Que los exilios no apaguen las voces
Sergio Ram¨ªrez y Garc¨ªa Lorca, dos voces en la Feria de Guadalajara contra las tiran¨ªas de ayer y de hoy
Desde Ulises hasta hoy, no es mala met¨¢fora el mar para representar el exilio. El mar que va y viene, que une y que separa. La presencia de Espa?a como pa¨ªs invitado en la Feria del Libro de Guadalajara ha hecho hincapi¨¦ en esa idea del camino de ida y vuelta: el mismo mar que surcaron los republicanos tras la victoria de la dictadura militar de Franco, llev¨® despu¨¦s a Espa?a a numerosos intelectuales latinoamericanos. Porque exilio siempre es hijo de las tiran¨ªas. Y tiran¨ªas nunca faltan. Sergio Ram¨ªrez, que este mi¨¦rcoles recibi¨® su reconocimiento Honoris Causa por la Universidad de Guadalajara, puso bellas palabras al destierro que ¨¦l mismo padece, por obra y gracia del dictador nicarag¨¹ense Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo. ¡°Nadie me puede exiliar de mi lengua¡±, afirm¨®. ¡°Con mi lengua recorro todo un continente, atravieso el mar, y siempre me dejar¨¦ escuchar¡±.
Exiliarse es dejar de hablar la lengua materna, tambi¨¦n. Las expulsiones de los antiguos, ya fueran griegos o romanos, ten¨ªan m¨¢s sentido, porque alejar al molesto equival¨ªa al olvido de su voz. Hoy eso no les funciona a los tiranos. La voz de Ram¨ªrez se oye por todo el mundo, alta y clara, contra el r¨¦gimen de Ortega. ?Pero qu¨¦ ocurr¨ªa hace siglos? Los espa?oles llegaron a Am¨¦rica con las espadas en alto y fueron extirpando el idioma original de miles de nativos. Aquellas lenguas perviven, pero no evolucionaron como lo hubieran hecho en libertad. Escucharlas ahora impone justicia y suenan como grito de paz.
As¨ª se ha le¨ªdo este mi¨¦rcoles Grito hacia Roma, el poema de Garc¨ªa Lorca contra el fascismo y las desigualdades, contra quienes gritan amor y abonan la guerra. Esos versos se han traducido a 27 lenguas originarias, del maya al n¨¢huatl, del guaran¨ª al tsotsil, del quechua al aimara, en un trabajo editorial compartido entre el Instituto Cervantes y la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM). Poetas de esos pueblos han llegado hasta Guadalajara para leerlos en su lengua. El exilio fue tambi¨¦n perder aquellas voces, extirpar el lenguaje cortando las lenguas, prohibiendo su habla, callando las bocas. La tiran¨ªa siempre lo es contra la voz. Por eso subi¨® el poeta granadino a lo m¨¢s alto del edificio Chrysler en Nueva York y tron¨® contra el papa de Roma y su alianza fascista. Porque a veces no basta con componer un poema, hay que gritarlo, en todas las lenguas posibles a un lado y otro del mar. Que los exilios no apaguen las voces.
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