Ebrard y Harfuch salen fortalecidos de la crisis con Trump
Desde posiciones distintas y estrategias diferentes, los secretarios de Econom¨ªa y Seguridad aprovechan la negociaci¨®n con EE UU para impulsar su gesti¨®n
Es pronto todav¨ªa para hablar de carreras sucesorias en M¨¦xico, cualquiera de los posibles aspirantes negar¨ªa inter¨¦s alguno. Aun as¨ª, resulta dif¨ªcil leer posturas y apariciones de legisladores y secretarios de Estado, estos d¨ªas, como eventos ajenos a proyectos futuros, en una l¨®gica de puro presente, donde el ma?ana no existe. El sexenio apenas comienza y los desaf¨ªos son enormes, caso particular de la relaci¨®n con el Gobierno de Estados Unidos, que dirige Donald Trump. Pero donde el pa¨ªs entero ve amenazas y problemas, los grandes nombres de Morena ven, adem¨¢s, ¨¢reas de oportunidad.
El caso de Marcelo Ebrard destaca estas semanas, tambi¨¦n el de Omar Garc¨ªa Harfuch. Los titulares de las carteras de Econom¨ªa y Seguridad capitalizan la atenci¨®n medi¨¢tica, centrada en sus ¨¢reas, por los golpes de agenda de Trump y su equipo, acuerdos comerciales, por un lado, crimen organizado, por otro. Aranceles y fentanilo. Mientras Harfuch enfrenta un escenario nuevo, la rutilante pasarela del Gobierno federal, Ebrard revive los primeros a?os del sexenio pasado, entonces como canciller, cuando lider¨® las negociaciones con el primer Gobierno de Trump para evitar aquella primera amenaza arancelaria y luego el nuevo tratado de libre comercio.
Ebrard se mueve en terreno conocido. El alto funcionario ha celebrado esta semana la moratoria de la amenaza arancelaria, medida que Trump firm¨® el s¨¢bado, y que gravar¨ªa las exportaciones mexicanas a EE UU en un 25%. El lunes, despu¨¦s de una llamada de Trump con su hom¨®loga al sur del r¨ªo Bravo, Claudia Sheinbaum, los aranceles quedaron en el limbo. Un mes de gracia. Ebrard ensalz¨® la labor de Sheinbaum, calific¨® de gran logro la moratoria y la negociaci¨®n de su jefa, intercambio que calific¨® de ins¨®lito.
No sorprend¨ªan las palabras de Ebrard, plegado al liderazgo de su jefa, instalado en la institucionalidad de su cargo y en el mensaje de unidad de la mandataria y su entorno. Lejos quedan aquellos meses finales de 2023, cuando Ebrard y Sheinbaum mantuvieron una agria batalla por el liderazgo de Morena, para cuando su l¨ªder, creador y gur¨², el expresidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (2018-2014), dejara el escenario. ¡°No nos vamos a someter a esa se?ora¡±, dijo Ebrard cuando perdi¨® la encuesta que hizo el partido guinda.
Los tiempos han cambiado y Ebrard, que acab¨® por aceptar y abrazar su derrota, recibi¨® el premio de consolaci¨®n de la Secretar¨ªa de Econom¨ªa ¨Celecci¨®n presidencial mediante¨C, espacio que trata de convertir en plataforma de sus anhelos. Esta semana ha aparecido como el secretario que mejor desempe?o ha tenido en estos meses de Gobierno, por encima de Garc¨ªa Harfuch, y del actual canciller, Juan Ram¨®n De la Fuente, en una encuesta del diario El Financiero. La propia Sheinbaum tambi¨¦n ha crecido en sus niveles de aprobaci¨®n tras amortiguar los ataques de Trump.
Sorprende la presencia de Ebrard en lo alto de la lista, dado el actual papel negociador de De la Fuente, encargo parecido al que tuvo el primero, precisamente hace seis a?os, cuando el Gobierno de Trump exigi¨® actualizar el Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte, siempre con la amenaza de los aranceles de por medio. Siempre de cara a los micr¨®fonos, Ebrard trat¨® de cimentar desde all¨ª su carrera al liderazgo de Morena, y de la presidencia. Se qued¨® corto. Firmado el nuevo tratado, cerrada la llave de los problemas con Estados Unidos, allanado el camino luego con la llegada de Joe Bien, Ebrard perdi¨® visibilidad.
La carrera empieza de nuevo, despacio y llena de sutilezas. Los contrincantes son otros, a la espera de ver los movimientos futuros de viejas caras de Morena, caso de los l¨ªderes del partido en el Congreso, los ahora reconciliados Ad¨¢n Augusto L¨®pez y Ricardo Monreal, que estuvieron hace unas semanas cerca de provocar el primer cisma en el partido guinda en la etapa Sheinbaum. Entre los nuevos destaca el delf¨ªn de la presidenta en Ciudad de M¨¦xico, Garc¨ªa Harfuch, que se baj¨® de la contienda en la capital por presiones internas y acompa?¨® finalmente a su jefa en la v¨ªa federal.
Harfuch es la gran inc¨®gnita de Morena de cara al futuro. Los primeros meses al frente de la Secretar¨ªa de Seguridad y Protecci¨®n Ciudadana han venido marcados por una cuidada estrategia de comunicaci¨®n. Harfuch se ha reunido con los gobernadores de varios estados, de Morena y la oposici¨®n, ha aparecido en las conferencias de prensa matutinas de la presidenta cada dos martes para informar de detenciones, decomisos y casos varios, ha mandado mensajes en sus redes, destacando tal o cual operativo. Es el funcionario omnipresente y, pese a lo delicado de la materia que trata, parece, de momento, no afectarle.
Las aspiraciones del secretario de seguridad parecen depender de sus ¨¦xitos a medio y largo plazo. No hay forma de saber c¨®mo afectar¨¢ el desgaste de su cargo, ni de prever los problemas que puedan surgir estos a?os, vengan de dentro o de fuera de las fronteras del pa¨ªs. Otro asunto es la capacidad de Harfuch para activar las simpat¨ªas de Morena en su favor, m¨¢s all¨¢ de la propia Sheinbaum y su entorno cercano. Harfuch siempre ha sido visto como un forastero en Morena, sin pasado de militancia en la izquierda. Ser¨ªa toda una sorpresa ver a un polic¨ªa en la boleta presidencial.