La Fiscal¨ªa mexicana apunta a la gobernanza criminal con el ¡®caso Aureoles¡¯

Febrero ha cambiado el panorama de la justicia en M¨¦xico, al menos en el sentido de las posibilidades, en un momento en que Morena gestiona un poder omn¨ªmodo. Despu¨¦s de mandar a 29 capos y l¨ªderes criminales medianos a Estados Unidos, la semana pasada, el Gabinete de Seguridad apunta ahora a la arista institucional de la gobernanza criminal, el monstruo amorfo que domina grandes regiones del pa¨ªs, la pinza entre el crimen y la pol¨ªtica. El primero en la mira ha sido Silvano Aureoles, exgobernador de Michoac¨¢n, viejo compa?ero de filas de muchos morenistas, que antes compartieron con ¨¦l las siglas del PRD.

La Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica (FGR) se?ala a Aureoles y a otros cuatro funcionarios de su Gobierno, que inici¨® en 2015 y concluy¨® en 2021, del gasto irregular de m¨¢s de 3.000 millones de pesos, unos 150 millones de d¨®lares. La malversaci¨®n se habr¨ªa dado en la construcci¨®n de siete cuarteles de la Guardia Civil, la corporaci¨®n local de seguridad. El actual Gobierno de Michoac¨¢n, dirigido por el morenista Alfonso Ram¨ªrez Bedolla, interpuso las denuncias reci¨¦n llegado al poder, en 2021. Pero no ha sido hasta ahora cuando la Fiscal¨ªa ha obtenido las ¨®rdenes de detenci¨®n de un juez. Este fin de semana cayeron los cuatro colaboradores de Aureoles. El exgobernador se encuentra pr¨®fugo.

Inicia as¨ª un experimento c¨ªclico, el delicado momento en que cada nueva Administraci¨®n trata de ajustar cuentas con el pasado. La del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (2018-2024) trat¨® de hacerlo con Emilio Lozoya, encargado de Pemex durante el Gobierno anterior, presidido por el priista Enrique Pe?a Nieto (2012-2018). La FGR, dirigida entonces y ahora por Alejandro Gertz, puso a Lozoya en el centro de las din¨¢micas corruptas del r¨¦gimen, un esquema de sobornos vinculado a la constructora brasile?a Odebrecht, apuesta que se ha desinflado en los juzgados con el paso del tiempo.

En el terreno de los gobiernos estatales, Gertz apunt¨® al exgobernador de Tamaulipas, Francisco Garc¨ªa Cabeza de Vaca, del PAN, por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia il¨ªcita. La Fiscal¨ªa acusa a Cabeza de Vaca de triangular recursos del presupuesto estatal, entre otros asuntos, durante su Gobierno, entre 2016 y 2022. V¨ªa recursos judiciales, el exgobernador ha conseguido pararle los pies a la dependencia, frustrando su cruzada contra la corrupci¨®n. Incluso en febrero, celebr¨® que Interpol hubiera cancelado su orden de b¨²squeda, algo temporal, aclar¨® la FGR, consecuencia, protestaron, de los fallos de los jueces locales.

Gertz y la Fiscal¨ªa, pata aut¨®noma del Gabinete de Seguridad, enfocan ahora a Aureoles, protagonista en su d¨ªa de un enfrentamiento con L¨®pez Obrador, a ra¨ªz precisamente de la corrupci¨®n. En 2021, el todav¨ªa gobernador acus¨® a Bedolla, futuro sucesor, de haberse aliado con el crimen organizado para ganar la elecci¨®n estatal. Todo Morena se ech¨® encima de Aureoles, movimiento dirigido en aquella ¨¦poca por el actual secretario federal de Educaci¨®n, Mario Delgado, que lleg¨® a augurar que el futuro del todav¨ªa mandatario estatal estaba tras las rejas.

Con Aureoles o no, doblegar la pinza de la gobernanza criminal es la asignatura pendiente de un Administraci¨®n, la de Claudia Sheinbaum, que acaba de cumplir cinco meses. Su caso inicia con una acusaci¨®n tangencial, en un Estado donde la extorsi¨®n a la copiosa producci¨®n agr¨ªcola resulta asfixiante, y donde la atomizaci¨®n de los grupos criminales se solapa con el envilecimiento de la vieja Guardia rural, corporaci¨®n surgida del levantamiento de las autodefensas, hace ya m¨¢s de 10 a?os. El Operativo Enjambre, que ha tratado precisamente de romper esa pinza en el Estado de M¨¦xico, ha sido la primera muestra del actuar gubernamental en este campo. Pero de momento parece algo menor, insuficiente.

Igual que tantos otros territorios del pa¨ªs, Michoac¨¢n emerge como el escenario perfecto para otro Operativo Enjambre, dados los hist¨®ricos se?alamientos de colusi¨®n entre el crimen y los poderes pol¨ªtico y econ¨®mico en el Estado. Romper la pinza aparece, adem¨¢s, como un activo en la mesa de negociaciones con Estados Unidos de cara al futuro, una forma de mostrar esfuerzos ¨Cy resultados¨C en la lucha contra el crimen organizado y sus rubros econ¨®micos, enlazado lo legal con ilegal, el control de industrias alimentarias, por ejemplo, y el tr¨¢fico de drogas y personas.