Los vecinos de Chalco, despu¨¦s de 20 d¨ªas bajo aguas negras: ¡°El olor da ganas de vomitar¡±
Unas 2.000 viviendas est¨¢n inundadas por el colapso de los drenajes, a causa de la suciedad y las fuertes lluvias. Un largo operativo, del Estado de M¨¦xico y el Ej¨¦rcito, intenta sin ¨¦xito bajar el nivel del agua
Felipe Delgadillo agarra fuerte sus bolsas del mercado. Tiene razones: va sentado en la punta de una lancha de Protecci¨®n Civil y debajo hay m¨¢s de un metro de aguas negras. Ahora, para algo tan sencillo como comprar, trabajar o, incluso, ir al ba?o, los vecinos de Culturas de M¨¦xico, en Chalco, dependen de los botes que ha puesto el Gobierno del Estado de M¨¦xico. Es eso o atravesar las aguas fecales que han inundado su colonia y otra decena de alrededor. El Gobierno municipal cifra en 2.000 las viviendas afectadas, en total, m¨¢s de 7.600 personas. El colapso de los drenajes, a causa de la suciedad y de las fuertes lluvias, impide que despu¨¦s de tres semanas el nivel del agua baje. Felipe, de 61 a?os, agradece con unos refrescos a los funcionarios que lo han trasladado y se despide amable con la mano antes de entrar a su casa: el agua ya le llega a la rodilla.
Dicen los vecinos que fue una tormenta fuerte, pero nada m¨¢s eso. En una regi¨®n donde llueve de forma continua durante m¨¢s de tres meses, no asustan los aguaceros, aunque lleven a?os peleando contra las inundaciones. Sin embargo, no recuerdan nada igual a lo que pas¨® la noche del 26 de julio. El agua subi¨®, subi¨®, y ya no baj¨® m¨¢s. Desde entonces, como piezas de domin¨®, una tragedia ha tra¨ªdo otras.
Se han disparado las enfermedades respiratorias, digestivas y cut¨¢neas, los vecinos tienen diarrea y hongos en las piernas, les salen ronchas a los beb¨¦s. Las coladeras borbotean agua sucia sin cesar; no pueden abrir los grifos para lavarse las manos, ni limpiar los trastes, ni la ropa. Tampoco pueden ducharse ni ir al ba?o: no se puede tirar de la cadena. M¨¢s de 1.100 personas han sido evacuadas ¡ªse han ido con familiares o a algunos de los tres albergues habilitados¡ª, pero muchos no quieren abandonar sus casas y dejarlas a merced de los pillajes. Pedro, Diego y Jos¨¦ Dagoberto han perdido sus trabajos. No consiguieron llegar a tiempo a trabajar a la obra, al almac¨¦n, a la venta: depend¨ªan de las lanchas gubernamentales para salir a suelo firme si no quer¨ªan llegar mojados y sucios. Los patrones les perdonaron un d¨ªa, ya no m¨¢s. Como ellos, muchas familias se han quedado sin su ¨²nica fuente de ingresos, en una localidad donde el 60% de los habitantes ya est¨¢ en condiciones de pobreza.
Chalco, situado a unos 30 kil¨®metros de Ciudad de M¨¦xico, creci¨® hace unas tres d¨¦cadas para albergar a las oleadas de habitantes que llegaban a trabajar a la capital. Ahora, en el municipio viven m¨¢s de 400.000 personas, muchas desperdigadas entre los cerros, en construcciones irregulares y amontonadas. Sin embargo, la colonia Culturas de M¨¦xico es una cuadr¨ªcula perfecta, situada en la parte baja de la localidad. Esa localizaci¨®n, apunta Pedro Rodr¨ªguez, es uno de los problemas. Toda el agua, de lluvia y de los desag¨¹es de las colonias de m¨¢s arriba, les llega a ellos. Y ya no se va, porque no tiene por d¨®nde escapar. Ense?a fotos de su sala de madera, donde el agua oscura ondea entre los cajones superiores. Salv¨® el microondas, pero el refrigerador y la estufa ya se echaron a perder. La misma historia se repite en cada cuadra de la colonia Culturas de M¨¦xico, la m¨¢s afectada.
El agua llega casi a la cintura en casa de Flor Fabiola Flores, de 39 a?os, quien vive con sus hijos y su madre: ¡°Ya no se ve la taza del ba?o¡±. Sale cada d¨ªa con botas de agua para ir a trabajar a su puesto de seguridad, y volver con comida a la planta de arriba de su vivienda, donde llevan tres semanas viviendo. Ense?a los granos por su cuerpo y reconoce que le dan miedo las infecciones. La enfermera Daniela Pareja, del Centro de Salud de Cuatro Vientos, forma parte de los equipos m¨¦dicos desplazados por el Gobierno para atender a los vecinos. Lo principal, cuenta, es vacunarles del t¨¦tanos y contra el neumococo. Flor cree que lo peor es el hedor: ¡°El olor nos da ganas de vomitar¡±. ¡°Mi casa huele como si estuvieras dentro de un ba?o p¨²blico¡±, apunta Diego Casta?eda, de 27 a?os. El agua estancada en su casa llega hasta el ombligo: ¡°Lo peor es que el nivel no baja, sino que sigue subiendo¡±. Todos reclaman soluciones al Gobierno de la morenista Delfina G¨®mez.
Un tap¨®n de 50 metros
El obst¨¢culo principal es un tap¨®n gigantesco de basura ¡ªde 50 metros de largo y 2,4 metros de di¨¢metro, seg¨²n el Gobierno del Estado de M¨¦xico¡ª que obstruye el Colector Solidaridad, el ca?o central por el cual se desaguan los desechos en el municipio. El Ejecutivo estatal lleva tres semanas tratando de desazolvar, sin ¨¦xito. Tambi¨¦n se est¨¢ trasladando el agua con maquinarias de bombeo a otros puntos. Pero la lluvia no da tregua. ¡°Se saca algo de agua, llueve y se vuelve a llenar¡±, explica un miembro del Ej¨¦rcito, destinado a la limpieza de la zona. Los militares, agentes estatales y de Protecci¨®n Civil con los que habl¨® este peri¨®dico calculan que faltan todav¨ªa otras dos semanas de trabajo.
El presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha dicho en su conferencia matutina que se trata de un problema ¡°estructural, de fondo¡±: ¡°Porque es un drenaje con dimensiones muy limitadas, muy peque?o, que fue rebasado. Adem¨¢s, tambi¨¦n, con problemas de basura. O sea, es un drenaje de muy poco di¨¢metro para todo lo que ha estado lloviendo. Tambi¨¦n es una zona baja. Se requiere buscar una soluci¨®n de fondo, pero ya se est¨¢ atendiendo y lo vamos a seguir haciendo¡±
Esta tuber¨ªa principal arrastra muchos problemas en sus m¨¢s de 30 a?os de uso, ha explicado el alcalde de Chalco, Miguel Guti¨¦rrez, en un comunicado. Adem¨¢s del tap¨®n, el colector tiene tres hundimientos y varias ¡°contrapendientes de hasta 2,2 metros¡±. ¡°Con una longitud de tres kil¨®metros, recibe aguas combinadas de los municipios de Chalco y Valle de Chalco¡±, explica Guti¨¦rrez, que se?ala que la infraestructura, construida en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, estaba pensaba para una poblaci¨®n mucho menor. ¡°Hace 27 a?os se asentaron viviendas de manera irregular sobre el colector, por lo que desde ese entonces ha complicado las labores de reparaci¨®n y mantenimiento. Las caracter¨ªsticas actuales de esta infraestructura no permiten el desalojo efectivo de las aguas, lo que ha provocado inundaciones desde hace aproximadamente 14 a?os¡±, apunta.
El colector es un viejo problema conocido. En noviembre de 2022, con el PRI de Alfredo del Mazo al frente del Gobierno del Estado, se anunci¨® una megaobra de 115 millones de pesos (unos seis millones de d¨®lares) para remodelarlo, alargarlo y facilitar la salida del agua. Deb¨ªa estar listo en ocho meses, dijeron entonces las autoridades locales y estatales. Sin embargo, la obra fue detenida y se encuentra, todav¨ªa, al 40%. Ahora, para los vecinos de Chalco, ya es tarde.
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