Las tormentas del VI a?o
Gane Morena o el Frente ser¨¢ un parto, m¨¢s sencillo o m¨¢s dram¨¢tico pero el nacimiento de algo nuevo, de ah¨ª la prisa de L¨®pez Obrador por acabar lo ¡°suyo¡±
La nave sexenal es sacudida por un oleaje en varios frentes. El gobierno y su capit¨¢n hacen esfuerzos por minimizar los vaivenes que presagian tormentas. No hay un nubarr¨®n ¨²nico o definido. Ha llegado el tiempo para Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador de sortear la temporada de los huracanes que sembr¨®.
El buque tiene alguna descaparelada por aqu¨ª, varios rasgu?os por all¨¢, pero el poder de AMLO luce intacto. Ahora, llegar con bien al puerto para ceder el tim¨®n de una nave que no zozobre en su siguiente traves¨ªa depende de la habilidad del tabasque?o para sortear las corrientes del cierre sexenal.
El ¨²ltimo a?o es el yunque donde chocan las expectativas con las frustraciones, los apetitos malsanos y las ambiciones leg¨ªtimas, la oportunidad de los ladrones y el titubeo de los honestos, las facturas por deudas que se adquirieron, los costos de los males no atendidos, las traiciones de los amigos, la hora de las venganzas¡ la realidad sin maquillaje de un nuevo fin de esa esperanza c¨ªclica llamada presidente.
En un a?o y una semana no habr¨¢ ma?anera para decir que Chiapas est¨¢ en paz, que la extorsi¨®n en M¨¦xico va en retirada, que si los trenes dejan de caminar para no explotar con migrantes en la espalda es politiquer¨ªa, que la inseguridad va a la baja, que la prensa es un chacal hambreado.
Mientras M¨¦xico arriba a ese momento, del cual no hay destino manifiesto ?igual se llega con bien, igual las cosas se salen de madre?, olas de distintos or¨ªgenes golpean el bote presidencial cada vez con m¨¢s fuerza, y ah¨ª est¨¢n as¨ª la orquesta insista en fingir normalidad en medio del vaiv¨¦n nada r¨ªtmico.
El a?o de la sucesi¨®n es tambi¨¦n, no hay redundancia en ello, el del cierre. El sistema no est¨¢ dise?ado para la institucionalidad. Gane Morena o el Frente ser¨¢ un parto, m¨¢s sencillo o m¨¢s dram¨¢tico pero el nacimiento de algo nuevo, de ah¨ª la prisa de AMLO por acabar lo ¡°suyo¡±.
La agenda presidencial tiene fija la fecha de su gran acto de despedida. Ans¨ªa detonar el sistema de justicia que hered¨® firmando en su ¨²ltimo mes al frente del Ejecutivo el acta de defunci¨®n del actual sistema de Justicia, Corte incluida. Postrer aria de este abrasador concierto.
Esa es su divisa, pero distintos problemas atentar¨¢n contra el ¨ªmpetu presidencial que busca, en triple play inaudito, arrasar en las elecciones, refinar en Dos Bocas, vender boletos de trenes en la pen¨ªnsula yucateca y de aviones en el AIFA, y conjurar toda cosa parecida a una crisis sexenal.
Es eso ¨²ltimo lo que est¨¢ fuera de su control. Trenes, aeropuertos y refiner¨ªa saldr¨¢n a flote, al menos en el arranque, porque el empe?o presidencial, que incluye un derroche fara¨®nico, ha sido in¨¦dito. Todo fuera como eso. Las obras ser¨¢n declaradas compromiso cumplido y m¨¢s de uno lo creer¨¢.
Resultar¨¢ m¨¢s dif¨ªcil, en cambio, decir que la paz y el progreso han vuelto a la patria luego de este golpe de tim¨®n, que la gente vive en armon¨ªa y que el futuro tiene nuevo horizonte ¡ªm¨¢s despejado, menos santiguado¡ª, que los compromisos se cumplieron, que AMLO ha parido una nueva era mexicana.
Porque, como en el ayer, Chiapas cruje por el yugo de caciques que se disputan sus riquezas, que oprimen m¨¢s al hist¨®ricamente sojuzgado: ah¨ª la ley de la selva es de nuevo de un salvajismo tan lacerante que la gente prefiere emigrar o morir en el intento de la defensa de su territorio.
Llega el corte de caja sexenal y en la lista de pendientes aparecer¨¢, como no pod¨ªa ser de otra forma para un gobierno que se dice de izquierda y antisalinista, qu¨¦ de distinto hizo L¨®pez Obrador para los chiapanecos, para el pueblo que en otro sexto a?o desmont¨® de cuajo la ilusi¨®n primermundista.
Y Chiapas es apenas el inicio de los problemas de la Rep¨²blica desde el sur, esa agenda regional que esta administraci¨®n quiso privilegiar. Esta semana Tabasco vio las llamas de los narcobloqueos, esas fumarolas ocasionales que recuerdan a todos qui¨¦n detenta el real control del territorio nacional.
Sin humo porque hay violencias de pactos que ya ni conflagraci¨®n provocan, Guerrero es la tierra de los fiscales asesinados y de la autoridad doblemente simulada: quien fue electa no gobierna, y su pap¨¢ tampoco. Son los criminales los que ponen y quitan, con videos o balazos, a los gobernantes.
La inseguridad y la violencia laceran todo el pa¨ªs, del Baj¨ªo a Tamaulipas, de Uruapan a Tijuana, donde la alcaldesa ¨Cpara tranquilidad de ella y de nadie m¨¢s¡ª busc¨® refugio en un cuartel: ?hay s¨ªmbolo m¨¢s claro de esta derrota? Tan Morena perdi¨® la batalla que ni sus cuadros pueden vivir en casa.
Pero en Palacio tienen otros datos. Con su dominio de estad¨ªsticas y ret¨®rica, claman que los n¨²meros les dan la raz¨®n, que la percepci¨®n tambi¨¦n. Tanto que esta semana se orden¨® a las y los gobernadores remar en contra de la corriente de las desapariciones. No importan las madres, sino el censo.
Porque el cierre sexenal quiere distinguirse del pasado. Y quien desapareci¨® del discurso a las madres buscadoras, a quienes siempre despreci¨®, ahora las devaluar¨¢: madre, no tenemos noticia de tu hijo, pero celebra con nosotros que ya desaparecemos menos que Calder¨®n. ?Una selfie del logro, mamita?
Que todo mundo se haga un chaleco salvavidas. Porque cada rel¨¢mpago de violencia que caiga, as¨ª chamusque a cinco j¨®venes en Lagos de Morena o a una docena de descuartizados en Poza Rica, ser¨¢ clasificado con un ¡°es verdad pero se exagera¡±. El sexenio eleva a calidad metodol¨®gica sus evasivas ocurrencias.
Ser¨¢ un cierre sexenal de verdad ¨²nica. El preg¨®n de la ma?ana, canon incuestionable as¨ª la lluvia de problemas arrecie. Las amenazas a los grandes medios tienen por prop¨®sito amedrentar para que en la junta editorial el medroso productor pida bajarle a la realidad y subirle a la propaganda.
Los medios hablar¨¢n de las campa?as, m¨¢s de las oficiales, m¨¢s del presidente contra la oposici¨®n, para ayudar al jefe del Estado a que sea dif¨ªcil ver que los maestros han comenzado sus movilizaciones, antiguos aliados que lanzan retos y buscan cobros antes de que se vaya su otrora aliado.
Temporada de bloqueos de grupos que pretenden renegociar compromisos. Que no los den por sentados en la nueva elecci¨®n, que no crean que sin ellos pueden tener un fin de sexenio en paz. El gobierno ser¨¢ exigido y la ciudadan¨ªa pagar¨¢ la factura. Y ¨¦sta implica mucho m¨¢s que caos vehicular.
Y adem¨¢s de las presiones externas el gobierno ser¨¢ confrontado por factores internos. Por los errores cometidos en la operaci¨®n gubernamental, por las ambiciones de quienes se creen con derechos a la hora de la herencia del poder.
Famosas causas judiciales ser¨¢n por estos meses un recuento de frustraciones para las v¨ªctimas. Ayotzinapa no tendr¨¢ ni verdad ni justicia a pesar de la utilizaci¨®n electoral que se hizo de esa tragedia. Ni vivos ni muertos los regresaron. El fracaso del gobierno es se?alado por los padres.
AMLO se justifica con un pu?ado de encarcelados; pero as¨ª el presidente exhiba la figura de Murillo Karam tras las rejas, presos como ¨¦l, sujetos a desarticulados procesos, no aplacan el dolor ni confortan a las familias de los 43 de Iguala. En la inminente marcha se gritar¨¢: ¡°?Compromiso incumplido!¡±.
Y como Ayotzinapa est¨¢ Odebrecht, con Lozoya viendo caer las acusaciones en su contra, con Monclova padeciendo estragos de un mal acuerdo en Altos Hornos porque el expediente fue hecho a modo del lucimiento presidencial, no de la justicia a un pa¨ªs agraviado por la corrupci¨®n.
Encima, una fatalidad impactar¨¢ a la ya de por s¨ª tortuosa Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica. La noche del viernes muri¨® el n¨²mero dos del titular de esa dependencia, y como la vida institucional no existe en los tiempos de L¨®pez Obrador, sin esa pieza el castillo de querellas tan s¨®lidas como naipes caer¨¢.
Retado por la violencia tolerada, por migraci¨®n fuera de control, evidenciado por derrotas en casos judiciales emblem¨¢ticos ¨Cla venganza contra el fiscal del Morelos muestra tanto impudicia como incapacidad?, por un Estados Unidos en elecciones, AMLO cosechar¨¢ mediocres frutos: menos pobres, mas con peor acceso a salud.
Inopinadamente, sus amigos de ayer creen que este es el mejor momento para hacerse los independientes, los dignos, los ofendidos. El presidente capotea la falta de resultados de su disfuncional gabinete al mismo tiempo que trata de que la sucesi¨®n en su partido no enferme de ¨¦xito. Las ambiciones personales cercan a la ganadora del proceso: pasan las semanas y varios de los derrotados ni se resignan ni dejan de hacer olas. A buena hora.
Comienza el sexto a?o, ese largamente esperado por los agraviados. Quienes se vieron lastimados ¨Ccon exilio, chantaje millonario o c¨¢rcel¡ª no van a tratar como simple oponente al causante de su da?o. El viento soplar¨¢ fuerte, el capit¨¢n ser¨¢ exigido. A saber qu¨¦ depara el destino.
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