Adi¨®s a los espect¨¢culos con delfines: as¨ª es el acuario sustentable m¨¢s grande de Latinoam¨¦rica
La conservaci¨®n y la contemplaci¨®n de unas 250 especies del Mar de Cort¨¦s sustituye a los espect¨¢culos con grandes mam¨ªferos en el Gran Acuario Mazatl¨¢n, en el Estado mexicano de Sinaloa
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¡°?A qu¨¦ hora empieza el show de delfines y focas?¡±, le pregunta un ni?o de unos 7 a?os a Juan Felipe Michel, un joven psic¨®logo que trabaja en el Gran Acuario Mazatl¨¢n organizando actividades infantiles para que los visitantes m¨¢s peque?os refuercen lo que aprendieron en su recorrido. Esa es quiz¨¢ una de las preguntas que m¨¢s hacen los visitantes del acuario inaugurado el 30 de mayo en Mazatl¨¢n, en la ciudad mexicana de Sinaloa, cuyas playas ba?a el Mar de Cort¨¦s. ¡°Los pap¨¢s son los que preguntan y los ni?os, por lo tanto, tambi¨¦n¡±, dice el educador.
La pregunta es l¨®gica. Por d¨¦cadas, en M¨¦xico y el resto del mundo un acuario se entend¨ªa a partir de la extracci¨®n de especies de su h¨¢bitat natural para el entretenimiento humano, algo insostenible en el contexto de la actual depredaci¨®n del medio ambiente y del calentamiento global. Tambi¨¦n es inevitable que los visitantes pregunten por los shows, pues a unos metros del nuevo recinto est¨¢ el antiguo acuario de Mazatl¨¢n, que no hace mucho anunciaba su espect¨¢culo con delfines y lobos marinos, las guacamayas en pat¨ªn del diablo y la exhibici¨®n de ping¨¹inos, provenientes de lugares muy distintos al Mar de Cort¨¦s. De hecho, la p¨¢gina web a¨²n existe y presume del ping¨¹inario m¨¢s grande de M¨¦xico.
En los ¨²ltimos 15 a?os, organizaciones como Naciones Unidas o el Banco Mundial han llamado a las empresas a implementar f¨®rmulas de negocio sostenibles que apoyen la ¡°econom¨ªa azul¡±, con la idea de que los oc¨¦anos ayudan a frenar el cambio clim¨¢tico al absorber el 30% de las emisiones de di¨®xido de carbono.
¡°Tenemos que tener como paradigma lo que llamamos bienestar animal. No es que hagamos los acuarios y despu¨¦s pensamos qu¨¦ especie vamos a poner, sino que vemos qu¨¦ especie vamos a tener, se hace la colecci¨®n y, de acuerdo a eso, hacemos los acuarios¡±, dice Mauro Tambella, director de Operaciones del Gran Acuario Mazatl¨¢n, con 23 a?os de experiencia en estos recintos.
Ahora, los visitantes deben sustituir su expectativa de ver actuar a mam¨ªferos marinos por contemplar y aprender de unas 250 especies, todas exclusivas del Mar de Cort¨¦s ¡ªel acuario no pretende mostrar ecosistemas ajenos a la regi¨®n¡ª repartidas en 19 distintas salas, dependiendo del h¨¢bitat al que pertenecen: aguas profundas, las costas, zonas de tierra y bosques, manglares y un aviario.
¡°Nosotros trabajamos en generar una nueva mentalidad, y por eso ya no son shows. Le decimos a la gente que ahora son interacciones educativas; tampoco decimos peceras ni albergues, ahora son h¨¢bitats bajo cuidado humano¡±, dice el psic¨®logo Juan Felipe Michel. En el nuevo acuario, las personas s¨ª pueden interactuar con algunos animales, como las mantarrayas, en una sala custodiada por personal que verifica que se laven las manos antes de tocarlas.
¡°Antes solo era un centro de entretenimiento. Hoy es un medio para la conservaci¨®n. Buscamos hacerlo sustentable y lograr la rentabilidad con programas educativos a favor de la conservaci¨®n¡±, comenta Rafael Liz¨¢rraga, director general del gran acuario. El proyecto completo de 50.000 metros cuadrados incluye un centro de investigaci¨®n en donde estar¨¢n los especialistas enfocados en la generaci¨®n de programas para cuidar y preservar las especies del Mar de Cort¨¦s.
Los programas de conservaci¨®n iniciales incluyen el de las tortugas marinas, emblem¨¢ticas del mar de Cort¨¦s, y repoblaciones de especies en peligro de extinci¨®n como el botete y la r¨®balo, que son aprovechadas por el ser humano. Los programas contemplan el trabajo con los pueblos costeros para ayudarles a encontrar ingresos alternos y evitar la sobrepesca.
Suma de recursos
El acuario es parte de un plan maestro que naci¨® de un grupo de empresarios para impulsar Mazatl¨¢n como destino, con la idea de generar una oferta tur¨ªstica mayor para visitantes locales y extranjeros. ¡°Encabezados por el empresario Ernesto Coppel ¡ªpresidente de Grupo Pueblo Bonito¡ª trabajaron en un plan que incluye renovar el Parque Central, un museo y el acuario. Hoy los hoteleros, navieras y touroperadores tienen un nuevo elemento para promover Mazatl¨¢n¡±, dice Rafael Liz¨¢rraga, director general del Gran Acuario, quien calcula que el primer a?o de operaci¨®n recibir¨¢n a unos 900.000 visitantes.
Darle vida a un acuario con la idea de preservar especies y educar implic¨® una inversi¨®n de 1.800 millones de pesos (unos 104 millones de d¨®lares) bajo el esquema de asociaci¨®n p¨²blico-privada: un 30% del presupuesto proviene del Gobierno federal y el resto de Grupo Pueblo Bonito. Adem¨¢s de construir la estructura, hab¨ªa que invertir en una tecnolog¨ªa que recreara h¨¢bitats para distintas especies.
La construcci¨®n de la primera etapa recientemente inaugurada y que comprende 26.000 metros cuadrados, se inici¨® en 2017, pero la pandemia retras¨® su terminaci¨®n. ¡°De dos a?os se fue a m¨¢s de cuatro de construcci¨®n. Mucha materia prima es internacional, y no pod¨ªa llegar, y los instaladores no pod¨ªan venir hasta que hubiera vacunas¡±, cuenta Liz¨¢rraga. En el equipamiento participaron seis empresas extranjeras de Turqu¨ªa, Jap¨®n, Francia, Portugal, Dinamarca y Espa?a, pero la mayor¨ªa (36) fueron nacionales.
El dise?o arquitect¨®nico de Tatiana Bilbao incluye un edificio central de m¨¢s de 1.000 metros cuadrados que albergan tanques de exhibici¨®n con capacidad para 4,7 millones de litros de agua. El mayor de ellos tiene una altura de siete metros y una base de 13 metros. El resultado es el mayor acuario de M¨¦xico y Latinoam¨¦rica.
El edificio de hormig¨®n
El nuevo recinto rompe con el paradigma de acuario tradicional desde el mismo edificio concebido por Bilbao, una estructura multiforme y asim¨¦trica en el que el gris es el color predominante por el uso de hormig¨®n y el verde salpica algunos espacios en donde hay jardineras. El edificio cuenta con algunos ¡®muros llorones¡¯, llamados as¨ª porque corre agua sobre ellos, de hasta 20 metros de altura.
El primer paso para descubrir qu¨¦ resguarda esa gran mole gris es subir unos 50 escalones. Conceptualmente, la arquitecta imagin¨® el acuario a partir de una historia ficticia. ¡°Siempre he cre¨ªdo que la arquitectura se hace a partir de las historias que se cuentan, y que pueden suceder en ella¡±, explica. ¡°Me gusta pensar que la naturaleza tom¨® este edificio y que alg¨²n a?o fue construido para desarrollar su propia vida. Y que, cuando el mar lo sac¨® a la superficie, los humanos nos pudimos meter a ver qu¨¦ hab¨ªa pasado ah¨ª¡±, refiere Bilbao, quien dice que el proyecto tiene mucho de lo que ella imaginaba de ni?a cuando su pap¨¢ le le¨ªa a Julio Verne.
Al principio, a ella misma le confront¨® la idea de construir un acuario: ¡°Me costaba trabajo entender que ten¨ªamos que hacer un acuario, que son esos mundos en donde el hombre controla el universo y es como traer una vida que no podemos realmente vivir¡±, afirma. Pero la idea de hacer un centro de investigaci¨®n y de protecci¨®n de la vida del Mar de Cort¨¦s le permiti¨® reestructurar su pensamiento. Ser¨ªa el primer edificio creado para generar conciencia sobre una de las zonas mar¨ªtimas m¨¢s diversas e importantes del mundo, dice.
La arquitectura para Bilbao tiene la funci¨®n de crear espacios que permitan al hombre relacionarse con su entorno, en lugar de generar muros y l¨ªmites que lo hagan sentir desadaptado en el ecosistema en el que vive. ¡°El acuario, en lugar de ser un l¨ªmite para producir una extracci¨®n para consumo humano, es un medio para generar una relaci¨®n distinta con su entorno¡±, dice Bilbao.
Su equipo trabaj¨® con un grupo de expertos de otras ramas para enteder qu¨¦ necesitaban los animales que vivir¨ªan ah¨ª, qu¨¦ tipo de condiciones del agua o qu¨¦ temperatura. ¡°Y con ellos estuvimos tratando de entender qu¨¦ tipo de especies pod¨ªan habitar en los espacios¡±, a?ade.
Tras bambalinas
La sala de m¨¢quinas del acuario de Mazatl¨¢n hace recordar la de un gran buque. Entrar ah¨ª es como estar tras el escenario de un gran teatro, donde se planea lo que acontece frente al p¨²blico. Pero, ?qu¨¦ hace una sala de m¨¢quinas en un acuario? ¡°Es el cuarto de soporte de vida marina, aqu¨ª todas las m¨¢quinas nos permiten mantener vivas a las especies¡±, dice Varis Mutkilioglu, a cargo del ¨¢rea por parte de la empresa MAT Filtration Technologies.
La firma, con sede en Turqu¨ªa, se especializa en el filtrado de agua para acuarios, y fue contratada para el dise?o, suministro e instalaci¨®n de todo el sistema que consta de 200 equipos, 500 sensores, 15 kil¨®metros de tuber¨ªas, y m¨¢s de 20 kil¨®metros de cables. ¡°Es uno de los cuartos mec¨¢nicos m¨¢s grandes del mundo dedicado a un acuario¡±, dice el experto, y agrega que usaron la misma ingenier¨ªa que en acuarios de Qatar, Dub¨¢i y Estados Unidos.
Los equipos permiten configurar la calidad del agua de acuerdo con las necesidades de cada especie. El agua de mar pasa por cuatro filtros, uno de prote¨ªnas con ozono, uno biol¨®gico a base de bacterias, uno de carb¨®n activado y otro de luz ultravioleta, adem¨¢s de tener un dispositivo que regula su temperatura conforme a las necesidades de los animales.
A trav¨¦s de sensores es posible monitorear en tiempo real los par¨¢metros del agua de los distintos h¨¢bitats, su temperatura, salinidad, PH y llevar su control de manera remota en tabletas electr¨®nicas. Gracias a esa tecnolog¨ªa el acuario puede, entre otras cosas, tener un manglar vivo. ¡°Simulamos el cambio de marea como lo hace la naturaleza, tenemos un periodo de seis horas con marea alta, y en media hora entra la marea baja, con lo que permitimos que las especies se refugien en las ra¨ªces del manglar y al otro d¨ªa sube la marea otra vez¡±, explica Mutkilioglu. ?l forma parte del equipo turco que estar¨¢n por tres a?os en M¨¦xico hasta haber capacitado totalmente al personal mexicano.
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