Espionaje a Gertz y lucha de poder: choque de trenes en la 4T
Los audios, extra¨ªdos sin remedio de forma ilegal, muestran que en torno a L¨®pez Obrador poderosos intereses han decidido dirimir sus pleitos no en los tribunales ni en los corredores de Palacio, sino en los medios y en las redes sociales
El cuarto a?o de L¨®pez Obrador es escenario de disputas que amenazan no solo la estabilidad de la administraci¨®n sino la gobernabilidad misma. En las ¨²ltimas horas esas disputas por el poder han escalado, y sus turbulencias son impredecibles para dos de los tres poderes de la Uni¨®n.
Cap¨ªtulo m¨¢s reciente del descontrol que trae AMLO, y m¨¢s revelador de a lo que se est¨¢ dispuesto a recurrir en esta pelea, es la filtraci¨®n de audios donde Alejandro Gertz Manero reniega junto con un cercano colaborador de las decisiones que ministros de la Suprema Corte est¨¢n a punto de tomar en un caso que implica personalmente al fiscal general.
No se requiere hablar aboga?ol para discernir la gravedad de lo que estos dos m¨¢ximos funcionarios de la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica tratan de dilucidar con respecto de un proyecto de sentencia del m¨¢ximo cuerpo de la justicia mexicana.
La relevancia de los audios filtrados el viernes por la noche es antes que nada de forma. El fiscal Gertz es exhibido en maniobras que desprecian la autonom¨ªa de los ministros, y de la Corte misma, pero tambi¨¦n los derechos de su contraparte en una confabulaci¨®n legal de la que ya se ha dado abundante y ruidosa cuenta en la prensa (caso conocido por la defensa que han emprendido los hijos de Alejandra Cuevas, detenida por esa trama).
En los audios, Gertz y Juan Ramos L¨®pez, titular de la Fiscal¨ªa Especializada en Investigaci¨®n de Delitos Federales, reniegan del sentido en que se perfila la sentencia de la Corte que debe resolver si Cuevas enfrenta su proceso en libertad. Si se tratara de dos personas particulares, de dos abogados estudiando los escenarios de un querellante, incluso, podr¨ªa ser casi convencional lo que se escucha en la filtraci¨®n, incluida, por supuesto, la fanfarronada de que ya se cuenta con la complicidad de algunos ministros.
Pero estamos ante la conversaci¨®n de los dos funcionarios m¨¢s poderosos de la FGR, abocados como est¨¢n a resolver a favor de un individuo ¡ªel Fiscal general¡ª, que no de la justicia, un caso que mantiene en la c¨¢rcel a una mujer, hija de la expareja del hermano fallecido de Gertz Manero.
Que el fiscal general ha dedicado en un caso personal tiempo que deber¨ªa consagrar a los intereses de la Rep¨²blica no es algo nuevo. Que ese caso haya recobrado br¨ªos desde que ¨¦l asumi¨® tan alto puesto, tampoco por desgracia es una novedad. Pero escucharlo en su af¨¢n, y en las denostativas frases con las que exhibe su desprecio a la contraparte y al Poder Judicial mismo, obliga a los ministros de la Corte a demostrar su independencia ¡ªincluso del titular de la Corte, de cuya libre actuaci¨®n incluso antes de estos audios ya se dudaba bastante¡ª, y obliga al presidente L¨®pez Obrador a resolver peleas que ahora han escalado al punto del espionaje, grav¨ªsimo, del abogado de la naci¨®n.
Porque los audios, extra¨ªdos sin remedio de forma ilegal pues es pr¨¢cticamente imposible que Juan Ramos los haya filtrado o el propio Gertz saque algo ben¨¦fico de esta revelaci¨®n, muestran que en torno a L¨®pez Obrador poderosos intereses han decidido dirimir sus pleitos no en los tribunales ni en los corredores de Palacio, sino en los medios y en las redes sociales, un espacio donde Andr¨¦s Manuel ha perdido a ¨²ltimas fechas varias batallas que ya se reflejan en su desaprobaci¨®n en las encuestas.
Las conjeturas sobre lo que se pretende con la revelaci¨®n de estos audios no tienen que retocerse mucho para encontrar los motivos de la misma. Gertz Manero hab¨ªa querido construir a ¨²ltimas fechas una torre infranqueable desde la que desafiaba a toda autoridad, a toda persona. Incluido, y para empezar, el presidente de la Rep¨²blica.
Y es que el timing de la revelaci¨®n no se entiende sin tener en cuenta las acciones judiciales emprendidas por Gertz al perseguir a un grupo de abogados cercanos al exconsejero jur¨ªdico de Andr¨¦s Manuel, que es adem¨¢s amigo personal de ¨¦ste; esas querellas han sido respondidas con este bazucazo que desnuda el talante poco o nada institucional del fiscal.
Pero en el centro de todo est¨¢ L¨®pez Obrador y el destino de su sexenio. Si una lectura hay que hacer de los audios subidos a Youtube desde el jueves, pero circulados el ¨²ltimo d¨ªa h¨¢bil de la semana es que suponen una alarma, no sabemos si la ¨²ltima, para que Andr¨¦s Manuel retome el control de gente que le hab¨ªa prometido lealtad, pero que ahora se enfrasca en pugnas cuya deriva amenaza la estabilidad pol¨ªtica.
Gertz Manero es una bala perdida en el tablero del Gobierno. Sus descarados (porque son nada discretos) choques con Santiago Nieto, cuando ¨¦ste era titular de la Unidad de Inteligencia Financiera aun cuando ya hab¨ªa salido de ese puesto, dieron muestra de que al fiscal le tienen sin cuidado las consecuencias de reyertas que parecen motivadas fundamentalmente por pasiones revanchistas antes que por motivos jur¨ªdicos o institucionales.
Apaciguar esa batalla, que tuvo todav¨ªa en estos meses un nuevo cap¨ªtulo a periodicazos, oblig¨® a que el secretario de Gobernaci¨®n, Ad¨¢n Augusto L¨®pez, empleara tiempo y oficio, con resultados magros e inciertos hasta ahora. Horas y diligencias empleadas en aplacar a quienes se supone deben privilegiar el inter¨¦s del Gobierno del presidente. Sin embargo, tal antecedente hoy es un p¨¢lido recuerdo frente a la nueva cruzada de Gertz Manero.
Desde finales de a?o se supo que Ad¨¢n Augusto hab¨ªa recibido la encomienda presidencial de tratar de detener una nueva embestida de Gertz Manero, ¨¦sta contra uno de los hombres que m¨¢s cercan¨ªa ha tenido con L¨®pez Obrador desde la frustrada campa?a del 2006: Julio Scherer Ibarra era el nuevo objetivo del fiscal, en un giro digno de mentes novelescas, pues se le volteaba al exconsejero jur¨ªdico ni m¨¢s ni menos que quien fue por ¨¦l promovido a la Fiscal¨ªa.
Scherer Ibarra es el hombre que explica una de las maneras en que L¨®pez Obrador se estableci¨® a partir de 2018 como el poder de poderes. Fue un operador pol¨ªtico del Gobierno del tabasque?o. Y ahora el fiscal pretende cazarlo, una jugada con la que de paso se ha dejado al descubierto la forma de negociar e incluso estrujar de AMLO.
Porque bien vistas, las maniobras del exconsejero jur¨ªdico estuvieron orientadas sobre todo a un fin: establecer que Andr¨¦s Manuel no ser¨ªa adorno de nadie, que no habr¨ªa poder f¨¢ctico que le impusiera temas o tiempos, cotos o costos. M¨¦xico ten¨ªa nuevo presidente y Julio se convirti¨® en el operador de distintas iniciativas jur¨ªdicas y tambi¨¦n pol¨ªticas con las que L¨®pez Obrador fij¨® en el imaginario el estreno de una manera de tomar decisiones en Palacio, y que todos hab¨ªan de ajustarse a ella.
Esos ajustes incluyeron el cobro de fortunas que, a juicio del presidente, hab¨ªan sido escamoteadas indebida o ilegalmente al erario. De ah¨ª las no pocas reformulaciones de t¨¦rminos econ¨®micos, en contratos y concesiones p¨²blicas, algunas multimillonarias retribuciones fiscales de empresas a la Tesorer¨ªa y, sin lugar a dudas, negociaciones con quienes han sido apresados para estipular la reparaci¨®n del da?o, en pos de esos acuerdos la mano de Julio llegaba a tronar dedos en m¨²ltiples instancias.
Que ahora se lleguen a conocer detalles de esas operaciones implica el riesgo de duras turbulencias. Mas este no ser¨¢ un esc¨¢ndalo como el de la casa gris, que independientemente de los m¨¦ritos period¨ªsticos de la revelaci¨®n logr¨® destantear por semanas al presidente; estamos ante una pugna de golpes secos, qu¨¦ duda cabe, pero de compleja apreciaci¨®n por parte de las audiencias; una pelea de abogados con mensajes cifrados de y para las ¨¦lites donde las resonancias, y los costos, repercutir¨¢n, primero, en la imagen del Gobierno. Un debate lleno de latinajos y verdades legales a modo que saturar¨¢ el espacio de sabiondos de la opini¨®n p¨²blica; pero, eso s¨ª, la gente de abajo sabe perfectamente que cuando los de arriba se est¨¢n peleando las pisotadas de los elefantes siempre las resienten m¨¢s los que est¨¢n a ras del suelo.
Pero as¨ª no haya una smoking gun sobre qui¨¦n es el malo de esta pelea, as¨ª no exista una casa blanca o gris con la cual predisponer a la sociedad sobre qui¨¦n es el culpable de estas denuncias en donde los acusados del sexenio van por la revancha de la mano misma del fiscal, el presidente no ha de confiarse en que esta batalla no implique grandes costos para su proyecto. Porque a final de cuentas lo que estar¨¢ en entredicho es la manera en que se ha ejercido el poder en este Gobierno: las maniobras que se denuncian ¡ªla existencia de presuntos pagos de indiciados famosos al entorno de Scherer para poder librarse de las acusaciones o de la c¨¢rcel¡ª no pudieron ocurrir sin el conocimiento de L¨®pez Obrador. El exconsejero, por cierto, ha negado cualquier corrupci¨®n.
Si al ejecutar esas maniobras hubo corrupci¨®n el presidente est¨¢ en un callej¨®n sin salida, o abusaron de ¨¦l o abusaron junto con ¨¦l. Si no la hubo, entonces tiene a Gertz Manero desafi¨¢ndole: porque Julio es AMLO, AMLO es Julio y en estos a?os se hermanaron m¨¢s.
Por esa confianza, el presidente de la Rep¨²blica encarg¨® a Scherer Ibarra una forma de ejercer poder y presi¨®n en contra de adversarios y/o a favor de los intereses oficiales; eso per se no es malo, pero pocas veces es presentable. Ya se sabe: a pocos les gusta ver c¨®mo se hacen las salchichas.
L¨®pez Obrador ten¨ªa en Julio a un eficiente operador, que incluso fue el eje de un grupo de judicializaci¨®n de casos importantes, un espacio de real politik donde representantes de la FGR, del Poder Judicial y de la Presidencia de la Rep¨²blica se pon¨ªan de acuerdo sobre la priorizaci¨®n de los objetivos. Un esquema del que se puede reconocer su pertinencia pol¨ªtica-estrat¨¦gica si se pasa por alto que linda en la ilegalidad y compromete la autonom¨ªa de los poderes. Se sab¨ªa de ese grupo desde hace meses, pero el recuento m¨¢s puntual sobre su operaci¨®n lo ha publicado esta semana Raymundo Riva Palacio.
En esa mesa estuvieron en un tiempo juntos y orientados hacia el mismo objetivo personajes que ahora est¨¢n enfrentados en lo que parece el choque de trenes del sexenio. La salida misma del Gobierno por parte de Scherer Ibarra en agosto pasado, justificada estos d¨ªas por el presidente como una b¨²squeda por equilibrar y rebajar costos en su gabinete, logr¨® justo lo contrario: empoder¨® al Fiscal General de la Rep¨²blica de tal forma que incluso hace ver incapaz al actual secretario de Gobernaci¨®n. Y de la nueva raya a ese tigre que acumula esc¨¢ndalos llamado Arturo Zald¨ªvar no hace falta agregar m¨¢s.
La posici¨®n de Gertz Manero queda comprometida con el contenido de los audios, pero la revelaci¨®n del espionaje al fiscal, y la intentona de da?arle, habla de que lo que est¨¢ en riesgo es el proyecto mismo del presidente. O contiene y conduce a sus colaboradores oficiales y oficiosos, o mientras unos pelean por su inocencia y el fiscal por imponer su poder a sus exfamiliares y a sus excompa?eros de gabinete, el Estado mismo podr¨ªa descarrilar: exhibido como est¨¢ por este nuevo esc¨¢ndalo el presidente de la Corte, el Fiscal General de la Rep¨²blica y el actor a¨²n silencioso de esta trama: Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador.
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