Culiac¨¢n: prensa, sociedad y poder¡
La falta de explicaciones oficiales sobre lo ocurrido en Sinaloa ponen a la sociedad, incluida a la prensa, en una posici¨®n parad¨®jica y riesgosa
![Polic¨ªas Estatales de Culiac¨¢n, durante un operativo en la colonia Villa Universidad.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2SPRINYBYRD6VF7JRC4KXPIKMQ.jpg?auth=3329e805acf8f05b76f3201fddc1daf41f0da0a303ca7869b0741f628d8c164d&width=414)
Tras el rapto de 66 personas en Culiac¨¢n la semana pasada, fueron los criminales, y no los gobiernos, quienes tomaron la iniciativa y el control para informar desde las supuestas causas del masivo delito hasta el alcance del mismo; en ese mundo al rev¨¦s vivimos hace rato.
El presidente L¨®pez Obrador y el gobernador Rocha fueron displicentes frente al in¨¦dito ¡ªpalabra que cuesta trabajo en estos a?os de locura criminal¡ª hecho.
In¨¦dito por lo descarado del modus operandi, el volumen de las personas privadas de su libertad, la ca¨ªda del mito de ¡°aqu¨ª no se meten con nadie, porque aqu¨ª viven¡± y, por supuesto, la flagrante omisi¨®n de la autoridad que en todo momento minimiz¨® el hecho.
Donde para nada hubo novedad fue en la explicaci¨®n del suceso. La m¨¢s clara, y que de una retorcida forma algunos encontraron tranquilizante, la dieron los delincuentes, primero con rumores de oficiosos voceros, y luego con mantas al p¨²blico en general.
Situaciones as¨ª ponen a la sociedad, incluida a la prensa, en una posici¨®n parad¨®jica y riesgosa, democr¨¢ticamente hablando. Los criminales se vuelven fuente cre¨ªble, con lo que ganan legitimidad, dada la renuncia de gobernantes a investigar, denunciar e informar.
En tal escenario, la prensa vive a contra reloj el dilema de si han de insistir primero en verificar y luego contextualizar, y solo entonces publicar lo que podr¨ªa ser cierto ¡ªlo expuesto v¨ªa narcomantas¡ª, mientras en las redes sociales esos mensajes corren a toda velocidad.
El librito dice que una prensa responsable detecta el mensaje y habla con fuentes, incluidas del gobierno, para verificarlo. Mas los gobernantes de Morena son los m¨¢s refractarios de cuantos ha habido en la alternancia al asumir su rol como eje de la informaci¨®n p¨²blica.
El librito dice que una prensa democr¨¢tica no contribuye acr¨ªticamente a dar voz a un grupo que detenta poder por medio de la violencia. El librito manda que no sean los periodistas los difusores de proclamas criminales, ni los afianzadores de una agenda delincuencial.
Del librito se desprende, finalmente, que precisamente cuanto m¨¢s lejos se quede el gobierno de su obligaci¨®n, y m¨¢xime en situaciones extremas, la prensa ha de ser a¨²n m¨¢s rigurosa en su autocontrol y en solo publicar informaci¨®n verificada y que abone a la gobernabilidad.
Porque la veracidad no es el ¨²nico criterio a la hora de decidir publicar. Eso se debe a que la prensa claro que tiene una agenda, una que cuida en todo momento los derechos de las personas y que a final de cuentas la sociedad salga beneficiada con la informaci¨®n.
A qui¨¦n le sirve que los medios solo reproduzcan veraces amenazas crudamente expuestas en mantas o en cartulinas dejadas, en no pocas ocasiones, al lado de mutilados cad¨¢veres de civiles o polic¨ªas. A los criminales, por supuesto, que usan la propaganda como uno m¨¢s de sus recursos para imponer su ley, para diseminar terror.
Para evitar que eso ocurra en situaciones donde distintas regiones del pa¨ªs son dominadas por c¨¢rteles se requiere un entendimiento, p¨²blico y productivo, entre gobiernos y medios de comunicaci¨®n, donde sin confundir cada cual su rol, s¨ª se reconozcan complementarios.
No es el caso en el sexenio de Andr¨¦s Manuel, que vive en su discurso de victimizaci¨®n permanente para anular toda cr¨ªtica, toda denuncia de negligencia, error, corrupci¨®n o siquiera insuficiencia gubernamental. Para denegar incluso informaci¨®n b¨¢sica que leg¨ªtimamente se le solicite, como en el megasecuestro en Culiac¨¢n.
Y por lo mismo el presidente se queja de la cobertura de la violencia, de que se reporte lo que pasa en Sinaloa, donde no sobra decir que el paradero de ocho de los plagiados es a¨²n incierto, cosa que, de nuevo, parece importarle nada a los gobiernos estatal y federal de Morena.
En ese marco, esta semana AMLO de nuevo lament¨® la supuesta ausencia de medios a su favor. En un intercambio con la periodista Reyna Hayde¨¦ Ram¨ªrez, digno de leerse porque el mandatario es exhibido en mentiras y contradicciones, volvi¨® a decirse acosado.
Ese debate se dio el martes, cuando el presidente retom¨® el acuerdo del 2011 para la cobertura de la violencia, firmado por medios ¡ªcon excepciones¡ª en uno de los momentos m¨¢s ¨¢lgidos de la criminalidad en el sexenio de Felipe Calder¨®n.
¡°Es hasta rid¨ªculo, porque cuando estaba la violencia desatada, cuando la guerra del narcotr¨¢fico con Calder¨®n, llam¨® a todos los medios, a los due?os y a los conductores de la radio y de la televisi¨®n. ?No tienes esa foto? Es que esto ayuda mucho¡±, dijo L¨®pez Obrador.
Reyna Hayde¨¦ Ram¨ªrez repuso: ¡°Pero ya hab¨ªa dicho usted tambi¨¦n que era bueno que hoy no se contenga ni se diga lo que est¨¢ pasando. ?O no es bueno eso, que no haya¡?
AMLO: No, que se diga todo, no, no, no.
¡ª Porque son hechos, finalmente, que est¨¢n ocurriendo, las matanzas, masacres.
AMLO: No, no, prohibido prohibir. Pero miren (muestra la foto del acuerdo) c¨®mo los ten¨ªan ah¨ª, a todos ah¨ª. Esta fue una reuni¨®n ¡ªnada m¨¢s para refrescar la memoria¡ª cuando les pidieron que no hablaran sobre la violencia. As¨ª fue, ?verdad?
Reyna Hayde¨¦ Ram¨ªrez: S¨ª, as¨ª fue.
AMLO: Ah¨ª est¨¢n todos. Bueno, y luego, hace poco ¡ª?no tienes ah¨ª el manifiesto?¡ª, estos mismos, o sus voceros, hace poco dan a conocer un desplegado ¡ªes algo incre¨ªble, kafkiano¡ª en donde sostienen que no hay equidad y que la mayor¨ªa de los medios nos apoyan a nosotros. Incre¨ªble. Menci¨®nenme tres conductores, analistas, comentaristas de televisi¨®n que est¨¦n a favor de nosotros, tres.
Reyna Hayde¨¦ Ram¨ªrez: Pero ?por qu¨¦ tienen que estar de un lado o de otro, presidente?
AMLO: Por eso. Pero el, el¡ (Y se pone a hablar del desplegado sobre supuesta falta de equidad ¡ªen detrimento de la oposici¨®n¡ª en la cobertura).
Hablando del acuerdo cuya firma Andr¨¦s Manuel resiente, cabe preguntar si en este caso no aplica la conseja popular de que lo que ¡°te choca te checa¡±, de que lo que ¨¦l quisiera es uno igualito, que su reclamo es no tener ¡°ni¡± tres medios a su favor. ?Envidia a Calder¨®n?
En estos tiempos de narcomantas que son tomadas como fuente fidedigna, cabe preguntar si AMLO no desea un acuerdo como ese que se firm¨® en 2011.
Estos son los enunciados iniciales de ese dec¨¢logo:
1. Tomar postura en contra. 2. No convertirse en vocero involuntario de la delincuencia organizada. 3. Dimensionar adecuadamente la informaci¨®n. 4. Atribuir responsabilidades expl¨ªcitamente. 5. No prejuzgar culpables. 6. Cuidar a las v¨ªctimas y a los menores de edad. 7. Alentar la participaci¨®n y la denuncia ciudadana. 8. Proteger a los periodistas. 9. Solidarizarse ante cualquier amenaza o acci¨®n contra reporteros y medios. 10. No interferir en el combate a la delincuencia. Texto ¨ªntegro aqu¨ª.
El presidente (y otros) dice que el acuerdo fue para callar a los medios. El texto est¨¢ ah¨ª y cada quien puede sacar sus conclusiones. Lo cierto es que hay que cuestionar si sirvi¨® de algo al gobierno de entonces y a los medios, es decir, a la sociedad que estos se deben, aquella intenci¨®n; como tambi¨¦n hay que cuestionar las repercusiones de la ausencia hoy de pol¨ªtica de comunicaci¨®n con respecto a hechos de los c¨¢rteles criminales, que estos aprovechan en tantos sentidos. Ver hilo de Adri¨¢n L¨®pez en X: @AdrianLopezMx
En todo caso, AMLO presume que cada quien hoy dice lo que quiera, no como en el pasado cuando seg¨²n declara hubo censura. Ante ello, el martes la reportera Reyna Hayde¨¦ Ram¨ªrez repuso en la citada ma?anera:
¡ª?Y se debe de agradecerle, presidente, porque no es como Calder¨®n o Pe?a Nieto en la cuesti¨®n de la censura?
AMLO: No, no, no, el gobernante tiene que escuchar y respetar a todos. Me gusta m¨¢s la palabra ¡®respeto¡¯ que ¡®tolerancia¡¯, porque la tolerancia es como ¡®a ver, te concedo de que hables cosas¡¯ y el respeto es m¨¢s profundo, es una obligaci¨®n que tiene un gobernante de respetar a los ciudadanos.
Reyna Hayde¨¦ Ram¨ªrez: Y no a las calumnias tambi¨¦n, presidente. O sea, lo que tenga que decir usted de un periodista, pues que se lo documenten muy bien¡ porque no¡
AMLO: Eso s¨ª te puedo decir, que cuando hablo es porque tengo pruebas.
¡ª Bueno, a m¨ª me ha calumniado tres veces.
AMLO: ?Qui¨¦n?
¡ª Usted.
AMLO: ?Yo de qu¨¦? ?Cu¨¢ndo?¡
Y as¨ª sigui¨® el di¨¢logo ese martes, uno que vuelve a poner en el centro del debate la relaci¨®n de la prensa y el gobierno en medio de circunstancias en donde los criminales secuestran a medio centenar de personas sin que el presidente o el gobernador de Sinaloa, o la de Guerrero cuando es el caso, o el de Veracruz, etc¨¦tera, perciban la violencia como una crisis.
Hechos de violencia donde al d¨ªa de hoy hay ocho v¨ªctimas ¡ªeso son independientemente de qu¨¦ hayan o no ¡°hayan hecho¡±¡ª sin aparecer en Culiac¨¢n, hechos que pronto ser¨¢n rebasados o al menos desplazados por otros similares a manos de delincuentes que saben que el gobierno es un tigre de papel de china que se victimiza frente a los periodistas, y que la prensa se la pasa m¨¢s lidiando con un presidente y unas y unos gobernadores que gustosos lo emulan en la rutina de despreciar la obligaci¨®n de informar.
Suscr¨ªbase a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y al canal de WhatsApp y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.