El conflicto armado de Chiapas traspasa fronteras y lastra el turismo mexicano
Empresas tur¨ªsticas de Francia, Inglaterra y B¨¦lgica suspenden los viajes a la selva Lacandona por la guerra entre carteles. Guatemala detiene a dos integrantes del CJNG en su territorio tras un enfrentamiento a balazos con las fuerzas armadas
El conflicto armado que sufre Chiapas empieza a ser una realidad m¨¢s all¨¢ de sus propias fronteras. Mientras el Gobierno federal y el estatal contin¨²an hablando de paz, las pruebas de que grandes regiones del Estado m¨¢s pobre de M¨¦xico est¨¢n controladas por el narcotr¨¢fico se suceden cada d¨ªa desafiando la versi¨®n oficial. El Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG), los dos grupos criminales m¨¢s poderosos de M¨¦xico, luchan por el dominio de la plaza en una guerra abierta que se est¨¢ ensa?ando especialmente con la poblaci¨®n civil, campesina e ind¨ªgena en una alt¨ªsima proporci¨®n. Las consecuencias de la violencia est¨¢n comenzando a llegar tambi¨¦n a la esfera internacional: agencias tur¨ªsticas de Francia, Reino Unido y B¨¦lgica dejar¨¢n de llevar a sus clientes a la selva Lacandona y las autoridades de Guatemala denuncian incursiones y enfrentamientos a balazos con miembros del CJNG en su territorio.
Esta semana, ATC Touroperadores, que se define como ¡°la primera empresa operadora de turismo en Chiapas desde 1984¡å, ha anunciado que ¡°las agencias francesas, brit¨¢nicas y belgas que representamos han decidido no seguir llevando turistas a toda la zona Lacandona¡±, uno de los principales atractivos del Estado. La compa?¨ªa justifica su decisi¨®n argumentando que ¡°desde hace m¨¢s de tres meses el ambiente tur¨ªstico ha sido violentado dr¨¢sticamente en algunas regiones de Chiapas¡± y ¡°derivado de situaciones que se dieron con tres grupos de franceses, que operamos en esta ¨²ltima quincena¡±, sin especificar a qu¨¦ tipo de situaciones se refiere.
Sin embargo, en el mismo comunicado, difundido en sus redes sociales, la empresa habla de incidentes con turistas extranjeros en los que los veh¨ªculos de ATC tuvieron que avanzar ¡°entre pedradas y balaceras¡±. En el escrito, la empresa tambi¨¦n se refiere a las amenazas y extorsiones del crimen organizado. ¡°Hombres armados, muy armados, te dicen: ¡®Aqu¨ª puedes pasar con turistas, pero esto tienes que pagar¡¯, y te indican la hora en que puedes entrar a Bonampak [sitio arqueol¨®gico], obviamente en carros de ellos, que pagas y te indican que tienes que pagar tambi¨¦n un guardia de seguridad que te acompa?a a huevo con el t¨ªtulo de gu¨ªa de turistas, y te piden mil pesos y no puedes negociar nada, porque tu interlocutor est¨¢ con una escuadra [pistola] en la cintura a la vista y atr¨¢s de ¨¦l otro tipo con un arma larga, y pagas o pagas y si hay ¡®operativo¡¯, pues por gusto llegaste hasta ah¨ª porque no pasas¡±.
¡°Y te das cuenta de que nativos lacandones y choles tienen fuerza ofensiva para enfrentar al mismo Ej¨¦rcito mexicano y a la Guardia Nacional, abiertamente, dices: ¡®Este Chiapas ya vali¨® madres¡¯¡±, contin¨²a el texto. En la zona afectada a la que ya no realizar¨¢ viajes ATC se encuentran los yacimientos arqueol¨®gicos de Yaxchil¨¢n y Bonampak, entre otros atractivos, ambas ruinas de la cultura maya. El Departamento de Estado de Estados Unidos pide a sus ciudadanos que ¡°extremen las precauciones al viajar al Estado de Chiapas debido al crimen¡±.
El crimen se extiende a Guatemala
Guatemala mira con recelo la frontera compartida con M¨¦xico. Las autoridades del pa¨ªs centroamericano han alertado a la Secretar¨ªa de Relaciones Exteriores mexicana por la creciente presencia de integrantes del CJNG en su territorio. El grupo criminal se ha hecho fuerte en la regi¨®n de Frontera Comalapa y Motozintla, municipios unidos por una carretera que el cartel bloquea y desbloquea a su antojo con sus propios retenes. La poblaci¨®n huye de esa zona, desplazada por la violencia y la desprotecci¨®n ante la ausencia de una presencia significativa del Estado y el miedo de ser asesinados o reclutados a la fuerza por el crimen organizado.
En concreto, en las ¨²ltimas semanas el CJNG coloc¨® un ret¨¦n en la frontera entre Motozintla, del lado mexicano, y Cant¨®n Cheguate, en el guatemalteco. De acuerdo con Milenio, los criminales iban fuertemente armados y protegidos con chalecos antibalas. Seg¨²n el mismo medio, los mismos miembros del cartel protagonizaron el primer enfrentamiento contra las fuerzas armadas de Guatemala la segunda semana de enero. Un comando cruz¨® a territorio del pa¨ªs centroamericano y se enfrent¨® a tiros con una unidad militar, que contraatac¨® y logr¨® capturar a dos de ellos. Ambos confesaron ser chiapanecos e integrantes del CJNG. La polic¨ªa localiz¨® tambi¨¦n dos casas de seguridad.
Guatemala ha desplegado 2.000 militares en Cant¨®n Cheguate. La estrategia forma parte de una operaci¨®n que ya lleva en marcha meses para reforzar la frontera compartida ante el desgobierno y la violencia que reinan en Chiapas. El pasado septiembre, las autoridades del pa¨ªs centroamericano ya anunciaron que m¨¢s de 300 soldados se hab¨ªan trasladado al departamento de San Marcos, fronterizo precisamente con Motozintla, Amatenango de la Frontera y Mazapa de Madero. En diciembre, 10 vendedores de pollo guatemaltecos desaparecieron en Frontera Comalapa. No se volvi¨® a tener noticias de ellos.
Los sucesos violentos no dan tregua a Chiapas, que lidia a diario con las consecuencias de la infiltraci¨®n del crimen organizado sin m¨¢s contrapesos por parte del Gobierno que una militarizaci¨®n al alza que, sin embargo, no consigue ¡ªo no intenta, seg¨²n las denuncias de muchas organizaciones que trabajan sobre el terreno¡ª atajar el problema. La poblaci¨®n desplazada por la violencia se cuenta en miles de personas, las masacres se han convertido en parte del vocabulario cotidiano y, en general, en la regi¨®n cunde el sentimiento de abandono y la sensaci¨®n de que la ¨²nica ley que rige el territorio es la del narco.
Hasta la Iglesia ha puesto el grito en el cielo. As¨ª lo resume la Di¨®cesis de San Crist¨®bal de las Casas en un comunicado publicado este jueves: ¡°Unimos nuestro clamor para manifestar todos los atropellos e injusticias que viven nuestros pueblos y comunidades, sobre todo la inseguridad, la violencia y la disputa territorial provocada por el crimen organizado, ante las cuales las autoridades de los tres niveles de Gobierno se ven rebasadas, permisivas o coludidas por el sistema de control que este ejerce en el territorio nacional (...) Lo anterior trae consecuencias muy fuertes para nuestros municipios y nuestros pueblos como: la violencia y enfrentamiento generados entre grupos armados y del narcotr¨¢fico, que provocan secuestros, desapariciones, desplazamientos forzados de personas y familias enteras, as¨ª como la p¨¦rdida de su patrimonio que con tanto esfuerzo han conseguido (...) Y por el miedo a represalias, la impunidad y el no ejercicio del Estado de derecho la gente no quiere denunciar. Tambi¨¦n se provoca la lucha de poderes de organizaciones, manipulados por partidos pol¨ªticos, caciquismo y empresariado¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.