Acapulco sin alba?iles
La reconstrucci¨®n de la ciudad tur¨ªstica se atora por falta de mano de obra cualificada
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Acapulco necesita alba?iles, herreros, plomeros, electricistas. Las ayudas econ¨®micas, dice Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, han ido llegando a las familias puntualmente, pero hay un cuello de botella en la mano de obra cualificada para emprender las tareas de reconstrucci¨®n tras el paso del hurac¨¢n Otis. Todav¨ªa los escombros est¨¢n entre los pupitres escolares y en las casas m¨¢s afectadas han empezado por el tejado para no vivir al raso. Por estas fechas, miles de mexicanos pasaban sus vacaciones de invierno en la ciudad guerrerense, pero este a?o las palapas de la playa volaron y cientos de negocios hosteleros han quedado como el pesebre de Bel¨¦n. Peor. Hasta las farolas las saquearon.
El presidente, de visita en Acapulco el mi¨¦rcoles pasado, hizo un llamado a llevar oro, incienso y mirra, es decir, solidaridad para los habitantes que estos d¨ªas cenan pavo y amanecen mirando la desolaci¨®n. Por la noche cantan villancicos y por la ma?ana lloran en silencio. ¡°Requieren ayuda, es el momento de venir a ayudar si se tiene un conocimiento en construcci¨®n, en lo que tiene que ver con herrer¨ªa, en cualquier oficio¡±, dijo el mandatario. Sin embargo, a decir de los vecinos, en la zona el dinero gana a la solidaridad, el que paga m¨¢s encuentra alba?iles, los dem¨¢s quedan a la espera. As¨ª es el mercado. Y tardar¨¢n, la meta que ha puesto el Gobierno es que para marzo se hayan reconstruido 250.000 viviendas, toda una ciudad sin mano de obra, con 52 personas enterradas y 32 todav¨ªa desaparecidas. Las buscan en el mar, a dos meses ya de la cat¨¢strofe.
La resiliencia del pueblo mexicano es grande, propia de los pa¨ªses donde la naturaleza azota sin compasi¨®n. Saben que tienen que levantarse despu¨¦s de un terremoto, volver a construir y seguir viviendo. Despu¨¦s de un hurac¨¢n, despu¨¦s de una inundaci¨®n. Caer y levantarse. Estos d¨ªas de Navidad, sin apenas luces ni adornos, Acapulco prepara sus guisos para pasar las fiestas en familia sabi¨¦ndose afortunados de que eso haya sido posible. Celebran que est¨¢n vivos.
Como prop¨®sito del nuevo a?o, el presidente asegura que las cosas se har¨¢n distintas ahora que hay que levantar desde cero las viviendas y los negocios. Es un reto enorme. El crimen organizado tiene entres sus garras a esta ciudad como casi al Estado entero. Y a pesar de la desgracia ocurrida, todav¨ªa se han dejado sentir las balas, en la misma Nochebuena. Tambi¨¦n a eso est¨¢n acostumbrados. Ser¨ªa un enorme experimento antropol¨®gico reconstruir una ciudad arrasada aprovechando la oportunidad para sacarla de la delincuencia. Dif¨ªcil, cuando el crimen es experto en adue?arse de cualquier actividad que promete dinero. La reconstrucci¨®n ser¨¢ una de las m¨¢s jugosas.
La misma naturaleza que en la madrugada del 25 de octubre mand¨® un hurac¨¢n a 250 kil¨®metros por hora regala a Acapulco d¨ªas de sol y playa todo el a?o. Esa era la raz¨®n del turismo y la suerte de quienes hoy tienen que dormir sin tejado. La joya guerrerense que ba?a el Pac¨ªfico espera un nuevo a?o donde la solidaridad tenga el nombre de oficios: el plomero, el alba?il, el herrero. Hay que reparar el Portal.
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