La reforma de L¨®pez Obrador al Infonavit revive los anhelos de vivienda accesible para los trabajadores

El acceso a una vivienda digna y asequible ¡ªes decir, pagable¡ª para los trabajadores ha sido uno de los grandes anhelos de los movimientos obreros y democr¨¢ticos. La precarizaci¨®n laboral, el boom inmobiliario y la transformaci¨®n de la vivienda en una mercanc¨ªa (en lugar de un derecho humano) han hecho imposible que ese reclamo se haga realidad. En M¨¦xico, como en otros pa¨ªses, los trabajadores padecen la circunstancia de tener sueldos bajos frente a ...

El acceso a una vivienda digna y asequible ¡ªes decir, pagable¡ª para los trabajadores ha sido uno de los grandes anhelos de los movimientos obreros y democr¨¢ticos. La precarizaci¨®n laboral, el boom inmobiliario y la transformaci¨®n de la vivienda en una mercanc¨ªa (en lugar de un derecho humano) han hecho imposible que ese reclamo se haga realidad. En M¨¦xico, como en otros pa¨ªses, los trabajadores padecen la circunstancia de tener sueldos bajos frente a una oferta de vivienda cada vez m¨¢s cara. Esto produce la paradoja de que haya casas vac¨ªas y gente sin techo, lo mismo que mucha gente viviendo hacinada en las periferias, lejos de sus lugares de estudio o trabajo. Aunque en M¨¦xico existe desde 1972 el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), los esfuerzos del Estado para garantizar a los obreros casas dignas y accesibles han sido insuficientes.

El presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ha enviado al Congreso una reforma en la que propone que el Infonavit se convierta directamente en constructor de vivienda, un giro importante en la naturaleza del Instituto, que hasta ahora ha fungido solo como administrador del fondo para vivienda al que los patrones est¨¢n obligados a hacer aportaciones peri¨®dicas. Otra de las modificaciones propuestas es que el Infonavit ponga en renta viviendas para los trabajadores a precios controlados, ajenos a los costos del mercado inmobiliario. Esta reforma fue incluida en el paquete de iniciativas enviado por el Ejecutivo el 5 de febrero. Los partidos de oposici¨®n han anunciado que dar¨¢n sus votos al oficialismo para aprobar esta reforma constitucional. Los especialistas advierten de que los beneficios de la iniciativa ¨²nicamente alcanzar¨ªan a los empleados asalariados e independientes, y dejar¨ªan fuera a millones de trabajadores del sector informal.

Nuevo enfoque de vivienda

La propuesta del Ejecutivo plantea que el Infonavit no solo d¨¦ a los trabajadores cr¨¦ditos baratos y suficientes, sino que construya vivienda para que estos puedan comprarla o alquilarla en un ¡°esquema de renta social¡±. El trabajador con al menos un a?o de cotizaci¨®n en el seguro social ser¨¢ considerado para rentar la vivienda de la que el Infonavit es propietario. La mensualidad que pagar¨¢ no podr¨¢ exceder el 30% de su salario. Si el trabajador cumple 10 a?os rentando la vivienda, tendr¨¢ el derecho de comprarla. A este esquema tendr¨¢n acceso preferente los trabajadores con m¨¢s antig¨¹edad en la cotizaci¨®n y que no tengan casa propia. El Infonavit otorgar¨¢ cr¨¦ditos no solo para adquisici¨®n de vivienda, sino tambi¨¦n para mejoramiento o para construcci¨®n desde los cimientos.

La iniciativa reconoce que la vivienda es un factor que reduce las desigualdades, adem¨¢s de proporcionar seguridad, fortalecer la cohesi¨®n social y detonar la actividad econ¨®mica. Destaca que, en cinco d¨¦cadas, el Infonavit ha otorgado casi 13 millones de cr¨¦ditos de vivienda, y que actualmente financia a nivel nacional casi el 47% de las viviendas adquiridas. ¡°Aun con los logros alcanzados, la clase trabajadora reclama que exista mayor disponibilidad de vivienda asequible¡±, afirma el documento.

En el 21% de los hogares de M¨¦xico vive una persona que tiene ¡°necesidades insatisfechas de vivienda¡±, es decir, requiere rentar, comprar o construir una casa, afirma la iniciativa de L¨®pez Obrador a partir de cifras oficiales. Adem¨¢s, el 58% de las viviendas tiene una necesidad de construcci¨®n, ampliaci¨®n o mejoramiento. El documento se?ala que ese rezago es resultado de la din¨¢mica de producci¨®n de vivienda a nivel nacional en los ¨²ltimos a?os. Por un lado, la construcci¨®n de vivienda residencial se ha mantenido 15% debajo de los niveles previos a la pandemia de covid-19; por el otro, se ha encarecido el financiamiento para la construcci¨®n de vivienda (en 2023 se alcanzaron tasas superiores al 14%).

¡°La combinaci¨®n que resulta de baja producci¨®n, un mercado financiero costoso para financiar construcci¨®n y entornos de alta inflaci¨®n a nivel global que han afectado los precios de los insumos, marcan una situaci¨®n de lento crecimiento de la producci¨®n de vivienda y de precios elevados para adquirirla¡±, explica la propuesta. ¡°Por ello, resulta imperante dotar al Infonavit con facultades en materia de construcci¨®n para fortalecer la oferta de vivienda en beneficio de las personas trabajadoras¡±, agrega.

El documento expone que el 16% de las viviendas en M¨¦xico es alquilada. El 51% de las personas que la rentan lo hace por no tener recursos suficientes para comprarla; solo una minor¨ªa lo hace por la comodidad de estar cerca de su lugar de trabajo. ¡°Uno de los reclamos de las personas trabajadoras es que no cuentan con viviendas disponibles a precios justos y tampoco cuentan con opciones formales de arrendamiento. En el caso de la clase trabajadora, esta realidad los excluye del ejercicio de sus derechos en materia de vivienda a pesar de su contribuci¨®n al Infonavit¡±, dice la propuesta. Agrega que en la ciudad de Austria (Viena) y en la comuna Recoleta (Santiago, Chile) ya funcionan esquemas de renta social. En el primer caso, m¨¢s del 70% de las viviendas existentes cuenta con alg¨²n esquema de renta controlada y protecciones inquilinarias; en el segundo, el arriendo social no supera el 25% del ingreso de las familias.

Una casa para los obreros

Mar¨ªa Silvia Emanuelli, coordinadora en Am¨¦rica Latina de la Coalici¨®n Internacional para el H¨¢bitat (HIC, por sus siglas en ingl¨¦s), sostiene que la propuesta de L¨®pez Obrador representa un freno a la pol¨ªtica de vivienda neoliberal que estuvo vigente en M¨¦xico las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. Los mayores exponentes de ese modelo, afirma, fueron los presidentes panistas Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calder¨®n (2006-2012), en cuyas Administraciones se construyeron 10 millones de viviendas, muchas financiadas con cr¨¦ditos del Infonavit. Esas casas ¡°de inter¨¦s social¡±, como se les conoc¨ªa, ten¨ªan algo en com¨²n: eran diminutas y fr¨¢giles, y estaban localizadas en las periferias, a menudo en zonas sin servicios de agua, luz y electricidad, a horas de distancia de las ciudades.

Muchas familias se vieron forzadas a abandonar esas casas, pese a la deuda adquirida para pagarlas. A inicios del actual sexenio, el Gobierno de L¨®pez Obrador estim¨® que alrededor de 650.000 viviendas estaban abandonadas. Hasta el a?o pasado, se hab¨ªan recuperado unas 70.000 de esas casas, el 10% del total. El INEGI mostr¨® un escenario m¨¢s desolador. Seg¨²n el Censo de Poblaci¨®n de 2020, en M¨¦xico hab¨ªa m¨¢s de 6 millones de casas abandonadas, cifra que representaba el 14% del total de viviendas en el pa¨ªs. Casi de manera natural, los barrios fantasma se convirtieron en un foco de inseguridad y violencia, pues los grupos criminales se apoderaron de los sitios vac¨ªos.

¡°Hay un viraje en esta propuesta de reforma¡±, afirma Emanuelli en entrevista. ¡°Es relevante que el Estado vuelva a ser responsable de la vivienda y se ponga un alto a la mercantilizaci¨®n¡±. La especialista se?ala que por muchos a?os se aplicaron las recetas neoliberales que implicaban el desmantelamiento del Estado. ¡°El objetivo era construir much¨ªsima vivienda, de peque?o tama?o, de mala calidad, lejana, inadecuada para el sector asalariado, enriqueciendo al sector privado y sacando de la ecuaci¨®n la participaci¨®n del Estado¡±, explica. ¡°Esa se ha identificado como la primera fase de la financiarizaci¨®n de la vivienda en el pa¨ªs, o sea, la entrada de recursos burs¨¢tiles enfocados a la construcci¨®n de vivienda, que entonces se vuelve una mercanc¨ªa¡±.

Emanuelli plantea que, al margen de los aspectos positivos de la reforma, no ha quedado claro de qu¨¦ recursos dispondr¨¢ el Estado para la construcci¨®n de vivienda p¨²blica, ni si se tomar¨¢n previamente medidas para controlar el precio del suelo, que tiende a encarecer. ¡°?C¨®mo obtendr¨¢ el Estado los recursos suficientes para poder construir si el precio del suelo sigue estando sujeto al mercado?¡±, cuestiona.

Carlos Vel¨¢zquez, director general del Infonavit, se?ala que la propuesta de reforma de L¨®pez Obrador es coherente con otras medidas implementadas por el Gobierno en materia de vivienda. Por ejemplo, en este sexenio se aprob¨® congelar el monto de las mensualidades que deben pagar los trabajadores que tienen un cr¨¦dito de vivienda, y dar descuentos a quienes cubran el 90% de su deuda; tambi¨¦n se aprob¨® que el Infonavit pueda conceder m¨¢s de un cr¨¦dito a cada trabajador. ¡°Con esta reforma, se pone por primera vez en la Constituci¨®n el arrendamiento como una forma del derecho de todo trabajador a acceder a una vivienda. En segundo lugar, el mandato que ya tiene el Infonavit ¡ªdar cr¨¦ditos¡ª se complementa con la posibilidad de poder construir de manera directa y poner esas viviendas en renta¡±, explica en entrevista.

El funcionario critica la pol¨ªtica que imper¨® durante los sexenios de Fox y Calder¨®n en materia de vivienda, ¡°una visi¨®n meramente especulativa, mercantilista¡±, en la que se benefici¨® a constructoras como Geo, Urbi, Homex, que a la postre se declararon en quiebra y dejaron en el desamparo a miles de familias. ¡°Estas empresas compraban reservas territoriales a las afueras de las ciudades, muy baratas, y desarrollaban vivienda con la concepci¨®n de que el obrero va a dormir en un lado y trabajar en otro¡±, expone. ¡°El Infonavit, como instituci¨®n de Estado, se tiene que plantear la pregunta de cu¨¢l es la vivienda que se merece la clase trabajadora mexicana. La respuesta que dio el sector privado con Fox y Calder¨®n demuestra el tama?o de su desprecio por la clase trabajadora. Debemos imaginarnos que las cosas pueden ser diferentes para los obreros¡±, a?ade.

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