M¨¦xico se une frente a Trump
Los empresarios, la poblaci¨®n y hasta la oposici¨®n cierran filas con los esfuerzos de la presidenta Sheinbaum por ahuyentar las amenazas y los ataques del presidente de Estados Unidos
Los d¨ªas m¨¢s tensos de la pol¨ªtica mexicana desde que Claudia Sheinbaum lleg¨® al poder se han convertido tambi¨¦n en el tiempo m¨¢s rentable para la mandataria. Las ¨²ltimas encuestas publicadas elevan las simpat¨ªas de la ciudadan¨ªa por la presidenta hasta superar un 80% y eso que la gente desconoc¨ªa por entonces que la llamada mantenida este lunes con Donald Trump lograr¨ªa un mes de tregua ante los temidos aranceles a la exportaci¨®n mexicana. M¨¦xico cierra filas con su presidenta ante las amenazas exteriores, las que llegan de Estados Unidos, que podr¨ªan afectar gravemente la econom¨ªa, y r¨ªe con ella otras ocurrencias, como la imposici¨®n de aranceles a los productos mexicanos por parte de Ecuador, una minucia que Sheinbaum despach¨® con chanza.
El empresariado, que no puede decirse un colectivo de izquierdas en ning¨²n pa¨ªs del mundo, es un buen medidor del clima pol¨ªtico que estos d¨ªas se vive en M¨¦xico. El sector ha saludado el ¨¦xito de la presidenta en sus negociaciones con su hom¨®logo estadounidense, a quien arranc¨® un mes de tregua antes de la imposici¨®n de aranceles a las exportaciones mexicanas a cambio, por ahora, de unos gestos simb¨®licos, como el aumento en 10.000 agentes de la presencia policial en la frontera, dizque para combatir el tr¨¢fico de fentanilo y la incursi¨®n de los migrantes. Pero lo que anda buscando Donald Trump es reducir el intenso consumo de productos mexicanos en su pa¨ªs: el a?o pasado, Estados Unidos import¨® bienes de M¨¦xico por un valor que super¨® los 466.600 millones de d¨®lares.
El plan de Sheinbaum es que el empresariado mexicano produzca m¨¢s para el mercado interno, hasta cubrir el 50% de la proveedur¨ªa y del consumo nacional y elevar un 15% lo fabricado para M¨¦xico en sectores como el automotriz, aeroespacial, electr¨®nico, semiconductores, farmac¨¦utico o qu¨ªmico, entre otros. Hecho en M¨¦xico y para M¨¦xico, esa es la petici¨®n del secretario de Econom¨ªa, Marcelo Ebrard. Y este mismo martes, el ruego ca¨ªa sobre algodones en un empresariado agradecido por disponer de otro mes sin aranceles, todo febrero.
Hab¨ªa que leer dos veces las declaraciones de hombres como Claudio X. Gonz¨¢lez, fundador de Kimberly Clark M¨¦xico, para convencerse de que no eran un error. El empresario aseguraba, tras el encuentro con la presidenta en Palacio Nacional, que la estrategia de ¡°cabeza fr¨ªa¡± de la mandataria es la v¨ªa a seguir. ¡°Vamos a lograr que siga el Tratado [de libre comercio entre los tres pa¨ªses norteamericanos, TMEC] en buenos t¨¦rminos, va a haber ciertas turbulencias en el camino, no nos debemos de asustar porque tenemos con qu¨¦ sacarlo hacia adelante¡±, dec¨ªa. El mismo impulso de camarader¨ªa marcaba las declaraciones de otros l¨ªderes econ¨®micos, como Carlos Slim Domit, que se alistaba para acelerar el plan M¨¦xico antes de que Trump se arrepienta y vuelva con la cantinela de los aranceles. El padre de Slim Domit, el gran magnate mexicano, ha mantenido buena sinton¨ªa con Sheinbaum desde un primer momento, pero el hijo de Claudio X. Gonz¨¢lez, tambi¨¦n del mismo nombre, ha sido una bestia negra para el anterior gobierno en M¨¦xico.
As¨ª pues, los empresarios se aprestan para avanzar en el documento econ¨®mico del gobierno, que prev¨¦ inversiones por 277.000 millones de d¨®lares al t¨¦rmino del sexenio y la creaci¨®n de 1,5 millones de empleos para situar al pa¨ªs entre las primeras diez econom¨ªas del mundo.
La oposici¨®n tambi¨¦n est¨¢ guardando un perfil bajo, sin estridencias. Y si pol¨ªticos y empresarios est¨¢n de buenas, m¨¢s ¨¦xito a¨²n recaba Sheinbaum entre la poblaci¨®n general, siempre proclive en M¨¦xico a ponerse al lado de su gobierno y de su bandera ante amenazas del exterior. M¨¦xico tiene apenas 200 a?os de independencia y defiende su soberan¨ªa nacional. El ataque a la embajada mexicana en Ecuador, en abril del a?o pasado, desencaden¨® un fen¨®meno id¨¦ntico de apoyo al Gobierno, que entonces encabezaba L¨®pez Obrador, el mismo a quien el argentino Javier Milei llam¨® ignorante en marzo sin que a los mexicanos les hiciera gracia alguna. No ocurre siempre. Espa?a podr¨ªa citarse como el ejemplo contrario, donde la oposici¨®n celebra los desplantes hacia su gobierno de mandatarios o instituciones extranjeros y no pierde un segundo para alinearse con los cr¨ªticos.
Mientras el pa¨ªs celebra o, al menos, respira aliviado por el supuesto triunfo de la pol¨ªtica sobre la bravuconer¨ªa, es decir el cauteloso manejo de Sheinbaum y su equipo de los castigos econ¨®micos que prometi¨® Trump, miles de agentes de la Guardia Nacional est¨¢n saliendo ya hacia la frontera norte, los casi 3.200 kil¨®metros que separan a ambos pa¨ªses y que son el tal¨®n de Aquiles de la relaci¨®n bilateral. Para trasladar a los 10.000 uniformados prometidos se est¨¢ repartiendo el esfuerzo por todo el pa¨ªs: unos cientos de Campeche, otros de Yucat¨¢n o Quintana Roo, o del valle de M¨¦xico, donde m¨¢s guardias hay o donde menos violencia se sufre. Sheinbaum lo ha vendido como una ¡°reorientaci¨®n de las fuerzas¡± y no le falta raz¨®n cuando dice que en la frontera se precisan, porque es un territorio con una alta estad¨ªstica delincuencial, en zonas tambi¨¦n presionadas por la migraci¨®n, como Ciudad Ju¨¢rez, Matamoros o Tijuana, por citar unos ejemplos. Pero en M¨¦xico los delitos no faltan en ninguna parte, aunque a veces sea la propia polic¨ªa quien los comete.
En M¨¦xico se espera este mes no solo un atrac¨®n de exportaciones, por si despu¨¦s los aranceles se imponen de verdad, tambi¨¦n gestos que ayuden a visualizar los esfuerzos contra el tr¨¢fico de drogas, especialmente de fentanilo, y cierto freno a la migraci¨®n que llega a la pol¨¦mica frontera en busca de oportunidades. A Estados Unidos se le ha pedido, en contrapartida, que embride la venta masiva de armas con las que se proveen los carteles. Pero el verdadero enemigo, a un lado, son los aranceles, y al otro, la abultada importaci¨®n de productos que salen m¨¢s baratos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.