La lucha en el Mar de Cort¨¦s para revivir ¡®el acuario del mundo¡¯
El cambio clim¨¢tico ha golpeado la diversidad de Golfo de California que deslumbr¨® al ocean¨®grafo franc¨¦s Jacques Cousteau. Varias iniciativas en la zona buscan regenerar sus ecosistemas
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El Mar de Cort¨¦s, tambi¨¦n conocido como Golfo de California, muestra graves se?ales de deterioro como consecuencia del cambio clim¨¢tico y los efectos de la acci¨®n del hombre: desde la extinci¨®n de especies terrestres y acu¨¢ticas, hasta el aumento de la temperatura en ciertas zonas. ¡°Esta regi¨®n ha estado experimentando algo que ya est¨¢ aqu¨ª, no es el futuro. Durante tres d¨¦cadas ha estado incrementando la temperatura¡±, advierte Octavio Aburto, profesor en el Instituto de Oceanograf¨ªa Scripps de la Universidad de California. ¡±Hay islotes en donde desde la superficie hasta 40 metros de profundidad detectamos 30 grados de temperatura¡± se?ala.
El ¡°acuario del mundo¡±, como denomin¨® el ocean¨®grafo franc¨¦s Jacques Cousteau al Golfo de California, ya no existe como se le conoc¨ªa hace 40 a?os, pues, seg¨²n Aburto, el 80% est¨¢ da?ado. De ah¨ª que el ec¨®logo y fot¨®grafo se dedique desde hace dos d¨¦cadas al estudio de esta zona, combinando la ciencia y la investigaci¨®n con su activismo para su conservaci¨®n.
Y es que, si bien el ser humano puede destruir, ¡°tambi¨¦n puede regresar todo a como estaba¡±, asegura. Un ejemplo de conservaci¨®n y recuperaci¨®n es Cabo Pulmo, un parque nacional en Baja California Sur considerado ¨¢rea natural protegida, que resguarda un arrecife de coral que Aburto cuida celosamente junto a los lugare?os. La recuperaci¨®n de especies en esa zona de m¨¢s de 400% ha sido documentada por el cient¨ªfico mexicano y pretende ser replicada en otros lugares.
Aburto comenz¨® un fondo, con parte de la la herencia que dej¨® su amigo Walter Munk, tambi¨¦n ocean¨®grafo, a la Universidad de California, para emprender un proyecto de conservaci¨®n con comunidades del Golfo de California que se han quedado atr¨¢s. Adem¨¢s del caso de Cabo Pulmo, hay otras historias de ¨¦xito en la regi¨®n para el rescate de las especies y los ecosistemas, que se presentaron el mes pasado en la marco de la edici¨®n de 2023 del Foro Mar de Cort¨¦s.
Arrecifes artificiales que preservan peces
¡°Mi padre era pescador y un d¨ªa se dio cuenta que hab¨ªa muchos peces alrededor de las ostras de acuicultura. Despu¨¦s de a?os de prueba y error, demostr¨® que las conchas ayudan a proteger, alimentar y reproducir a los peces¡±, cuenta Masaki Katayama, presidente de la empresa japonesa Ocean Construction Company.
A partir de ese hallazgo, Katayama desarroll¨® la tecnolog¨ªa llamada Shell Nurse, arrecifes artificiales a base de conchas como un medio para aumentar la biodiversidad de especies y las poblaciones de peces. En Jap¨®n, tuvo resultados y es utilizada hasta ahora en 20.000 ubicaciones distintas. ¡°Hay un muy buen historial de mejora o aumento de la poblaci¨®n de peces en todo Jap¨®n, y debido a que estas estructuras las construyen los pescadores artesanales, es una oportunidad de obtener un ingresos adicionales¡±, dice Koichiro Ishimori, representante del proyecto en la Agencia de Cooperaci¨®n Internacional de Jap¨®n (JICA).
La innovaci¨®n se trajo a M¨¦xico en mayo de este a?o. Alrededor de 200 arrecifes artificiales se instalaron en la Bah¨ªa de la Paz, en el Golfo de California como parte de un proyecto en el que participan la JICA y la empresa Ocean Construction. Para su elaboraci¨®n, se utilizaron tres toneladas de residuos de conchas que aportaron los mismos pescadores de la zona. El espacio estar¨¢ protegido durante dos a?os para que nadie pesque en ese tiempo y pueda darse la recuperaci¨®n del ecosistema.
A tan solo tres meses de su instalaci¨®n, ya hay evidencia de un aumento en la densidad de unas nueve especies de peces. ¡°Son peces que ya exist¨ªan, pero decidieron venir. Hay una mayor congregaci¨®n de cochitos, burritos, pargo amarillo, sargentos... Ni en la Isla Esp¨ªritu Santo, en la misma bah¨ªa, que tiene zonas de protecci¨®n, hay esta densidad¡±, refiere Alejandro Robles, presidente de NOS Noroeste Sustentable, con m¨¢s de 40 a?os estudiando el Mar de Cort¨¦s.
Debido a ese resultado, el Gobierno de Baja California Sur decidi¨® financiar otros 100 arrecifes m¨¢s para tratar de recuperar las especies comerciales. ¡°La idea es llevarlo a otros sitios del Golfo para ayudar a recuperar especies sobreexplotadas, y contar con m¨¢s opciones econ¨®micas para la poblaci¨®n, pues el arrecife puede usarse para pescar, bucear, pesca deportiva, snorkelear¡±, dice Robles.
La tecnolog¨ªa puede ayudar a la productividad de unos 40.000 pescadores en el Mar de Cort¨¦s. Gracias a los arrecifes artificiales, un pescador en Jap¨®n puede vivir de la producci¨®n de 1,7 hect¨¢reas, mientras que, de media, en M¨¦xico, 50 hect¨¢reas no bastan para un solo pescador.
Robles se?ala que los arrecifes, por principio ayudan a recuperar el h¨¢bitat de las distintas especies, pero advierte que, si no cambian las causas que originaron el agotamiento de la especie, se caer¨ªa de nuevo en la sobreexplotaci¨®n. Por eso, la implantaci¨®n de la medida se acompa?a de un cambio en la gobernanza y manejo de los ecosistemas. ¡°De entrada, el hecho de que la comunidad coopere en la instalaci¨®n del arrecife lo compromete con su conservaci¨®n¡±, apunta. ¡°Cuando ya se recuper¨® la poblaci¨®n, puede regresar la pesca comercial bajo reglas del juego muy claras para evitar la sobreexplotaci¨®n¡±, indica. Adem¨¢s de la suya, son varias organizaciones de la regi¨®n que est¨¢n trabajando con las comunidades ¡°para desarrollar sus capacidades para la toma de conciencia, acuerdos colectivos, seguimiento a planes de manejo y la diversificaci¨®n de actividades, con el objetivo de disminuir la presi¨®n por pesca¡±, indica.
Al rescate del c¨®ndor californiano
Hace 21 a?os, Catalina Porras y Juan Vargas emprendieron un camino que ha implicado grandes sacrificios. ¡°Vivimos en tiendas de campa?a por mucho tiempo. Seguimos sin agua corriente y todav¨ªa no nos ba?amos todos los d¨ªas. Cada vez que cae nieve tenemos que palearla¡±, cont¨® Porras en una conversaci¨®n durante el foro. ¡°Me la tuve que fletar muchas veces con sopas Maruchan, granola y frutos secos¡±. Ella es una cient¨ªfica dedicada a la conservaci¨®n de una especie en peligro de extinci¨®n, el c¨®ndor californiano, una ave carro?era cuya envergadura puede llegar a medir tres metros.
Desde 2003 entreg¨® su vida, literalmente, al Programa de Reintroducci¨®n del C¨®ndor Californiano junto con su colega Juan Vargas. Este animal se extingui¨® en M¨¦xico hacia 1970 y en el Estado de California solo quedaban unos pocos ejemplares. El Gobierno estadounidense decidi¨® capturarlos para salvar a la especie y comision¨® a los zool¨®gicos de San Diego y Los ?ngeles empezar un programa para su crianza y conservaci¨®n que a su vez encomendaron a los expertos mexicanos en aves.
El sitio elegido hace 21 a?os para llevar a cabo el programa, liberar a las aves, y en el que han residido los cient¨ªficos fue la Sierra de San Pedro M¨¢rtir, en la pen¨ªnsula de Baja California. Desde entonces, el c¨®ndor californiano sobrevuela los cielos de la regi¨®n del Mar de Cort¨¦s. ¡°Sobrevivimos por el amor y el compromiso de recuperar una especie que se extingui¨® por culpa del ser humano¡±, dice Porras. Su amor llega al punto de poder distinguir pr¨¢cticamente a cada uno de los animales.
Desde que lleg¨® a la sierra, Juan Vargas supo que ser¨ªa un proyecto de por vida. Las aves ponen un huevo cada dos a?os y llegan a vivir hasta 70 a?os. ¡°Es muy f¨¢cil extinguir una especie y es muy complicado, volver a reintegrarla al medio silvestre. Pero en estos 21 a?os, ya me di cuenta de que s¨ª se puede, que ya lo logramos¡±, dice el conservacionista.
No es un falso optimismo. Actualmente ya hay una poblaci¨®n de 48 c¨®ndores en libertad, de los cuales dos nacieron este a?o y se espera un par de nacimientos m¨¢s el pr¨®ximo. ¡°El c¨®ndor de California es quiz¨¢ el proyecto de conservaci¨®n m¨¢s importante que tiene M¨¦xico¡±, se?ala Vargas. Pero el programa est¨¢ en riesgo por las dificultades de conseguir financiamiento.
Los cient¨ªficos no se rinden y siguen trabajando, mientras para apoyar el programa, desde la sociedad civil, un grupo de entusiastas, a trav¨¦s de la Asociaci¨®n Civil Espacios Naturales y Desarrollo Sustentable, ha organizado una campa?a de financiamiento a partir de la adopci¨®n simb¨®lica de c¨®ndores, con una donaci¨®n anual que permite dar seguimiento a la vida de una de estas aves en libertad.
Fe de erratas:
La versión inicial de este artículo incluía unas declaraciones sin atribuir que señalaban erróneamente que el Gobierno estadounidense había dejado de financiar el Programa de Reintroducción del Cóndor de California.
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