Los equilibrios de X¨®chitl G¨¢lvez para capitalizar la diversidad pol¨ªtica de su coalici¨®n

El d¨ªa que la candidata de Fuerza y Coraz¨®n por M¨¦xico, X¨®chitl G¨¢lvez, abri¨® su campa?a electoral con un mitin masivo en Irapuato, una ausencia gritaba desde el escenario, la del l¨ªder del PRI, Alito Moreno. Dos d¨ªas despu¨¦s, en el Estado de M¨¦xico, la misma candidata se acompa?aba del dirigente priista y gritaba a los militantes: ¡°Voten por el PRI, voten por el PRI y vamos a recuperar ese priismo que ama a nuestro pa¨ªs¡±. Un extraterrestre con formaci¨®n m¨¦dica dir¨ªa que estamos ante un raro desdoblamiento de la personalidad pol¨ªtica, pero hay una raz¨®n de ser en ello, la que obliga a G¨¢lvez a un camaleonismo partidista que satisfaga al variado, cuando no contrario, electorado de las tres formaciones que sustentan su alianza para ganar la presidencia, por un lado; y por otro, a recabar el mayor n¨²mero de votos posible atendiendo al partido m¨¢s competitivo en cada territorio. Resumiendo, en Yucat¨¢n abraza al candidato del PAN a la gubernatura y en Toluca se vuelca con el tricolor. Cuando est¨¢ con el PRD viste de amarillo. Y cuando act¨²a en solitario, el rosa suele ser su color. Complicadas maniobras que dificultan al imaginario colectivo discernir la columna vertebral de su estrategia pol¨ªtica.

G¨¢lvez ha dejado claro una y otra vez que ella ha llegado hasta donde est¨¢ porque as¨ª lo quisieron los ciudadanos, un mill¨®n de firmas que apoyaron su candidatura para la coalici¨®n. ¡°No he militado en el PAN, no he militado en el PRI y no he militado en el PRD¡±, repiti¨® en Aguascalientes el s¨¢bado 2 de marzo. ¡°Es muy complicado esto de los partidos, si est¨¢n conmigo [preguntan] ?qu¨¦ hacen los partidos con ella? Si no est¨¢n [dicen que] la dejaron sola. Yo lo que quiero es que los presidentes nacionales hagan su chamba, el PAN para levantar los votos del PAN, los priistas, su chamba. Y cuando tengan que estar los tres conmigo, estar¨¢n¡±.

El fen¨®meno X¨®chitl, en efecto, trajo la ilusi¨®n a miles de personas de ideolog¨ªa diversa que ten¨ªan en com¨²n su aversi¨®n por el presidente L¨®pez Obrador y todo lo que emanara de su persona, tanto las pol¨ªticas como su sustituta, Claudia Sheinbaum. G¨¢lvez trabaj¨® como un verso suelto en aquellos d¨ªas de verano del a?o pasado, hasta se permit¨ªa el lujo de rega?ar o mostrar su desaire por algunos l¨ªderes, como Alito Moreno, o distanciarse del que le era m¨¢s pr¨®ximo, el dirigente nacional panista, Marko Cort¨¦s. Lastrados de una mala fama y poco tir¨®n ciudadano tanto ellos como sus partidos, la candidata quiso jugar por libre, pero pronto se vio en la necesidad de agarrarse a los partidos para conseguir lo que hace presidente a un pol¨ªtico, los votos. Llegada la campa?a de verdad, con sus m¨ªtines, programas electorales y estrategias precisas, aquella extra?a cama donde duermen tantos se hace m¨¢s viscosa si cabe.

¡°Los veh¨ªculos de representaci¨®n son los partidos, ninguna de las dos candidatas se pueden permitir el lujo de ponerles condiciones a quienes abanderan, por distintos motivos, porque ellas no importan tanto como los proyectos y los respaldos que tienen detr¨¢s¡±, expone la analista pol¨ªtica Paula Sof¨ªa V¨¢squez S¨¢nchez. ¡°En realidad, ambas tienen compa?eros de viaje inc¨®modos y podr¨ªa decirse que para Claudia Sheinbaum es m¨¢s f¨¢cil, porque la base del obradorismo no es muy exigente, no les importa si suman al Verde o a gentes de Encuentro Social con v¨ªnculos con la Luz del Mundo, es un cinismo mayor, puede gritar que viva el Verde aunque desde un punto de vista discursivo represente lo que a ella no le gusta¡±, a?ade V¨¢squez S¨¢nchez. En ese sentido, le parece ¡°m¨¢s decente una candidata como X¨®chitl, que reproch¨® a Alito y a Marko los pactos que hicieron en Coahuila [para repartirse cargos]. Creo que mantiene con ellos una relaci¨®n menos obediente¡±.

Para Francisco Abundis, de la consultora Parametr¨ªa, ese cambio de colores de G¨¢lvez en funci¨®n del escenario que pise responde a cierta ¡°falta de estrategia¡± en su campa?a. ¡°Ella puede tomar m¨¢s riesgos, sus cambios son m¨¢s t¨¢cticos que estrat¨¦gicos, desde el inicio ha ido tocando temas distintos, hoy es el miedo, luego en enga?o del gobierno, la democracia, las oportunidades perdidas¡±. Cree el analista, sin embargo, que no se trata de un discurso ajustado a cada electorado, territorio o plaza, sino una falta de estrategia. Donde Sheinbaum se manifiesta conservadora, sin necesidad de tomar la ofensiva porque va liderando la contienda, su adversaria necesita buscar los huecos ¡°en una suerte de prueba y error, a ver qu¨¦ discurso pega¡±, afirma Abundis. Considera, adem¨¢s, la dificultad de la oposici¨®n para imponer su discurso: ¡°El oficialismo ya tiene su agenda central definida, la consolidaci¨®n de la 4T, el famoso segundo piso, las ayudas sociales, todo eso est¨¢ bien posicionado. Y X¨®chitl puede vender que mantendr¨¢ o incrementar¨¢ esas ayudas, pero es m¨¢s f¨¢cil para el electorado creer lo que ya ha visto que una promesa de lo que vendr¨¢¡±, explica.

¡°X¨®chitl lo tiene m¨¢s complicado¡±, coincide V¨¢squez S¨¢nchez, pero por otras razones: ¡°A ella el respaldo se lo dio la ciudadan¨ªa, a pesar de los partidos pol¨ªticos, que habr¨ªan estado m¨¢s c¨®modos con otros candidatos, por ejemplo el PAN con Santiago Taboada, hombre, blanco, heterosexual, de clase media alta, por resumir¡±. ¡°Pero sabe que las bases existen y que no puede desperdiciar el respaldo del 13% que se manifiesta a favor del PRI [en las encuestas]¡±, reflexiona esta analista.

Y ah¨ª comienza el camaleonismo de campa?a. Pero las dificultades de esta coalici¨®n de partidos que se necesitan para frenar el empuje de Morena se aventuraba complicada desde el mismo momento de su uni¨®n. Mar¨ªa Eugenia Vald¨¦s Vega, experta en Procesos Pol¨ªticos, hace historia para recordar la animadversi¨®n que se profesan el PRI y el PAN desde los a?os 30, a pesar de que alcanzaron acuerdos dos sexenios atr¨¢s que acabaron con la llegada al poder de Pe?a Nieto, y que no se han disuelto desde entonces. Recuerda tambi¨¦n que el PRD es una escisi¨®n por la izquierda de un PRI que se volvi¨® autoritario y neoliberal. ¡°Es l¨®gico que todo esto desconcierte a X¨®chitl G¨¢lvez y que su actuar se observe por momentos medio esquizofr¨¦nico¡±. Debido a ello, no ve que la posici¨®n de salida de la candidata, llam¨¦mosle en esta ocasi¨®n panista, pueda alcanzar gran ¨¦xito en las presidenciales. ¡°Vamos a ver, las campa?as juegan un papel muy importante, y a ver qu¨¦ pasa con el Congreso¡­¡±. A?ade Vega Vald¨¦s: ¡°Ser¨¢ dif¨ªcil para X¨®chitl y m¨¢s con esos liderazgos tan pobres que la rodean. Carga con un peso del que tendr¨ªa que liberarse, pero no puede¡±.

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