Ala¨ªde Ventura: ¡°Tenemos duelos incompletos y fantasmas que no sabemos d¨®nde acomodar¡±
La autora veracruzana conversa con EL PA?S horas antes de presentar ¡®Autofagia¡¯, su nueva novela con la que llega a la FIL de Guadalajara
En 2006 Ala¨ªde Ventura (Xalapa, 38 a?os) comenz¨® Amiguiz, un blog donde escrib¨ªa como desahogo y contaba sus historias. Poco a poco creci¨® y se convirti¨® en el espacio para buscar una voz personal y, m¨¢s tarde, se hizo una comunidad de j¨®venes que hoy en d¨ªa son escritoras con sus propios libros publicados y dedicadas al oficio, como ella misma.
Ala¨ªde Ventura lleg¨® a la Feria del Libro de Guadalajara con su nueva novela ¡ªla tercera en su bibliograf¨ªa¡ª, titulada Autofagia (Random House, 2023). En ella narra la historia de una joven que, a consecuencia de las ausencias en su vida, pone a prueba los l¨ªmites que puede alcanzar su cuerpo en situaciones como no comer y solo beber agua. A la presentaci¨®n, en el ¨¢rea internacional de la FIL, han llegado las m¨¢s de cien personas de manera puntual, y otras tantas que se quedan en la puerta esperando que alguien desista para ocupar su lugar. Apenas se presenta a la autora, los celulares comienzan a transmitir en vivo por las redes sociales o a grabar videos; una se?ora comienza ella misma a saludar a la audiencia a trav¨¦s de su live y otra m¨¢s sostiene los tres libros de Ventura y se toma una foto con la autora de fondo. Dos horas antes de ingresar al sal¨®n, la escritora veracruzana habla con EL PA?S sobre su novela.
Pregunta: ?C¨®mo se vive con las ausencias?
Respuesta: Son duelos incompletos. Este libro lo escrib¨ª b¨¢sicamente durante la pandemia, y no es fortuito porque en la pandemia no hab¨ªa duelos, o sea, no ten¨ªamos los rituales de la sanaci¨®n, el cierre.
P. Usted es de Veracruz, un Estado que enfrenta el gran problema de la desaparici¨®n de personas. ?C¨®mo se sobrelleva la vida con desaparecidos?
R. Hay un mont¨®n de heridas abiertas que son los duelos incompletos, traemos fantasmas, pero en muchos casos ni siquiera estamos seguras de que sean fantasmas, solo quedan resonancias, no sabemos exactamente qu¨¦ tenemos que mirar, a veces incluso pasa que no sabemos a qui¨¦nes colocar en qu¨¦ categor¨ªa. Por ejemplo, en el altar de muertos, ?qui¨¦nes van? No van los desaparecidos, porque no han aparecido muertos. A m¨ª me pasa, yo llevo el nombre de Ala¨ªde Foppa, que es una desaparecida por el Gobierno militar de Guatemala, entonces su cuerpo nunca apareci¨®. Cuando a m¨ª me preguntan ¡®?por qu¨¦ te llamas Ala¨ªde?¡¯, siempre digo que era el nombre de una muerta y luego pienso: es que nunca apareci¨®, o sea, no est¨¢ muerta, est¨¢ ausente.
P. En el libro, la protagonista tiene un sentido muy alto de la protecci¨®n. ?Eso tambi¨¦n tiene que ver con las ausencias, la necesidad de cobijar a las personas?
R. S¨ª, y eso tambi¨¦n pasa por el cuerpo, porque el cuidado es calidez, es regular una temperatura entre varias, es alimentar, y tiene que ver con el fuego, con el calor. Mis personajes tienen una necesidad de florecer. A trav¨¦s del cuidado, dejas huella en el mundo. Entonces s¨ª, ella fue cuidada dentro de los par¨¢metros, sin juzgar, pues no quiero juzgar a los personajes que yo misma invent¨¦. Ella fue criada como cualquier ser vivo, vegetal, animal, humano. Y, despu¨¦s de eso, es como si la hubieran cortado de ra¨ªz. Pero ella sabe que eso puede suceder, y sabe que el agua y los nutrientes hacen eso, levantan a una persona, y entonces tal vez nos podr¨ªamos levantar juntas, porque yo tengo carencias, pero t¨² tambi¨¦n.
P. Otra gran ausente en el libro es la comida.
R. El libro habla mucho de los est¨ªmulos, de esta hiperestimulaci¨®n. Lo que pasa con un trastorno alimenticio es que obtienes la satisfacci¨®n de la comida sin el alimento, sin el nutriente. Entonces es como una especie de distracci¨®n a tu propio cuerpo. Por ejemplo, lo que pasa con el az¨²car, es como si fuese la droga occidental. Produce un mont¨®n de inflamaci¨®n y al mismo tiempo un aturdimiento feliz.
P. En el libro se siente mucho la ansiedad de la protagonista, por momentos es muy alta esa sensaci¨®n.
R. S¨ª, escrib¨ª este libro en un episodio de insomnio cr¨®nico grave que me tuvieron que tratar en la cl¨ªnica del sue?o. S¨¦ c¨®mo se siente un cuerpo que respira lento y que respira paz, que se infla, que no se infla, que recibe alimentos, que no recibe alimentos. Entonces conozco la forma de estar ce?ida a estos episodios, que tambi¨¦n se sujetan a los picos de ansiedad. La ansiedad cuando est¨¢ arriba en man¨ªa, tenemos mucha claridad, somos euf¨®ricas, hay mucha gente que vive en esa man¨ªa y que la conocen como s¨²per, es superchispa, dicen, pero es que tiene todo arriba. Pero hay otros episodios de baj¨®n, que siempre llegan, aunque tarden un a?o, pero siempre llegan, que son de una respiraci¨®n lenta, que parece que te est¨¢s muriendo, o que llegas a decir: es que no voy a terminar de respirar. Tu pecho no se acaba de inflar y desinflar y, al mismo tiempo, el pensamiento revolucionado.
P. ?Conoce muy bien a la protagonista?
R. S¨ª, yo conozco c¨®mo funciona ese cuerpo que est¨¢ reflejado en el libro, yo s¨¦ que todos los cuerpos son distintos, pero tambi¨¦n s¨¦ lo que da esa sobre estimulaci¨®n que te digo, que es lo que nos tiene ansiosos. Va por muchos frentes, en este caso es la comida, el az¨²car; en otros es el alcohol. Pero en las adicciones puede ser hasta el afecto.
P. ?Escribir el libro le ayud¨® en estos episodios de insomnio?
R. No, fueron paralelos, fue una correlaci¨®n, m¨¢s no una causalidad.
P. ?Pero en algo ayud¨®?
R. Con la pandemia me qued¨® m¨¢s claro el exterior del cuerpo, creo que a todo el mundo. Una cosa terrible de la pandemia fue que a los que ten¨ªamos un poquito de ansiedad, un poquito de depresi¨®n, se nos exacerb¨®. Pero una cosa buena es que se empez¨® a hablar de ello y empezamos a reflejarnos.
P. ?Cu¨¢nto le tom¨® escribirlo, entonces?
R. Lo empec¨¦ a escribir a los 33 a?os y lo termin¨¦ a los 36, y luego un a?o de edici¨®n, y ya ahora tengo 38.
P. ?Se ve usted reflejada en algunas de las escenas del libro?
R. S¨ª, en un mont¨®n. En todas, m¨¢s bien. Me veo mucho en las escenas de infancia. Mi familia proviene justo de Carlos A. Carrillo, que es un pueblo muy, muy miserable en Veracruz. Y me identifico porque yo tambi¨¦n tengo la infancia idealizada, como nadar en el r¨ªo con mis primos. Es un recuerdo muy feliz.
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