A?o 21 del siglo XXI
No sin claras metas para futuros, celebremos con una profunda conciencia y curiosidad por el pret¨¦rito y asumamos como salvoconducto la gratitud
No sin la intensificaci¨®n de un berrinche impredecible, celebremos la primera quincena del a?o 21 del siglo XXI con la salida o evacuaci¨®n forzada de la Casa Blanca de un tal Donald J. Trump y asumamos a los largo del a?o la culposa digesti¨®n al confirmar la ominosa veracidad de su fantasma: el fascismo supremacista, el racismo filtrado hasta en videos caseros y el oprobioso imperio de la ignorancia por v¨ªa de la mentira instant¨¢nea y la falsedad que triunfa por ignorancia.
No sin el respetuoso velo de luto generalizado por miles de muertos, celebremos la primera quincena del a?o 21 del siglo XXI con las vacunas que han de propagarse para alivio de millones de contagiados o v¨ªctimas en potencia del nefando virus con el que nos despedimos del mundo tal como lo viv¨ªamos anta?o y asumamos que ¨Ccontra la lentitud y los tropiezos burocr¨¢ticos, la variedad de circunstancias adversas y la a¨²n incierta infalibilidad de las vacunas¡ª volver¨¢n los besos y los abrazos que nos debemos.
No sin una cuesta m¨¢s pronunciada que nunca, celebremos en la primera quincena del a?o 21 del siglo XXI las librer¨ªas que lograron sobrevivir a duras penas, los caf¨¦s discretos que vuelven a abrir sus cortinas de hierro, los bares de las tertulias y las casas de comida, los peque?os empresarios que no han roto velas y las ni?as que vuelven a clases y asumamos que los ni?os todos ans¨ªan recreos sin mascarillas lo m¨¢s pronto posible y los ancianos la callada paz de una siesta sin el pavor de que sean eternas y que lavarse las manos prosiga como costumbre continua.
No sin toda precauci¨®n higi¨¦nica y salubre, celebremos en la primera quincena del a?o 21 del siglo XXI el regreso de recitales en vivo, conciertos en directo, m¨²sica visible al tacto y no s¨®lo el salvavidas de las grabaciones fidel¨ªsimas y los videos en streaming y las transmisiones en pantalla y asumamos como funci¨®n a?adida a la nueva normalidad la realidad aumentada que hemos empezado a domesticar con reuniones desde el escritorio donde nos reunimos sin importar la distancia y los horarios, as¨ª como la contemplaci¨®n de museos y arqueolog¨ªas diversas desde la comodidad de la hiperealidad y sin el bochorno del turismo masivo.
No sin apego al papel y las encuadernaciones, celebremos la primera quincena del a?o 21 del siglo XXI reabonando la posibilidad invaluable de poder leer todo libro a la mano en pantallas de diverso tama?o y asumamos que la tersura de las p¨¢ginas y el olor a la tinta envejecida, el lomo ra¨ªdo y esa marca an¨®nima de un l¨¢piz a?ejo en la p¨¢gina 234 de un volumen en octavo queda ya para siempre como un recordatorio del poderoso imperio del conocimiento y la nostalgia, del saber y la ternura, habiendo estado confinados al filo de la amnesia.
No sin antojos, celebremos el inicio del a?o 21 del siglo XXI con una renovada propensi¨®n a la mesura y la serenidad, al equilibrio del criterio y la renuencia al abuso y asumamos con sabia resignaci¨®n la calma ante lo inevitable o imposible con la feroz voluntad e incansable af¨¢n de superar incluso lo que parece insuperable¡ con la m¨ªnima lucidez para distinguir la diferencia.
No sin claras metas para futuros, celebremos la primera quincena del a?o 21 del siglo XXI con una profunda conciencia y curiosidad por el pret¨¦rito, por todos los idos y hechos de nuestro pasado y asumamos como salvoconducto la gratitud con sus muchas satisfacciones y motivos con los que intento empezar un a?o no m¨¢s pr¨®spero para todo el mundo donde realmente se logre pluralizar el prop¨®sito de superar tanto nocivo lastre de odio y desastre, desolaci¨®n y destrucci¨®n, desahucio, destierro y muerte¡ como para que realmente dejemos atr¨¢s el a?o pasado al pasar la primera p¨¢gina a¨²n sin palabras para el primer p¨¢rrafo del a?o 21 del siglo XXI.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.