La barrera de manglares deforestada que no pudo salvar a Acapulco del impacto de ¡®Otis¡¯
Un primer estudio publicado en la revista cient¨ªfica Science Direct revela que esta muralla natural habr¨ªa evitado el 5% de la destrucci¨®n que caus¨® el hurac¨¢n
Nada salv¨® a Acapulco de Otis. La ciudad costera se enfrent¨® sola con su muralla de hoteles de lujo al hurac¨¢n m¨¢s fuerte jam¨¢s registrado en el Pac¨ªfico mexicano. Ahora, un estudio publicado en la revista cient¨ªfica Science Direct revela un arma perdida: los manglares. No es un secreto que este ecosistema formado por ¨¢rboles en zonas de agua supone una barrera natural contra las tormentas, pero ahora varios investigadores mexicanos de la Universidad de California ponen cifras exactas a lo que hubiera pasado si la franja de manglar que hab¨ªa en Acapulco en 1980 no hubiera sido deforestada. En este primer vistazo, apuntan una se?al clara: se habr¨ªa evitado el 5% de la destrucci¨®n que caus¨® el poderoso hurac¨¢n.
El bi¨®logo marino Octavio Aburto lleva m¨¢s de 20 a?os estudiando los manglares. Ahora lo hace desde Instituto de Oceanograf¨ªa Scripps, en la Universidad de California San Diego, de donde salen tres de los autores de este estudio. En la irrupci¨®n de Otis vieron una oportunidad ¨²nica de hacer una investigaci¨®n cient¨ªfica en tiempo real, que se encuadraba en una de sus premisas principales: no es m¨¢s rentable econ¨®micamente construir hoteles y quitar manglar, tampoco plantar sembrad¨ªos y quitar manglar.
¡°La realidad es que hemos hecho muchas investigaciones para demostrar que econ¨®micamente es mejor tener ecosistemas saludables, como el manglar, frente a lo que casi siempre se pregona por sectores econ¨®micos, como el del turismo, de que un manglar solo genera mosquitos¡±, explica Aburto a EL PA?S. Para probarlo, el estudio cient¨ªfico recoge algunos datos de la Asociaci¨®n Mexicana de Instituciones de Seguros que cuantific¨®, un a?o despu¨¦s del hurac¨¢n, que las aseguradoras hab¨ªan pagado 1.900 millones de d¨®lares (20 veces m¨¢s de lo que se pag¨® por todos los desastres meteorol¨®gicos en 2022).
La Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial confirm¨® que Otis hab¨ªa sido el evento clim¨¢tico que m¨¢s p¨¦rdidas econ¨®micas hab¨ªa dejado en el mundo en 2023: 15.000 millones de d¨®lares. Eso sin contar las v¨ªctimas, 52 fallecidos y 31 desaparecidos, la mayor¨ªa de ellos marineros que estaban cuidando los yates de sus patrones.
En este escenario, el equipo de Aburto se puso a hacer lo que siempre hab¨ªa hecho: estudiar los manglares. Utilizaron im¨¢genes satelitales y datos del Sistema de Monitoreo de Manglares de M¨¦xico, de la Comisi¨®n Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio); de las agencias espaciales de la Carta Internacional Espacio y Grandes Desastres, y del cambio en la vegetaci¨®n de Planet Labs. Estudiaron el impacto que hab¨ªa tenido el hurac¨¢n en la vegetaci¨®n, en la infraestructura y en las viviendas, en relaci¨®n con su distancia con los manglares. Lo que encontraron fue que a cada kil¨®metro extra de separaci¨®n con los manglares aumentaba un 2% la destrucci¨®n de la infraestructura.
¡°Nuestro an¨¢lisis cuantifica, para el hurac¨¢n Otis de M¨¦xico, la extensi¨®n del da?o que se hubiera evitado si la deforestaci¨®n de cuatro d¨¦cadas no hubiera ocurrido¡±, anuncia el estudio. En concreto, si la distribuci¨®n de los manglares de 1981 se hubiera mantenido, se habr¨ªan salvado 164 hect¨¢reas de vegetaci¨®n, 85 hect¨¢reas de infraestructura (especialmente de la bah¨ªa principal de Acapulco hacia el norte) y 29 viviendas. ¡°Es un 5% en total, puede parecer poco, pero si lo multiplicamos por los millones que caus¨® en da?o, es much¨ªsimo¡±, indica el investigador, que a?ade que esta investigaci¨®n es solo la primera de un estudio m¨¢s completo que van a realizar este a?o ya sobre el terreno, con drones y entrevistas, en colaboraci¨®n con investigadores de Guerrero. ¡°Queremos averiguar si ayudaron a salvar vidas, eso ser¨ªa muy importante. Esto no acaba aqu¨ª, es un programa que sigue avanzando¡±, apunta.
Una de las limitaciones del estudio, reconoce Aburto, es el uso de bases de datos ¡ªalgunas de 1980¡ª con baja resoluci¨®n que impiden llegar a una conclusi¨®n m¨¢s detallada. ¡°Pero lo importante no es el dato absoluto, sino los indicadores, que nos demuestran que incluso analizando datos muy generales ya nos est¨¢ dando una se?al de los efectos, si contamos con datos muchos m¨¢s precisos, la se?al va a incrementarse¡±, se?ala el cient¨ªfico, que lanza una idea: ¡°Imag¨ªnate si hubiera habido una franja manglares cubriendo las infraestructuras, en vez de hoteles de muchos pisos¡±.
En Guerrero han desaparecido m¨¢s del 50% de los manglares que hab¨ªa en 1979: se ha pasado de 16.350 hect¨¢reas a 7.730, seg¨²n los datos del Sistema de Monitoreo de Manglares de M¨¦xico. Es la reducci¨®n m¨¢s dr¨¢stica de este ecosistema junto a la de Jalisco. La p¨¦rdida en el Estado es una tendencia global, pero m¨¢s acelerada. Zhimin Wu, director de la Divisi¨®n Forestal de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO), revelaba en 2023 que el 20% de los manglares del planeta se hab¨ªa perdido en los ¨²ltimos 40 a?os.
M¨¦xico es el cuarto pa¨ªs del mundo con mayor superficie de manglares, solo por detr¨¢s de Indonesia, Australia y Brasil, y sus manglares representan el 6% del total mundial, seg¨²n los datos de 2020 del la Conabio. Pero su desaparici¨®n aumenta el riesgo para un pa¨ªs ya por s¨ª muy proclive a los efectos del cambio clim¨¢tico: es el cuarto m¨¢s vulnerable, seg¨²n el World Risk Index, y sube al segundo puesto en cuanto a exposici¨®n a sufrir desastres naturales. Es por su geograf¨ªa ¡ªrodeado de oc¨¦anos y con zonas por debajo del nivel del mar¡ª y tambi¨¦n por su profunda desigualdad.
Ante un horizonte en el que los huracanes ser¨¢n cada vez m¨¢s y m¨¢s frecuentes (Acapulco sufri¨® dos brutales huracanes con menos de un a?o de diferencia), los cient¨ªficos piden buscar otras soluciones. ¡°No se trata de regresar a lo que ten¨ªa Acapulco antes, porque si no ma?ana va a ser lo mismo. Hay que regresar las fuentes de trabajo pero tambi¨¦n el manglar¡±, apunta Aburto, ¡°una de las grandes prioridades es que esas grandes lagunas recuperen su estado original¡±.
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