M¨¦xico construye el museo m¨¢s grande de Am¨¦rica en Ciencias Ambientales

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El agua se filtra por las grietas y los muros desnudos y conquista espacios rec¨®nditos del extra?o macizo arquitect¨®nico, al norte de la ciudad de Guadalajara, M¨¦xico. El agua, la ciudad y los ecosistemas son omnipresentes en el dise?o del que se convertir¨¢ en el museo cient¨ªfico m¨¢s grande y vanguardista de Am¨¦rica Latina.

Es el Museo de Ciencias Ambientales de la Universidad de Guadalajara, un santuario del Antropoceno, la era en que el humano se convirti¨® en una especie de fuerza geol¨®gica, casi siempre ciega, frecuentemente destructora. Su director, Eduardo Santana Castell¨®n, de ra¨ªces cubano-portorrique?as y formaci¨®n en ecolog¨ªa y ornitolog¨ªa, sirve de gu¨ªa emocionado por estos antros incompletos de 23.000 metros cuadrados (7.000 para exposiciones) donde el conocimiento cient¨ªfico, la poes¨ªa moderna, la cultura ancestral y la incomprendida ciudad se encuentran en el mismo territorio.

La portentosa obra, que ya tiene 80% de avance en su estructura f¨ªsica, abrir¨¢ sus puertas de forma gradual al p¨²blico, debido a los recortes presupuestales que ha padecido desde el arranque de obras, en febrero de 2016. En coincidencia con la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en noviembre de 2023, se abrir¨¢ solo el Jard¨ªn Educativo, mientras la planta baja de la galer¨ªa se inaugurar¨¢ durante la FIL en 2024, y posteriormente las dem¨¢s, de manera paulatina.

12 jardines tem¨¢ticos, siete galer¨ªas de exhibiciones permanentes, dos salas de exhibiciones temporales, cuatro salones para talleres escolares, un auditorio y un laboratorio de desarrollo comunitario.... La obra es tan ambiciosa que a algunos les parece desmesurada. Los n¨²meros parecen corroborarlo: 1.035 millones de pesos mexicanos. Esta cifra ronda los 60 millones de d¨®lares; un equivalente al ingreso anual promedio de 19.300 hogares humildes. Y se estima que esta inversi¨®n llegue a 100 millones de d¨®lares.

La cultura y el conocimiento cuestan, pero ¡°este proyecto est¨¢ pensado y destinado fundamentalmente a las familias m¨¢s pobres, es un bien p¨²blico que no solamente busca exhibir y mostrar, sino que se plantea como una herramienta de esas familias para dialogar con el conocimiento y con sus problemas cotidianos m¨¢s acuciosos. Es un espacio para ellos¡±, advierte Santana Castell¨®n. Este museo ser¨¢ un espacio universitario, construido conjuntamente con su comunidad y aspira a convertirse en un catalizador de transformaciones socio-ecol¨®gicas en su entorno barrial.

Cient¨ªficos, maestros, estudiantes, artistas, vecinos... m¨¢s de un centenar de personas le dieron forma al edificio de piedra, grava, arena, conchas y hormig¨®n texturizado, ¡°seleccionados por su durabilidad y su resonancia con paisajes vern¨¢culos¡±. Es, adem¨¢s, un edificio inteligente, que incorpora la tecnolog¨ªa m¨¢s innovadora para bajar su gasto energ¨¦tico, cuya organizaci¨®n se aleja de los museos tradicionales.

En vez de la organizaci¨®n taxon¨®mica (mam¨ªferos, aves, reptiles, plantas...) o por ecosistemas, el acervo cient¨ªfico se organiza por paisajes que se definen por el uso cultural del espacio natural, integrando de manera pionera al ser humano. As¨ª, sus galer¨ªas organizadas en paisajes no tienen paredes, ¡°porque la naturaleza no las tiene¡±. El visitante se ubicar¨¢ por los colores, las formas, las texturas, los aromas y los ambientes sonoros.

Su dise?o fue a cargo del despacho noruego-estadounidense Sn?hetta. Los arquitectos se inspiraron en la arquitectura colonial del centro hist¨®rico de Guadalajara, pero reconocieron los l¨ªmites que impone la naturaleza a la ciudad, evocando el proceso de erosi¨®n por agua que esculpi¨® la Barranca del R¨ªo Santiago, la marca geogr¨¢fica que ha contenido a la ciudad por el norte y el oriente. Sin olvidar el altiplano semiseco de Los Altos de Jalisco, los bosques de con¨ªferas y de niebla del sur y el oeste y la regi¨®n Wix¨¢rika de la Sierra Madre Occidental. ¡°La erosi¨®n del agua le otorg¨® una forma org¨¢nica al edificio y vincul¨® sus patios interiores en un ¡°ca?¨®n central abierto al p¨²blico transe¨²nte¡±, se lee en su web.

La ciudad como eje central del ¡°ojo de Dios¡±

Adem¨¢s del agua y los ecosistemas, el eje central del ¡°ojo de Dios¡± es la ciudad, la invenci¨®n fundamental de los sapiens, seg¨²n el cient¨ªfico. ¡°En la ciudad est¨¢n el poder pol¨ªtico, econ¨®mico, militar, religioso, cient¨ªfico... el poderoso urbanita va a definir el futuro de la naturaleza y, sin embargo, es quien menos comprende la dependencia de la ciudad con los servicios ecosist¨¦micos de esos paisajes naturales de su entorno¡±, reflexiona el director. ¡°Poder comprender desde la urbe, c¨®mo la naturaleza evita que colapsen las ciudades es la premisa fundamental. Esto lo sab¨ªan los militares de la Edad Media cuando sitiaban las ciudades, cortaban los servicios ecosist¨¦micos y colapsaban¡±.

Su construcci¨®n se ralentiz¨® seis a?os m¨¢s (se pensaba inaugurar a fines de 2017) por conflictos presupuestales entre la segunda universidad del pa¨ªs y el Gobierno de Jalisco, que fren¨® apoyos a ra¨ªz de la pandemia. En el fondo, un viejo odio pol¨ªtico del gobernador Enrique Alfaro hacia el grupo Universidad, bajo las ¨®rdenes de Ra¨²l Padilla L¨®pez, el hombre fuerte que deton¨® el Centro Cultural Universitario. La muerte del jerarca universitario, en abril pasado, allan¨® de nuevo el di¨¢logo, pero hay 140 millones de pesos (m¨¢s de ocho millones de d¨®lares) que comprometi¨® el Gobierno de Jalisco, que a¨²n no llegan. Este caso, ligado a un tema jur¨ªdico m¨¢s amplio sobre la autonom¨ªa universitaria est¨¢ en manos de la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n (SCJN).

Desmesurado o no, el eco del proyecto ha resonado fuerte entre los espacios de arquitectura mundiales. El museo ha sido galardonado con el premio International Architecture & Design Awards en la categor¨ªa de ¡°concepto de paisaje de herencia cultural¡±, que entrega la Architecture & Design Community (AD-C). Tambi¨¦n fue distinguido con el Premio internacional DNA Paris Design Awards, con sede en Francia. Los jardines del espacio muse¨ªstico, que ser¨¢n conformados por paisajes del occidente mexicano, fueron reconocidos con el Galard¨®n de Oro, el m¨¢s alto en su categor¨ªa. Este museo en plena creaci¨®n, impregnado de acci¨®n social, visi¨®n de derechos al conocimiento y estrategias de sostenibilidad, es gigante en su construcci¨®n y tambi¨¦n una representaci¨®n de lo comunal y local.