Glen Matlock, de Sex Pistols: ¡°Johnny Rotten escribi¨® grandes canciones, pero no quieres estar de gira en una furgoneta con alguien como ¨¦l¡±
El fundador de la primera banda de punk de la historia habla en entrevista con EL PA?S sobre sus or¨ªgenes, la accidentada historia del grupo y su pol¨¦mico m¨¢nager: ¡°Puede que Malcolm McLaren nos utilizara, pero nosotros tambi¨¦n le utilizamos¡±
Un chaval de clase obrera de un barrio del noroeste de Londres baja de un autob¨²s en Kings Road en 1974 y la historia de la m¨²sica cambia. Es hijo del delegado sindical de una f¨¢brica en esos a?os calientes de huelgas, piquetes y esquiroles, aunque ¨¦l, Glen Matlock, lo que quiere es estudiar arte, como la mayor¨ªa de sus ¨ªdolos. Recuerda el fr¨ªo en casa en invierno, los apuros para pagar la factura de la luz, la peque?a radio escondida bajo la almohada para sintonizar por la noche a los Stones, los Yardbirds o los Kinks. Ya ha alucinado con David Bowie en su reconversi¨®n a Ziggy Stardust, con el rock macarra de The Faces y Lou Reed. Aporrea un bajo de d¨¦cima mano en su dormitorio cuando los trabajillos que se busca para costear discos raros se lo permiten.
A Kings Road va porque alguien le dice que hay una tienda de ropa distinta, a medio camino entre la moda skinhead y la vanguardia neoyorquina, vintage pero rompedora. Sus due?os son la dise?adora radical Vivienne Westwood y su pareja, Malcolm McLaren, un hombrecillo extra?o y pelirrojo. Todo es demasiado caro para su bolsillo, pero hay una vacante y el puesto es suyo. En la tienda, que poco despu¨¦s cambiar¨¢ el nombre a SEX, su trabajo principal es vigilar a un par de delincuentes juveniles que intentan desvalijarla habitualmente, Steve Jones y Paul Cook. Adem¨¢s de h¨¢biles ladrones, tienen una banda de rock, pero les falla el bajista. Matlock, Jones y Cook hablan un poco, descubren que escuchan a los mismos grupos. Matlock se une. Acaban de nacer los Sex Pistols.
¡°?ramos unos ni?os, adolescentes, y est¨¢bamos tratando de encontrar nuestro camino en el mundo. No ten¨ªamos mucho dinero, pero s¨ª alg¨²n contacto, y quer¨ªamos hacer cosas. De alguna manera fue natural, nos buscamos porque nos sent¨ªamos diferentes a las personas con las que hab¨ªamos crecido, que quer¨ªan un trabajo normal, hacer lo que se esperaba de ellos¡±, recuerda Matlock, mucho tiempo despu¨¦s, a sus 68 a?os, durante una entrevista con EL PA?S en el Hay Festival de Quer¨¦taro. Ha venido a presentar su autobiograf¨ªa, Triggers (Nine Eight Books, 2024, sin traducci¨®n al castellano). Ya tiene el pelo cano, bigote, camisa negra desabotonada hasta el pecho y un peine de bolsillo que saca para posar a lo John Travolta para las fotograf¨ªas. Los a?os pasan pero la chuler¨ªa sigue intacta.
El grupo empieza a ensayar, aunque ninguno sabe tocar demasiado. Tampoco es que importe. En el Londres de finales de los 70 el viento ha cambiado de direcci¨®n, la m¨²sica se electrifica, todo lo anterior es rechazado. Hay en el aire algo que huele a nuevo, por estrenar. ¡°El viejo imperio se desmoronaba. No ¨ªbamos a ser tan maleables como la generaci¨®n anterior¡±, escribe Matlock. Lo importante es tener una visi¨®n diferente. Ellos la tienen. La soltura de Jones y Cook para robar instrumentos en conciertos ajenos ¡ªentre ellos uno de Bowie¡ª hace lo dem¨¢s. McLaren, un amante de la provocaci¨®n con alma de situacionista, se vuelve una suerte de m¨¢nager. Una de sus primeras ¨®rdenes es expulsar al cantante Wally Nightingale, un chaval sin suerte que nunca logra superar sus adicciones y muere a?os despu¨¦s, demasiado joven.
El sustituto es otro desarrapado de los que se dejan caer por SEX, John Lydon. Su audici¨®n es en un bar. Lydon se presenta con una camiseta en la que dice ¡°I hate Pink Floyd (odio a Pink Floyd)¡±. Las credenciales est¨¢n claras. Una canci¨®n de Alice Cooper en la gramola, Lydon berreando sobre ella. Jones, para marcar territorio, vacila al nuevo diciendo que sus dientes parecen podridos (rotten, en ingl¨¦s). Y ah¨ª nace Johnny Rotten, uno de los cantantes m¨¢s influyentes y pol¨¦micos del siglo XX. El grupo empieza a tocar en universidades y garitos mal iluminados del Soho londinense. La mayor¨ªa de la composici¨®n musical recae en Matlock, las letras, en Lydon. Se necesitan, pero desconf¨ªan el uno del otro.
¡°Los Kinks inventaron el punk¡±
En esa ¨¦poca McLaren viaja entre Londres y Nueva York, donde tambi¨¦n es m¨¢nager de los New York Dolls durante su ca¨ªda y disoluci¨®n, en parte por su culpa. Hace de conexi¨®n entre dos escenas musicales con miles de kil¨®metros de diferencia pero mucho en com¨²n, que, en paralelo y sin escucharse unos a otros, est¨¢n dando a luz a un nuevo sonido bastardo del rock and roll: el punk. Gracias a McLaren, los Pistols son de los primeros en Europa en descubrir a Tom Verlaine y Richard Hell, Blondie, Talking Heads. ¡°?ramos conscientes de que algo estaba pasando en Nueva York. Lo curioso era que ninguno de ellos hab¨ªa grabado ning¨²n disco. No ten¨ªamos ni idea de c¨®mo sonaban, solo hab¨ªamos visto un par de fotograf¨ªas, pero en esa ¨¦poca nosotros ya est¨¢bamos tocando¡±, apunta Matlock.
Uno de los debates m¨¢s inacabables y aburridos del punk es establecer qui¨¦n fue la primera banda, el sonido original. La gran batalla se suele disputar entre los Sex Pistols y los Ramones. ¡°Estuve charlando con Steve Jones justo antes de venir y me dijo: ¡®Estoy harto de eso de que los Ramones inventaron el punk. Nosotros ¨¦ramos punks en 1975¡ä, y lo ¨¦ramos. Pero ellos tampoco sab¨ªan de nosotros, as¨ª que fue una feliz coincidencia. Creo que los dos empezamos al mismo tiempo, ignorando felizmente la m¨²sica del otro, pero yo intu¨ª algo. En Inglaterra, tal vez fuimos los primeros. En Estados Unidos se podr¨ªa discutir, pero yo siempre digo que la primera banda de punk rock, antes de los Pistols o los Ramones, en realidad fueron los Kinks¡±, tercia el m¨²sico.
El 1 de diciembre de 1976, Freddie Mercury tiene que cancelar una entrevista en Thames TV con Bill Grundy, periodista de la vieja escuela sin muchas ganas de trabajar esa noche. El recambio de ¨²ltima hora son los Pistols, que se presentan medio borrachos y con un s¨¦quito de punks adolescentes mal vestidos y peor encarados. Grundy huele sangre, provoca a los punks. En unos segundos, Rotten dice shit (mierda) dos veces en directo en la puritana televisi¨®n brit¨¢nica y Jones llama a Grundy dirty old man, dirty bastard, dirty fucker, fucking rotter (sucio viejo, sucio bastardo, sucio cabr¨®n, jodido podrido). Todas palabras terminantemente prohibidas. La carrera de Grundy muere con ese programa. La de los Sex Pistols estalla.
¡°Todo cambi¨® dr¨¢sticamente cuando hicimos el famoso programa. Pasamos de las p¨¢ginas de las revistas de m¨²sica a la portada de todas las noticias nacionales¡±, recuerda Matlock. Al d¨ªa siguiente, el Daily Mirror abre su edici¨®n con una foto de los Pistols y el ic¨®nico titular: ¡°La mugre y la furia¡±. El resto de grandes peri¨®dicos lucen encabezados parecidos. Hay un nuevo enemigo p¨²blico en el pa¨ªs. La discogr¨¢fica EMI rompe el contrato que acaba de firmar con ellos, pero no es m¨¢s que una piedra en el zapato. McLaren da un paso al frente y aprovecha el esc¨¢ndalo. Sus caras est¨¢n en todas partes. En pocos d¨ªas venden m¨¢s de 50.000 copias de su primer single, Anarchy in the UK.
Matlock empieza a ver en sus compa?eros comportamientos raros que le recuerdan a cuando echaron a Nightingale. Intuye lo que viene. Rotten, con el apoyo de McLaren, est¨¢ intentando expulsarle de los Sex Pistols para meter en su lugar a su amigo John Ritchie, al que la historia recordar¨¢ como Sid Vicious. Un inadaptado que no tiene ni idea de qu¨¦ hacer con un bajo entre las manos, pero se ve bien en una chupa de cuero y casa mejor con los delirios est¨¦ticos de McLaren. Matlock decide dejar el grupo. ¡°Despu¨¦s de que hici¨¦ramos el programa de Bill Grundy y la cara de John apareciera en los peri¨®dicos, la din¨¢mica de la banda cambi¨®, se volvi¨® muy cabez¨®n. Hab¨ªa algo en ¨¦l que no me gustaba, pero no terminaba de entender por qu¨¦. Creo que mirando hacia atr¨¢s nunca me pareci¨® sincero, y ahora que va por ah¨ª con una gorra de MAGA [Make America Great Again, el lema de campa?a de los seguidores del ultraderechista Donald Trump en EE UU] y apoyando el Brexit, ha confirmado mis sospechas¡±.
¡°Sid Vicious era un idiota simp¨¢tico, pero sab¨ªa cantar¡±
En 1977, sacan su ¨²nico disco de estudio, Never Mind the Bollocks, Here¡¯s the Sex Pistols. Matlock no llega a grabarlo, pero la m¨²sica de casi todas las canciones es suya. Ese a?o el grupo hace su primera gira por Estados Unidos. Ser¨¢ la ¨²ltima. No se soportan entre ellos, las drogas toman el control. Se separan y cada uno se va por su camino. Sid Vicious morir¨¢ en 1979 de una sobredosis en Nueva York. ¡°Fue como ver descarrilar un tren lentamente¡±, dice Matlock. Unos meses antes su novia, Nancy Spungen, muere en una habitaci¨®n del Hotel Chelsea. Sid es acusado de su asesinato, aunque la noche es turbia y nadie tiene claro qu¨¦ ha pasado. Muchos a?os despu¨¦s, se escribir¨¢n libros y se rodar¨¢n documentales tratando de descifrar qu¨¦ pas¨®. Nadie lo lograr¨¢. Es el gran misterio sin resolver del punk rock.
Cuando Matlock deja los Pistols monta otro grupo, Rich Kids, con cierto ¨¦xito en Inglaterra. Guarda rencor hacia McLaren, que difunde en prensa la idea de que el resto de la banda ha decidido expulsarle porque le gustan demasiado los Beatles, fruta prohibida para un punk. Con Sid Vicious, sin embargo, no tiene la relaci¨®n antag¨®nica que todo el mundo le supone. ¡°Sid era mi vecino, viv¨ªa a la vuelta de la esquina y nos ve¨ªamos todos los d¨ªas en el pub. Era muy raro sentarnos juntos fingiendo ser enemigos cuando ¨¦ramos como... Ya sabes, no me parec¨ªa el mejor t¨ªo del mundo, pero no estaba tan mal. Pensaba que era un idiota simp¨¢tico. Pero sab¨ªa cantar¡±.
Con los a?os hay idas y venidas, l¨ªos judiciales por los derechos de las canciones. Matlock nunca deja de tocar por su cuenta. Ser¨¢ bajista de Iggy Pop, de Johnny Thunders, de Primal Scream, de Blondie. En 1996, los Pistols hacen su primera gira de reuni¨®n, con Matlock de nuevo a las cuatro cuerdas, ¡°b¨¢sicamente porque el dinero en juego era un oferta que no pod¨ªamos rechazar¡±. Les seguir¨¢n m¨¢s tours en 2002 y 2007, pero las tensiones entre Matlock, Jones y Cook con Rotten crecen. ¡°Cuando John y yo nos conocimos ¨¦l era un tipo genial e interesante. Pero algo cambi¨®. Fue una pena porque al principio ten¨ªamos una qu¨ªmica muy real. Era muy bueno en el escenario y escribi¨® grandes canciones, pero no quieres estar de gira en la parte trasera de una furgoneta con alguien como ¨¦l¡±. De hecho, Rotten viajaba y dorm¨ªa separado de sus compa?eros.
McLaren muri¨® en 2010. D¨¦cadas antes, en una de sus habituales boutades, hab¨ªa asegurado que los Sex Pistols fueron un montaje dise?ado por ¨¦l. En los relatos de los supervivientes, el m¨¢nager es el malo de la pel¨ªcula. ¡°No creo que fuera el villano, creo que era una persona muy interesante y tuvimos una relaci¨®n muy simbi¨®tica. Puede que nos utilizara, pero nosotros tambi¨¦n le utilizamos a ¨¦l¡±. Los Pistols han vuelto a los escenarios este a?o con otro cantante, Frank Carter. El a?o que vienen har¨¢n gira mundial. ¡°Est¨¢ bien estar en una banda de ¨¦xito, pero todo lo que realmente quer¨ªa hacer cuando empec¨¦ era trabajar como m¨²sico, y nunca he parado¡±, celebra Matlock. Chavales de barrio que solo quer¨ªan tocar en un grupo de rock y se dieron de bruces con un nuevo sonido que sacudi¨® el siglo XX.
Ap¨²ntese gratis a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y al canal de WhatsApp y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs.