El Cartel de Sinaloa, cuatro facciones que se reparten el tr¨¢fico de fentanilo a Estados Unidos

La detenci¨®n de Ismael El Mayo Zambada, El Capo de Capos, representa una enorme estocada al Cartel de Sinaloa. La organizaci¨®n criminal, una de las m¨¢s importantes de M¨¦xico, resiste entre la cacer¨ªa de Estados Unidos desde hace un a?o y medio, cuando se lanzaron con todas las fuerzas en medio de una guerra contra el tr¨¢fico de fentanilo, y a la guerra interna por el control territorial. El cerco de las autoridades rindi¨® sus frutos y acab¨® este jueves con el arresto de uno de los narcotraficantes m¨¢s poderosos del pa¨ªs, que nunca hab¨ªa pisado una prisi¨®n. Fundado en los a?os ochenta en la sierra del Estado del Pac¨ªfico, este cartel se divide en cuatro facciones que se reparten el pastel del narcotr¨¢fico: una liderada precisamente por El Mayo, que ahora ha quedado hu¨¦rfana; otra de Los Chapitos, los hijos de Joaqu¨ªn Guzm¨¢n Loera; una tercera encabezada por Aureliano Guzm¨¢n, alias El Guano; y una ¨²ltima de Rafael Caro Quintero, que fue detenido en 2022 en el norte de M¨¦xico y es manejada actualmente por sus familiares.

Desde la tercera y ¨²ltima captura en 2016 de El Chapo, el Cartel del Pac¨ªfico ha acumulado persecuciones y detenciones. Al mismo tiempo que resiste la avanzada de las autoridades, se disputa el control del territorio mexicano con organizaciones rivales, lo que ha dejado una estela de sangre derramada en todo el pa¨ªs. El ¨²ltimo informe anual de la Administraci¨®n de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en ingl¨¦s) retrataba en mayo pasado la estructura criminal, creada por El Chapo, El Mayo y un grupo de narcos. ¡°No tiene un l¨ªder¡±, apuntaba la agencia antidrogas. M¨¢s bien se trata de la uni¨®n de estas cuatro facciones, que el documento asegura que son independientes, pero cooperan entre s¨ª. Al menos este es el panorama pintado a partir de la condena en 2019 de El Chapo.

¡°Esta estructura permite que los cabecillas de cada grupo independiente compartan recursos ¨Dcomo rutas de contrabando, contactos [de funcionarios] corruptos, acceso a proveedores de sustancias ilegales y redes de lavado de dinero¨D sin tener que dividir las ganancias o tener que responder a una cadena de comando principal¡±, describ¨ªa la DEA hace dos meses. La facci¨®n de Los Chapitos, era liderada por Iv¨¢n Guzm¨¢n Salazar, Alfredo Guzm¨¢n Salazar, Joaqu¨ªn Guzm¨¢n L¨®pez y Ovidio Guzm¨¢n L¨®pez. Pero los ¨²ltimos dos se encuentran actualmente detenidos. El primero fue capturado este jueves junto a El Mayo, y el segundo en un operativo del Ej¨¦rcito mexicano en enero de 2023. A todos ellos, Washington les acusan de posesi¨®n de droga con intenci¨®n de distribuirla, conspiraci¨®n para importar, manufacturar y distribuir droga, conspiraci¨®n para lavar dinero, portaci¨®n de armas y ser miembros de una empresa criminal.

La facci¨®n de El Mayo, quiz¨¢s la que se reconoce como m¨¢s poderosa en Culiac¨¢n (capital de Sinaloa), conservaba a su l¨ªder desde hac¨ªa tres d¨¦cadas, pero ya se encontraba en mal estado de salud. El capo fue acusado de tr¨¢fico de fentanilo por un tribunal de Nueva York en febrero de 2024. La tercera c¨¦lula era controlada por Aureliano Guzm¨¢n Loera, hermano de El Chapo, que controla parte del llamado Tri¨¢ngulo Dorado. A principios de este mes, las autoridades mexicanas detuvieron en un pueblo en el Estado de Durango a un hombre que operaba como jefe de seguridad de El Guano. La prensa local asegur¨® entonces que el capo, por quien el Gobierno de Joe Biden ofrece una recompensa de cinco millones de d¨®lares, logr¨® huir de los militares por las monta?as. Estados Unidos le se?ala por tr¨¢fico de hero¨ªna, coca¨ªna, fentanilo, metanfetamina y marihuana.

La cuarta facci¨®n, conocida como el Cartel de Caborca, era liderada por Rafael Caro Quintero, un antiguo aliado de los fundadores de la organizaci¨®n. Quien fuera llamado El Narco de Narcos en los a?os ochenta, fue capturado en julio de 2022. Desde que se dio la detenci¨®n, Estados Unidos ha presionado para extraditarlo con el fin de poder juzgarlo, pero el traslado permaneci¨® en suspenso por una serie de amparos. M¨¢s all¨¢ de cierta colaboraci¨®n que tuvieron entre las c¨¦lulas, la DEA apunta a que ¡°las luchas internas de poder y las alianzas fluctuantes han cuestionado la viabilidad del ¡®modelo paraguas¡±. Y describe: ¡°Los Chapitos est¨¢n en el centro de una batalla interna contra el antiguo socio de su padre, Ismael Zambada Garc¨ªa¡±. Como tambi¨¦n detallan disputas con el grupo de Caro Quintero en los Estados del norte de M¨¦xico.

La guerra contra el fentanilo se volvi¨® una prioridad para las autoridades estadounidenses, que apretaron el acelerador sobre la organizaci¨®n, acusada de ser, junto con el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n, los mayores responsables del tr¨¢fico ilegal de fentanilo. La DEA les ha acusado de causar ¡°la peor crisis de drogas en la historia de Estados Unidos¡±. En la persecuci¨®n, han intentado abarcar a todos los actores posibles. Otras detenciones que golpearon a la estructura fueron la de D¨¢maso L¨®pez, un antiguo colaborador del capo. O m¨¢s recientemente, en noviembre pasado, la de N¨¦stor Isidro P¨¦rez Salas, alias El Nini, jefe de seguridad de Los Chapitos. Como es costumbre en estas organizaciones criminales, a cada captura le sigue un reacomodo y el escenario se reescribe despu¨¦s del golpe.

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