?Existieron los ni?os h¨¦roes?, ?eran ni?os?, ?y h¨¦roes?
El 13 de septiembre de 1847 se llev¨® a cabo la batalla de Chapultepec contra las tropas estadounidenses. Los soldados mexicanos perdieron, pero en nuestra memoria permanecen los cadetes del Colegio Militar
En las escuelas mexicanas, d¨ªas antes del aniversario de la batalla de Chapultepec, es imperante que se pida un informe casi monogr¨¢fico sobre los ni?os h¨¦roes. Los datos que sabemos: eran seis, uno de ellos rescat¨® la bandera de M¨¦xico arroj¨¢ndose con ella y eran muy j¨®venes. De eso, las certezas que se tienen gracias a informaci¨®n verificada son pocas. Las monograf¨ªas resaltan el patriotismo y temple que tuvieron para enfrentar a los soldados estadounidenses, pero hay muy pocos datos que afiancen la historia.
El doctor en historia Alfredo ?vila no lo califica como mito. En entrevista con EL PA?S asevera que m¨¢s bien se trata de una tradici¨®n y las tradiciones, asegura, tienen dos caracter¨ªsticas, ¡°la primera es que siempre tienen alg¨²n fundamento hist¨®rico y la segunda y m¨¢s importante es que se van construyendo a lo largo del tiempo¡±. El tambi¨¦n investigador explica que no se trata del acontecimiento en s¨ª, sino que hay toda una construcci¨®n a lo largo de los a?os siguientes y hasta la actualidad. ¡°Yo prefiero hablar de esta tradici¨®n de los ni?os h¨¦roes. Lo que ocurri¨® en septiembre de 1847 en el cerro de Chapultepec fue un enfrentamiento entre las fuerzas de Estados Unidos y las tropas mexicanas, de eso tenemos testimonios muy tempranos. El testimonio m¨¢s directo y antiguo que tenemos es el libro Apuntes para la historia de la guerra entre M¨¦xico y los Estados Unidos publicado por literatos mexicanos, entre los que destacan Guillermo Prieto. Lo que dec¨ªa era que en el castillo de Chapultepec, los alumnos del Colegio Militar hac¨ªan fuego y fueron los ¨²ltimos defensores de la posici¨®n¡±, a?ade.
Lo que se conoce sobre los ni?os h¨¦roes
Con la batalla de Chapultepec el asedio de las tropas norteamericanas hab¨ªa llegado a la capital del pa¨ªs. De acuerdo con el texto Si tan tenaz resistencia hubiera sido bien dirigida del historiador y fil¨®sofo Antonio Garc¨ªa Cubas, el d¨ªa 12 y 13 de septiembre ¡°hubieron bombardeos seguidos durante 14 horas¡±. El historiador Alfredo ?vila menciona que durante esa batalla ¡°en las tropas mexicanas habr¨ªa que distinguir tres grupos, el primero ser¨ªa el Batall¨®n de San Blas encabezado por Santiago Xicot¨¦ncatl, algunas tropas regulares que deb¨ªan estar protegiendo la Ciudad de M¨¦xico bajo el mando del general Nicol¨¢s Bravo y algunos cadetes del Colegio Militar que se encontraban en el castillo, donde algunos murieron y otros resultaron presos por las tropas estadounidenses¡±.
Los del coronel Xicot¨¦ncatl quedaron muertos en el campo de batalla, junto a ¨¦l. Nicol¨¢s Bravo fue abandonado por Antonio L¨®pez de Santa Anna y tal como lo relat¨® el escritor Guillermo Prieto ¡°las tropas no eran suficientes¡±. Con un ej¨¦rcito d¨¦bil y limitado, Bravo orden¨® a los cadetes regresar a sus casas, pero de 50 alumnos del Colegio Militar, la mitad se quedaron. ¡°Un acto irresponsable de desobediencia¡±, de acuerdo con el historiador Enrique Plasencia de la Parra.
No se niega la participaci¨®n de los cadetes durante el combate. Hay informes que muestran los nombres de algunos de ellos. De acuerdo con ?vila, ¡°tenemos muy bien documentada la participaci¨®n de gente como Agust¨ªn Melgar, Vicente Su¨¢rez y Francisco Montes de Oca, todos cadetes del Colegio Militar; pero es discutible lo que pasa con Juan de la Barrera, quien ya hab¨ªa egresado del Colegio (lo que hace un poco raro que se le incluya), y Juan Escutia y Francisco M¨¢rquez de los que no existen muchos datos. De Juan Escutia solo se conoce su fe de bautizo en San Blas, Nayarit en 1827; pero no existe un testimonio que afirme que haya ingresado al Colegio Militar. Los cadetes estaban en la parte alta del cerro, hubo disparos, algunos combatieron, la mayor¨ªa fueron hechos prisioneros por el Ej¨¦rcito de los Estados Unidos. Es todo lo que tenemos en documentaci¨®n que se puede probar¡±.
Entonces, ?qui¨¦n se avent¨® con la bandera?
No existe informaci¨®n que indique que Juan Escutia fue un cadete o estuvo en la batalla de Chapultepec. Tampoco hay informaci¨®n o testimonio sobre el acontecimiento de la bandera en los informes militares. Es hasta 1892, 45 a?os despu¨¦s de la batalla, cuando se tienen datos sobre la defensa del l¨¢baro patrio; sin embargo, no hay alg¨²n nombre que vincule a Escutia con el asunto. A Agust¨ªn Melgar y Fernando Montes de Oca tambi¨¦n se les ha atribuido la haza?a en diferentes informes.
Este hecho tambi¨¦n se le ha reconocido al artesano Margarito Suazo, quien particip¨® en la batalla de Molino del Rey el 8 de septiembre. De acuerdo con los escritos por el historiador Ernesto de la Torre, ¡°el d¨ªa de la acci¨®n, Margarito se excedi¨® en el cumplimiento del deber. Atropellado por un gran n¨²mero y hecho una criba a bayonetazos, qued¨® por muerto, asido a su bandera. Sintiendo que mor¨ªa, se incorpor¨®, se despoj¨® de su ropa, enred¨® su bandera a su cuerpo, que chorreaba sangre, y expir¨®¡±.
?Por qu¨¦ los ni?os h¨¦roes son reconocidos y no otros personajes de la historia?
Miguel Miram¨®n, quien hab¨ªa sido cadete del Colegio Militar y hab¨ªa sido parte de la batalla de Chapultepec es el primero en hacer referencia al enfrentamiento que tuvo lugar en la cima del cerro junto a sus compa?eros, ¡°una cosa parad¨®jica¡± puntualiza el historiador Alfredo ?vila, ¡°porque despu¨¦s ser¨ªa Miram¨®n el l¨ªder de los conservadores¡±.
Se promovi¨® la construcci¨®n de monumentos para las figuras emblem¨¢ticas durante la intervenci¨®n y hasta el Gobierno de Benito Ju¨¢rez se dio mayor relevancia a la batalla del 13 de septiembre. As¨ª lo relata el investigador Enrique Plasencia de la Parra. ¡°Fue hasta la rep¨²blica restaurada, una vez que los mexicanos triunfan sobre los franceses, los nombres y haza?as de aquellos que enfrentaron al Ej¨¦rcito estadounidense salieron a la luz¡±.
En 1870 se hace referencia por primera vez a los cadetes del Colegio Militar y sus actos valerosos en Compendio de la historia de M¨¦xico de Manuel Payno y un a?o despu¨¦s, tal como lo menciona en entrevista ?vila, ¡°una asociaci¨®n de estudiantes del Colegio Militar propusieron por primera vez que se declarara d¨ªa de luto nacional. Invitaron al presidente Ju¨¢rez a asistir a una celebraci¨®n que se hizo en Chapultepec y se empez¨® a hablar de los h¨¦roes de Chapultepec¡±.
A comienzos del siglo XX empieza a llam¨¢rseles ni?os. Esto toma auge por un poema muy famoso de Amado Nervo llamado Los ni?os m¨¢rtires de Chapultepec de 1903.
¡°Como renuevos cuyos alin?os
un viento helado marchita en flor,
asi? cayeron los he?roes nin?os
ante las balas del invasor¡±.
Otros poetas como Jos¨¦ Tom¨¢s de Cu¨¦llar, Luis G. Urbina, Rafael Cabrera y Carlos Pellicer escribieron e interpretaban poemas a los ni?os h¨¦roes.
El mismo Colegio Militar fue el ¨®rgano que patrocin¨® y encumbr¨® la figura de los cadetes como una llena de s¨ªmbolos patri¨®ticos. Seg¨²n el investigador Enrique Plasencia de la Parra, ¡°el inter¨¦s fundamental de la Asociaci¨®n de Excadetes del Colegio Militar era dignificar al Colegio Militar, situ¨¢ndolo como paradigma de lealtad a las instituciones¡±. Paulatinamente, el Estado tambi¨¦n retoma esos valores y los lleva a un ¨¢mbito civil. La gente se apropi¨® de la figura de los ni?os h¨¦roes. Los dotaron de connotaciones positivas, de entrega y sacrificio, de amor patri¨®tico, esperanza y lealtad, como refiere Plasencia.
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