M¨¢s de un mes sin saber de Sandra Dom¨ªnguez: el ¨²ltimo retrato de la crisis de desaparecidos
La familia de la activista se instala frente al Palacio de Gobierno de Oaxaca y exige a las autoridades que la encuentren con vida
Sandra Dom¨ªnguez acostumbraba de joven a enfrentar la injusticia. Sus amigos de la universidad recuerdan que en 2009, ante una ola de robos que sacudi¨® a los estudiantes de la Aut¨®noma Ind¨ªgena de M¨¦xico, ella se convirti¨® en la voz que defendi¨® al cuerpo estudiantil. Eran los primeros pasos en lo que luego se volver¨ªa su camino por el activismo. Esa es la historia que cuentan estos d¨ªas, mientras mantienen un plant¨®n junto a la familia frente al Palacio de Gobierno de Oaxaca como exigencia para que la abogada mixe, que desapareci¨® el pasado 4 de octubre, aparezca con vida. Su entorno se reh¨²sa a que la defensora de derechos humanos se vuelva un n¨²mero m¨¢s en la profunda crisis de desaparecidos que atraviesa M¨¦xico.
¡°Sandra siempre fue muy valiente ante las causas¡±, relata la hermana, Kenia Dom¨ªnguez, por tel¨¦fono. Ella y su madre se enteraron de las luchas de Sandra en los d¨ªas universitarios gracias a los compa?eros, que se acercaron esta semana al z¨®calo oaxaque?o para solidarizarse. ¡°En ese momento, les agred¨ªan como estudiantes y ella siempre alz¨® la voz¡±, recuerda, ¡°no se dejaba, independientemente del peligro que pasara, era fuerte, valiente, sin miedo para ejercer sus derechos¡±.
Sandra Dom¨ªnguez, de 38 a?os, desapareci¨® un viernes junto a su pareja, Alexander Hern¨¢ndez, en la comunidad de Mar¨ªa Lombardo, cerca de la frontera con Veracruz. Era muy conocida en su Estado por haber defendido a decenas de mujeres y haber acompa?ado casos de desapariciones, feminicidos, violencia intrafamiliar y digital. Pero sobre todo, se hab¨ªa convertido en la persona que exhibi¨® en 2021 la misoginia que anidaba en el poder pol¨ªtico de su entidad al denunciar la creaci¨®n de unos chats de Whatsapp donde funcionarios del Gobierno estatal y aspirantes a candidaturas compart¨ªan fotos ¨ªntimas de mujeres ind¨ªgenas.
Una de sus grandes luchas la dio contra Donato Vargas, actual titular de la Coordinaci¨®n de Delegados de Paz de Oaxaca, quien participaba en los chats machistas, seg¨²n denunci¨® la activista con capturas de pantalla en mano. La primera respuesta que dio el Gobierno de Salom¨®n Jara tras la desaparici¨®n de Dom¨ªnguez fue deslindar a su funcionario y asegurar que ninguna l¨ªnea de investigaci¨®n le involucraba. El secretario de Gobierno de Oaxaca, Jes¨²s Romero L¨®pez, posteriormente rectific¨® en una entrevista con EL PA?S y asegur¨® que se investigar¨ªa ¡°a cualquier servidor p¨²blico estatal que pudiera ser se?alado¡±. A la semana, el gobernador pidi¨® separar temporalmente a Vargas de su cargo, aunque miembros del entorno de la abogada afirman que ya ha vuelto a su cargo.
Sandra sufri¨®, a causa de su trabajo, amenazas en reiteradas ocasiones. La pelea por los chats fue una de esas, pero no la ¨²nica. Joaqu¨ªn Galv¨¢n, un colega que le conoce desde que eran adolescentes, recuerda que nadie la lograba intimidar. Ambos se hicieron amigos en los ¨²ltimos a?os, cuando la abogada le pidi¨® ayuda para acompa?ar a unas v¨ªctimas. Ella ocupaba entonces un cargo p¨²blico, como delegada del Gobierno en su municipio, y no pod¨ªa asumirlos. Forjaron su relaci¨®n al calor de las injusticias, pero a pesar de las amenazas que llegaban a su oficina, Dom¨ªnguez sigui¨® adelante. ¡°Siempre vimos la posibilidad de que algo nos pasara, pero a¨²n cuando ve¨ªamos esos riesgos, no vimos que algo m¨¢s tr¨¢gico nos pod¨ªa pasar¡±, dice al tel¨¦fono.
Galv¨¢n asegura que la defensora de derechos humanos nunca se entreg¨® al miedo, ni siquiera cuando le persegu¨ªan para fotografiarla y le llamaba una voz desconocida para decirle ¡°soy tu sombra¡±. Cada vez que la ella sent¨ªa que corr¨ªa peligro, se lo comunicaba a su colega, y en los ¨²ltimos tres meses no le hab¨ªa comentado nada, dice el defensor de derechos humanos. Eso le lleva a pensar que lo sucedido fue ¡°una situaci¨®n que ella no vio venir¡±, menciona. ¡°Nos trae mucho dolor, mucha rabia, no tengo a mi compa?era de lucha, su familia no tiene a su hija. Este [el de la desaparici¨®n] es el peor escenario de violencia¡±.
Kisha, otra hermana de Sandra, denunci¨® este mi¨¦rcoles haber sufrido junto a su familia m¨²ltiples intimidaciones en los ¨²ltimos d¨ªas de personas vestidas de negro que andan en motocicletas. Les amenazaron para que abandonaran la b¨²squeda. Por eso, seg¨²n dijo, optaron por montar el plant¨®n, porque volver a casa pod¨ªa resultar m¨¢s peligroso. Varias organizaciones de derechos humanos se sumaron al reclamo y acompa?an ahora el pedido de aparici¨®n con vida. ¡°Muchos se han acercado con nosotros, porque saben qu¨¦ tipo de persona es Sandra, la calidad de persona que es¡±, dice Kenia. ¡°El hecho de que ahora nos digan: ¡®Tu hermana me salv¨®, yo estaba en riesgo y acudi¨® a mi llamado cuando nadie me escuchaba¡¯, es muy importante porque por eso estamos aqu¨ª, estamos haciendo lo que Sandra hubiese hecho por muchas mujeres¡±.
La exigencia contra un Ejecutivo estatal que ha dado pocas respuestas hasta ahora contin¨²a. De momento solo han localizado la camioneta que usaba la pareja a 68 kil¨®metros de su casa, en Playa Vicente, Veracruz, y han detenido a un hombre que llevaba el tel¨¦fono de Sandra. La ¨²ltima conexi¨®n que registr¨® el aparato de ¨¦l fue en Nuevo San Mart¨ªn, unas horas m¨¢s tarde que la ¨²ltima conexi¨®n de ella, en Arroyo Zacate, todo en la entidad vecina. Desde el pasado 20 de octubre, la Fiscal¨ªa estatal no ha comunicado m¨¢s avances en la investigaci¨®n. Para la familia y los amigos, es falta de voluntad. ¡°Sabemos que cuentan con lo necesario para su localizaci¨®n y que como Estado tienen que responder¡±, dice Kenia, ¡°ya no m¨¢s mesas para di¨¢logo, sino resultados¡±. Galv¨¢n insiste: ¡°El Gobierno del Estado no quiere encontrarla porque va a sacar a la luz todo lo turbio de este caso¡±.
Mam¨¢ de un joven de 15 a?os y una amante del running, Sandra es el retrato m¨¢s reciente de los desaparecidos en M¨¦xico. La violencia que azota a Oaxaca, como a tantos otros Estados, ha tenido un octubre cargado de cifras rojas, que no parecen detenerse en noviembre. La primera semana de este mes dej¨® un saldo de 29 homicidios y seis feminicidios, dos de ellos a dos mujeres ind¨ªgenas triquis. ¡°En este pa¨ªs es dif¨ªcil alzar la voz y representar los derechos de las personas, de las mujeres, los ni?os¡±, admite Kenia. ¡°Los van apagando, si no los desaparecen, los matan y si no los matan, los encarcelan¡±.
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