n total de las autoridades encargadas, como la Propaem.
Las leyes tambi¨¦n sufren de una ¡°esquizofrenia jur¨ªdica¡±, denomina el director de Anima Naturalis en M¨¦xico, puesto que aunque el maltrato est¨¢ tipificado a los animales no se les reconoce como v¨ªctimas. Se les considera cosas. La titular de la PAOT apunta adem¨¢s algunos rezagos que hay en la ley de Ciudad de M¨¦xico, donde todav¨ªa se contempla como legal matar a los animales que llegan a las perreras y a los que nadie reclama: ¡°Es fundamental un reforma de la ley de los animales porque la que tenemos no responde para nada a la realidad actual y a la conciencia que tenemos¡±.
Eso son piezas, pero todas las personas consultadas para este reportaje ¡ªrescatistas, expertos y autoridades¡ª hacen hincapi¨¦ en la llave maestra. ¡°Mientras el tejido de la sociedad mexicana est¨¦ tan desintegrado con problemas tan profundos de violencia, de descomposici¨®n, no hay mucho que vaya a poder cambiar para los animales. Mientras haya 10 mujeres asesinadas al d¨ªa y contin¨²e la violencia sexual contra ni?os y ni?as, y a nadie le importe, no se podr¨¢ mejorar la situaci¨®n de los animales¡±, explica Alina Gonz¨¢lez, ¡°M¨¦xico est¨¢ viviendo c¨ªrculos de violencia profund¨ªsimos, la vida de nadie vale¡±.
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