El ¡®caso Lozoya¡¯ deja en evidencia los fallos en la lucha contra la corrupci¨®n
El exdirector general de Pemex sale de prisi¨®n para seguir el proceso desde casa sin que la justicia mexicana consiga todav¨ªa una condena para los implicados en la trama internacional de Odebrecht
El caso Lozoya, s¨ªmbolo contra la corrupci¨®n en M¨¦xico, agota sus oportunidades de acabar en buen puerto desde un punto de vista jur¨ªdico y tambi¨¦n pol¨ªtico. Ayer en la c¨¢rcel, hoy en casa, el proceso contra el que fuera director general de Pemex, la petrolera mexicana, sigue embarrancado y no ha dejado de dar tumbos tras la extradici¨®n de Emilio Lozoya Austin desde Espa?a el 15 de julio de 2020, cuando consigui¨® permanecer en su domicilio a cambio de confesiones que amenazaban con implicar a lo m¨¢s alto del Gobierno de Enrique Pe?a Nieto (2012/2018), incluido el propio presidente y su mano derecha, Luis Videgaray. Todo eso es todav¨ªa humo. M¨¦xico es el pa¨ªs que m¨¢s dificultades est¨¢ encontrando para encarcelar a altos funcionarios se?alados en la gran trama internacional del caso Odebrecht, la compa?¨ªa constructora que soborn¨® a gobernantes de 12 naciones durante a?os para obtener concesiones de obra p¨²blica.
La llegada al poder de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador se recibi¨® como una esperanza contra la corrupci¨®n que inunda el pa¨ªs entero. El traspaso de poderes con Enrique Pe?a Nieto, cuyo mandato se pudri¨® entre esc¨¢ndalos de cohechos, sobornos, fraudes y lavado de dinero, fue sereno. L¨®pez Obrador agarr¨® el bast¨®n de mando y Pe?a Nieto se larg¨® a Espa?a con un visado dorado y all¨ª sigue. La extradici¨®n de Emilio Lozoya a petici¨®n de la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica (FGR) se convirti¨® pronto en emblema y reto de que las promesas de cambio iban en serio. El otrora flamante secretario general de Pemex llevaba en Espa?a una vida de lujo y a su llegada a M¨¦xico se le permiti¨® abordar el proceso contra ¨¦l desde su domicilio. Pero las confesiones no llegaban, las mansiones segu¨ªan en su sitio y las investigaciones no lograban pruebas de calidad. A Lozoya le ha dado tiempo de comer pato en uno de los mejores establecimientos chinos y hasta de divorciarse sin que el juicio contra ¨¦l arroje una sentencia. De aquel restaurante pr¨¢cticamente sali¨® para la c¨¢rcel debido al enfado del presidente por la mala fama que reportaba a su gobierno tener al enjuiciado d¨¢ndose la buena vida sin obtener los resultados judiciales previstos. Le quitaron el brazalete electr¨®nico y qued¨® bajo rejas. Este martes, le han vuelto a poner el brazalete y le han mandado a casa. El asunto sigue y el sexenio contra la corrupci¨®n se acaba.
La Fiscal¨ªa ha alertado del riesgo de fuga, dado que el acusado ¡°no ha ganado ning¨²n juicio al que haya sido sometido y solo ha obtenido de jueces y de magistrados privilegios procesales totalmente injustos y desproporcionados¡±. Pero la FGR tampoco ha tenido el ¨¦xito esperado. Un testigo clave en la compra de la ruinosa planta de Agronitrogenados, una de las causas en las que est¨¢ imputado, incluso muri¨® en todo este eterno proceso. Edgar Torres aparentemente sufri¨® un infarto.
De modo que el asunto insignia contra el vicio de las malas ma?as pol¨ªticas y empresariales no es ahora m¨¢s que ¡°la evidencia de un fracaso absoluto en t¨¦rminos de mejora de la procuraci¨®n de justicia¡±, dice Javier Mart¨ªn Reyes, del Instituto de Investigaciones Jur¨ªdicas de la UNAM. Dos obst¨¢culos impiden, a su parecer, la resoluci¨®n de un caso como este: la actuaci¨®n de las fiscal¨ªas en M¨¦xico, ¡°un eslab¨®n en la cadena de la administraci¨®n de justicia que sigue siendo muy deficiente y politizado¡± y cuyas investigaciones rara vez terminan en sentencias condenatorias ante el juez, en ning¨²n ¨¢mbito. Segundo: ¡°Creer que con presiones pol¨ªticas, declaraciones p¨²blicas y cercan¨ªa con los encargados de la justicia basta para tener ¨¦xito¡±. Se ha demostrado que no es suficiente, afirma Mart¨ªn Reyes.
El presidente L¨®pez Obrador lanz¨® una nueva dentellada este mi¨¦rcoles contra el Poder Judicial, que considera que est¨¢ ¡°podrido¡±. ¡°Dejan libres a todos; a presuntos delincuentes de cuello blanco y del crimen organizado. Jueces, magistrados, ministros, est¨¢n en contra de nosotros porque est¨¢n dominados por la oligarqu¨ªa corrupta. Nunca han hecho justicia¡±. Todo para concluir que si el anterior presidente de la Suprema Corte, Arturo Zald¨ªvar, estuviera a¨²n en su puesto, no habr¨ªa pasado esto. Pero lo dej¨® para irse al equipo de campa?a de la morenista Claudia Sheinbaum. ¡°As¨ª concibe el presidente la justicia, hablado ¨¦l con Zald¨ªvar y Zald¨ªvar con los jueces, lo ha dejado claro en su conferencia. Cree que solo con su voluntad conseguir¨¢ encarcelar, pero hay que arreglar las fiscal¨ªas, si no, seguir¨¢ la impunidad¡±, critica Mart¨ªn Reyes.
En el caso contra Lozoya, opina este jurista que en las supuestas pruebas que promet¨ªa al acusado no se hall¨® fondo alguno. ¡°?Por qu¨¦ dieron por bueno algo que despu¨¦s no fue nada?¡±. ¡°La ineficiencia de la Fiscal¨ªa es hist¨®rica, eso s¨ª que no tiene que ver con L¨®pez Obrador exclusivamente, viene de lejos, no disponen de capacidad t¨¦cnica para que los casos terminen en condena¡±, asegura.
¡°El problema es que no tenemos informaci¨®n fidedigna de lo que ocurri¨®, a qu¨¦ acuerdos llegaron los abogados y el Gobierno tras la extradici¨®n, pero lo que opino es que los jueces no tienen la culpa, los casos mal instruidos, si no se establecen las pruebas, los requisitos, no se puede hacer mucho m¨¢s¡±, dice Fernando Serrano Migall¨®n, profesor de Derecho en la UNAM, donde tambi¨¦n fue abogado general. ¡°Creo que hay una falta de inter¨¦s de la Fiscal¨ªa por avanzar. El hecho es que no avanza, si es por torpeza o por indicaciones pol¨ªticas, no lo s¨¦, pero la instrucci¨®n est¨¢ mal hecha¡±, a?ade. ?Se resolver¨¢ alg¨²n d¨ªa? ¡°Si le conviene al Gobierno, s¨ª¡±, zanja el acad¨¦mico.
¡°Yo no doy instrucciones a la Fiscal¨ªa¡±, dijo el presidente el 4 noviembre de 2021, cuando el pato a la pekinesa todav¨ªa se le indigestaba en la c¨¢rcel al acusado. Pero en M¨¦xico la gente en la calle sigue una regla simple aprendida a fuego durante a?os: los poderosos van a la c¨¢rcel si el Gobierno quiere, y salen de ella con el mismo visado. Sin confianza alguna en la divisi¨®n de poderes, muchos observan este caso estupefactos, viendo c¨®mo Lozoya, que al parecer prometi¨® descubrir todo el pastel, entra y sale de la c¨¢rcel a golpe de berrinches. Este mi¨¦rcoles, el presidente ha lamentado con furia que el presidiario vuelva a casa, culpando por ello a los jueces ¡°elitistas¡± al servicio de los ricos: ¡°Todos los casos los perdemos¡±. Todos quiz¨¢ no, pero este se est¨¢ escurriendo de las manos como la arena del reloj que marca el final del sexenio.
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