Amalia Andrade: ¡°Hay dolores tan grandes con los que no hay que hacer absolutamente nada¡±
¡®No s¨¦ mostrar d¨®nde me duele¡¯ es el libro de la autora colombiana en el que plasma muchos a?os de un proceso personal que le hizo sentir despojada de su identidad y del lenguaje
¡°Comenzar¨¦ por decir que no quer¨ªa escribir este libro¡±, dice la escritora colombiana Amalia Andrade (Cali, 35 a?os) en las primeras p¨¢ginas de su m¨¢s reciente libro No s¨¦ c¨®mo mostrar d¨®nde me duele (Planeta, 2023). La presencia de Andrade es avasalladora. Se extiende por cada rinc¨®n de los lugares que pisa y crea a su alrededor una especie de energ¨ªa poderosa que est¨¢ siempre como a punto de estallar. Han pasado casi diez a?os desde que public¨® su primer libro Uno siempre cambia al amor de su vida, y ahora presenta uno en el que plasma varios a?os de soledad, de lecturas que pa...
¡°Comenzar¨¦ por decir que no quer¨ªa escribir este libro¡±, dice la escritora colombiana Amalia Andrade (Cali, 35 a?os) en las primeras p¨¢ginas de su m¨¢s reciente libro No s¨¦ c¨®mo mostrar d¨®nde me duele (Planeta, 2023). La presencia de Andrade es avasalladora. Se extiende por cada rinc¨®n de los lugares que pisa y crea a su alrededor una especie de energ¨ªa poderosa que est¨¢ siempre como a punto de estallar. Han pasado casi diez a?os desde que public¨® su primer libro Uno siempre cambia al amor de su vida, y ahora presenta uno en el que plasma varios a?os de soledad, de lecturas que parec¨ªan interminables, de tristeza, de un dolor nuevo e inimaginable para ella, pero tambi¨¦n de agradecimientos que palpitan en su cuerpo y con la sensaci¨®n de transparencia que solo experimentan quienes han resurgido del lugar m¨¢s oscuro de su interior.
Cuando era muy peque?a, a Amalia Andrade su t¨ªa le dec¨ªa que estaba hecha ¡°para cosas muy grandes¡±. Era una frase dicha y recibida con un cari?o sincero y profundo y sin ansias de perfecci¨®n. Ahora, a sus 35 a?os, entiende que esas palabras la marcaron para siempre, y que le ayudaron a convertirse en una mejor persona que agradece lo que tiene y que siente respeto y cari?o por quienes la han llevado al lugar en el que est¨¢. Tambi¨¦n recuerda que La Mamma, como ella le llamaba, la comparaba con una princesa en una serie de dibujos animados que se sentaban a ver juntas en la televisi¨®n: La princesa y el guisante, que cuenta la historia en la que una princesa, recostada sobre muchos colchones, no puede dormir bien porque debajo de todos ellos hay un guisante que le incomoda. ¡°As¨ª eres t¨² de sensible, y no est¨¢ mal¡±.
Los libros que preceden a No s¨¦ c¨®mo mostrar d¨®nde me duele, han llevado a Andrade a convertirse en una de las grandes representantes de lo que la industria editorial ha llamado ¡°fen¨®meno de ventas¡±, pues m¨¢s de un mill¨®n de lectores han adquirido sus libros y ese primer t¨ªtulo que rompi¨® todos los r¨¦cords ya ha sido traducido a idiomas como el alem¨¢n, polaco o ingl¨¦s. En esos t¨ªtulos, la autora mezcla sus dotes como ilustradora y su capacidad fresca y actual para hablar de forma sencilla sobre temas tan complejos como la salud mental, el amor, los prejuicios, el patriarcado, su vida misma. Por eso, este libro aparece como un salto significativo en su trayectoria, pero tambi¨¦n como un ejercicio en el que ha logrado recuperar el lenguaje y un poco sobre su identidad.
En 2019, Andrade se enfrent¨® a lo que ella ha descrito como lo m¨¢s fuerte y triste que le ha sucedido en la vida. El impacto de ese episodio fue tan poderoso que no supo c¨®mo tomarlo. Durante varios a?os se refugi¨® en su casa, con sus gatos, su pareja y su pijama, y se dio cuenta de que, por primera vez, todo eso que le hab¨ªa dicho a sus lectores y lectoras sobre hacer con su dolor algo, no funcionaba, no en esas circunstancias: ¡±Fue absolutamente devastador. Todo lo que yo era colaps¨®, se muri¨®, y por ah¨ª, de paso, la escritora que yo era tambi¨¦n. No ten¨ªa palabras, jam¨¢s me hab¨ªa sentido tan despojada, como si el lenguaje me hubiera abandonado. Y no quer¨ªa decirle a la gente esas cosas que antes le dec¨ªa, como, ?hey!, convierte tu dolor en otras cosas. ?C¨®mo le voy a decir yo a la gente, si hay gente que siente estos dolores? Hay dolores con los que no hay que hacer absolutamente nada¡±, dice.
Sin el lenguaje escrito, sin las palabras a su alcance, con un sentimiento total de desconcierto y de p¨¦rdida, Andrade comenz¨® a sacar fotograf¨ªas de casi todo y lo fue convirtiendo en el material para su nuevo libro. Par¨® su investigaci¨®n de muchos a?os sumergida en textos de divulgaci¨®n cient¨ªfica, ensayos, etc, para comenzar a escribir desde su dolor, una vez que lo pudo nombrar. ¡°Supongo que debo de ser consecuente y hacer lo que digo que soy. De otra manera, ?qui¨¦n ser¨ªa?. Una escritora que no escribe. Una hija de tres madres y al mismo tiempo, hija de nadie. Demasiado mala dibujante para los que dibujan y no tan escritora para los que escriben...¡±, dice en una de las p¨¢ginas del libro.
Amalia Andrade proyecta energ¨ªa y sensibilidad, seguramente como cuando era ni?a y miraba caricaturas con la mamma. Se permite llorar a ratos y compartir con sus seres m¨¢s cercanos esos momentos que se quedan detenidos en el tiempo y que definen la construcci¨®n de los v¨ªnculos m¨¢s fuertes. Tambi¨¦n lo ha logrado transmitir a quienes la leen. ¡°Siempre pasan cosas cuando presento mis libros. Nunca me dejan conmover. Por ejemplo, cuando present¨¦ Cosas que piensas cuando te muerdes las u?as, un libro sobre mi ansiedad, me pas¨® en Bogot¨¢, que un General del Ej¨¦rcito, en uniforme, se par¨® en medio del p¨²blico, en un lugar lleno de personas, para decir ¡®hola, este libro me ha servido y quiero hablarles de mi ansiedad¡¯¡±, dice emocionada. En No s¨¦ c¨®mo mostrar d¨®nde me duele, ha aprendido finalmente a reconocer su dolor, a ponerle palabras y fotos y lo que tenga a su alcance. Ha entendido que de los dolores m¨¢s grandes, terror¨ªficos y profundos, tambi¨¦n se sale.
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