El largo viaje a la libertad de Manuel Guerrero, preso en Qatar por ser gay: ¡°No pod¨ªa dar cr¨¦dito de lo que estaba viviendo¡±
Despu¨¦s de estar seis meses detenido, el mexicano narra por primera vez su experiencia en la c¨¢rcel y su recorrido por un camino de casi 14.000 kil¨®metros para recuperar su vida
De un mensaje en una aplicaci¨®n de ligue a la c¨¢rcel en Qatar. En apenas seis meses la vida de Manuel Guerrero Avi?a dio un vuelco, tras ser emboscado por las autoridades catar¨ªes, detenido por su orientaci¨®n sexual y protagonizar un caso que dio la vuelta al mundo y que se resolvi¨® gracias a la presi¨®n internacional. A menos de 24 horas de su regreso a M¨¦xico, le ha llegado el turno de contar su propia historia. Guerrero revela los detalles de su arresto, c¨®mo es estar preso a casi 14.000 kil¨®metros de casa y el complejo viaje hasta recuperar su libertad. ¡°Hubo tantas cosas que pasaron y que no cont¨¦, y poder hablar sin miedo de todo es una forma de sanar¡±, afirma en entrevista con EL PA?S.
A principios de febrero, un hombre contact¨® a Guerrero a trav¨¦s de Grindr, una popular aplicaci¨®n de citas entre hombres gay, para invitarlo a una reuni¨®n privada con miembros de la comunidad LGTB en Doha, la capital. Ten¨ªa un trabajo estable en una aerol¨ªnea y una ¡°vida normal¡± en Qatar. Hab¨ªa vivido ah¨ª desde hace siete a?os, tiempo suficiente para descifrar los c¨®digos y las reglas no escritas para mantenerse lejos de problemas. Una de ellas era conocer a otros hombres a puerta cerrada, en casa, para no levantar sospechas de las autoridades. El pa¨ªs ¨¢rabe es una monarqu¨ªa absoluta regida por una interpretaci¨®n puritana de la ley isl¨¢mica, que considera que la homosexualidad es un ¡°pecado¡± y la castiga hasta con siete a?os de c¨¢rcel.
La invitaci¨®n era una trampa y el hombre con el que hab¨ªa estado chateando era, en realidad, un polic¨ªa. ¡°Nunca me pas¨® por la cabeza que me estaba metiendo en alg¨²n problema y al principio, me cost¨® asimilar que todas las conversaciones que tuve con ¨¦l hab¨ªan sido falsas¡±, cuenta. Tras ser detenido junto a un ciudadano marroqu¨ª que iba a ir tambi¨¦n a la reuni¨®n, el primer instinto de Guerrero fue tratar de explicar que no hab¨ªa hecho nada malo. ¡°Ilusamente, pens¨¦ que dialogando pod¨ªa convencerlos de que no hab¨ªa hecho nada malo, pero creo que compliqu¨¦ m¨¢s las cosas¡±, lamenta. ?l y su acompa?ante fueron detenidos el pasado 4 de febrero. Seg¨²n esta versi¨®n, los agentes les sembraron metanfetaminas y los acusaron de posesi¨®n de drogas para justificar el arresto.
¡°El primer shock de realidad fue estar en el centro de detenci¨®n¡±, afirma. ¡°Ves a un mont¨®n de polic¨ªas haciendo trabajo en cubierto en Grindr y otras aplicaciones, y te das cuenta de que no eres el ¨²nico, que hay un modus operandi, que as¨ª buscan a la gente¡±, agrega. En 2021, un a?o antes del Mundial de F¨²tbol, Qatar reconoci¨® ante el Comit¨¦ de Derechos Humanos de Naciones Unidas que al menos ocho personas estaban presas por ¡°homosexualidad¡±, seg¨²n un estudio de la Asociaci¨®n Internacional de Personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales. El colectivo ha denunciado tambi¨¦n que las autoridades someten a miembros de la comunidad LGTB a ¡°terapias de conversi¨®n¡±, para ¡°corregir su orientaci¨®n sexual¡±, contra su voluntad despu¨¦s de arrestarlos.
Guerrero pas¨® los primeros siete d¨ªas despu¨¦s del arresto encerrado junto a m¨¢s de 40 personas, a pesar de que la celda ten¨ªa capacidad para 12 reos. Compart¨ªa un colch¨®n individual con otros cuatro presos. El acceso al agua en la c¨¢rcel estaba a consideraci¨®n de los custodios. Recib¨ªa comida de mala calidad y ten¨ªa que comer con las manos, en hacinamiento. Las condiciones insalubres hab¨ªan hecho que el lugar se llenara de cucarachas.
¡°No pod¨ªa dar cr¨¦dito a lo que estaba viviendo¡±, afirma. ¡°Qatar es uno de los pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo y me imaginaba que, por lo menos, iba a garantizar que cont¨¢ramos con las condiciones m¨¢s b¨¢sicas, no lo pod¨ªa creer¡±. Guerrero asegura que fue testigo de c¨®mo fustigaban a otros presos y que, incluso, recibi¨® amenazas de ser golpeado con un l¨¢tigo si no entregaba una lista de contactos de la comunidad gay en Qatar.
Guerrero tambi¨¦n sufri¨® el estigma de ser VIH positivo. ¡°Cuando se confirm¨® mi condici¨®n m¨¦dica, fui puesto en una celda de castigo durante cuatro d¨ªas¡±, relata. El mexicano de 45 a?os fue confinado en aislamiento en un nicho m¨¢s peque?o, donde las luces no se apagaban y una c¨¢mara de seguridad segu¨ªa sus pasos las 24 horas. La prohibici¨®n de la homosexualidad en Qatar ha sido campo f¨¦rtil para los tab¨²es y prejuicios. ¡°Los guardias no quer¨ªan darme de comer ni beber porque ten¨ªan miedo de infectarse cuando me pasaban la comida, por un tema de ignorancia¡±, afirma.
Cuando el doctor confirm¨® que no hab¨ªa riesgo de contagio fue sacado de la celda de aislamiento. Durante los primeros d¨ªas, las autoridades catar¨ªes le permit¨ªan todav¨ªa tener acceso a cartas de amigos y familiares, pero conforme el caso lleg¨® a los medios y aument¨® la presi¨®n internacional para pedir su liberaci¨®n, las condiciones empeoraron. En un punto del proceso, le prohibieron tambi¨¦n tener llamadas y visitas de sus familiares, y se le neg¨® el acceso a los medicamentos que necesita. El proceso estuvo plagado de denuncias de tortura e irregularidades, que fueron desechadas por la justicia de Qatar. La embajada del pa¨ªs ¨¢rabe en M¨¦xico no emiti¨® ning¨²n comunicado oficial durante el proceso judicial de Guerrero.
Afuera de la c¨¢rcel, las primeras semanas tambi¨¦n estuvieron marcadas por la incertidumbre. Guerrero tiene pasaporte brit¨¢nico y mexicano, y al principio, las autoridades de M¨¦xico argumentaron que ten¨ªan dificultades para brindar la protecci¨®n consular porque estaba registrado como residente del Reino Unido en Qatar, pero despu¨¦s pudieron dar acompa?amiento puntual al caso. Su familia y colectivos en defensa de los derechos humanos bloquearon Paseo de la Reforma, una de las avenidas m¨¢s conocidas de Ciudad de M¨¦xico, y protestaron afuera de la embajada brit¨¢nica para exigir a las autoridades que lo apoyaran. Tambi¨¦n llevaron el caso a los medios y a las redes sociales, con consignas como ¡°ser gay no es un delito¡± y ¡°Qatar debe liberar a Manuel¡±, que se volvieron virales. El asunto lleg¨®, adem¨¢s, a los Parlamentos de ambos pa¨ªses, con peticiones de informes oficiales sobre el seguimiento diplom¨¢tico y los contactos con las autoridades catar¨ªes.
El proceso judicial contra Guerrero empez¨® sin que tuviera acceso a un abogado ni a un traductor, pero la barrera del idioma se extendi¨®, incluso, cuando ten¨ªa representaci¨®n legal. ¡°Est¨¢s en una posici¨®n s¨²per vulnerable, todo pasa en ¨¢rabe, no entend¨ªa nada¡±, comenta. En una ocasi¨®n, el juez le pregunt¨® en ingl¨¦s si quer¨ªa decir algo para defenderse y ¨¦l s¨®lo contest¨® que era inocente. ¡°Eso ya lo dijeron, ya lo dijeron¡±, lo reprendi¨® el juez. Amparados en el sistema legal del pa¨ªs ¨¢rabe, los fiscales tampoco tuvieron que explicar, por ejemplo, por qu¨¦ quieren mantenerlo en prisi¨®n preventiva. Las leyes de Qatar no los obligan a hacerlo. ¡°Pensaba en mi madre, en mi hermano, en mis amigos, en toda la gente que estaba luchando por m¨ª, sent¨ªa que no pod¨ªa defraudarlos y eso es lo que me permiti¨® salir adelante¡±, cuenta. El personal consular de M¨¦xico apoy¨® en facilitar traducciones, darle informaci¨®n sobre sus derechos y conseguir sus medicamentos.
Tras negarle la fianza, el tribunal le permiti¨® seguir su proceso en libertad en marzo pasado. ¡°No sab¨ªa que iba a ser liberado, un guardia me pidi¨® que empacara mis cosas y me dijo ¡®te vas en libertad¡¯, no lo pod¨ªa creer, fue un sentimiento incre¨ªble¡±, cuenta. El caso, sin embargo, segu¨ªa abierto. En junio pasado, Guerrero fue condenado por posesi¨®n de drogas a una multa de 10.000 riales catar¨ªes (unos 50.000 pesos mexicanos), seis meses de c¨¢rcel ¡ªque quedaron suspendidos¡ª, y la deportaci¨®n. El acusado apel¨® la sentencia para limpiar su nombre y denunciar violaciones a sus derechos humanos, pero el tribunal ratific¨® la condena el pasado 1 de agosto. ¡°Sigo afirmando mi inocencia y mantengo que fui acusado y condenado injustamente¡±, dijo en un comunicado.
Guerrero pag¨® la multa y abandon¨® Qatar la semana pasada, tras recibir apoyo de los consulados brit¨¢nicos y mexicanos. Pas¨® un par de d¨ªas en Londres para someterse a revisiones m¨¦dicas y reunirse con amigos que lo han acompa?ado en el proceso. Finalmente, aterriz¨® en M¨¦xico el lunes por la noche, donde ofreci¨® una conferencia de prensa apenas unas horas m¨¢s tarde. ¡°Agradezco profundamente a quienes han sido parte de esta lucha¡±, dijo conmovido.
¡°Mi esperanza es que mi historia sirva como un catalizador para un cambio necesario y que juntos podamos construir un mundo m¨¢s justo para todos¡±, afirm¨® en su primera aparici¨®n frente a los medios. El Comit¨¦ Manuel Guerrero, que coordin¨® las acciones para exigir su regreso a casa, se ha convertido en el Centro Xuma, una organizaci¨®n de derechos humanos especializada en v¨ªctimas de detenciones arbitrarias. Al frente est¨¢ Enrique Guerrero, su hermano, que tambi¨¦n fue v¨ªctima de detenci¨®n ilegal, pero en M¨¦xico.
¡°Sigo tratando de asimilar las cosas, pero estoy contento¡±, confiesa. Manuel Guerrero declar¨® que seguir¨¢ alzando la voz contra la discriminaci¨®n contra la comunidad LGBT y el estigma que sufren los portadores de VIH, pero tambi¨¦n quiere dar vuelta a la p¨¢gina. Su prioridad es sanar la herida de todo lo vivido, reencontrarse con sus familiares y amigos, y retomar su carrera profesional. ¡°No quiero que este caso me defina, salgo de esto como una persona con m¨¢s madurez, car¨¢cter y fuerza para salir adelante, mi personalidad siempre ha sido tratar de ver el lado positivo de las cosas¡±, zanja. ¡°Quiero cerrar este ciclo y continuar con mi vida¡±, dice antes de despedirse.
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