UNAM: ?se puede hablar de autonom¨ªa sin que exista igualdad de oportunidades?

Una instituci¨®n emerge de modo indiscutible cuando M¨¦xico se muestra al mundo: la UNAM, su fenomenal casa de estudios superiores, casi una ciudad donde se manejan todos los saberes, que recibe estudiantes de todos los continentes y por la que suspiran, desde luego, miles de latinoamericanos. La Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico es como un ministerio, lo que all¨ª sucede desde el punto de vista administrativo no queda al margen del ¨¢mbito pol¨ªtico, por mejor uso que haga de su autonom¨ªa. Un ¨¦xito en la UNAM es una celebraci¨®n nacional, un fracaso estar¨¢ en boca de todos. Ni los m¨¢s cr¨ªticos discuten su prestigio acad¨¦mico, que no va a quedar da?ado porque, de tarde en tarde, lo estremezca alg¨²n esc¨¢ndalo, pero no es inmune a ellos, ni a los zarpazos que llegan desde Palacio Nacional.

En los ¨²ltimos tiempos, la universidad ha sido cuestionada desde varios frentes. Por un lado, el presidente de la Rep¨²blica, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, quien tambi¨¦n se form¨® en sus aulas, ha dicho que ¡°el derechismo estaba cundiendo¡± en ellas. Profesores y administradores de la instituci¨®n entraban en esa categor¨ªa de clase media alta ¡°neoliberal¡± que ha sido diana de las cr¨ªticas presidenciales por su alejamiento del pueblo, seg¨²n Obrador. Nadie quiso poner la cara para aquella bofetada, m¨¢s bien la devolvieron a Palacio con una posdata: que se metieran en sus asuntos.

El supuesto plagio de tesis por parte, nada menos, que de quien hoy es una ministra de la Suprema Corte, Yasm¨ªn Esquivel, ha sido m¨¢s penoso y quiz¨¢ la Universidad no ha sabido resolverlo de la mejor manera. Plagios de tesis hay en todas las universidades, seguro, y puede que la UNAM, por su enorme volumen, sea incluso m¨¢s vulnerable a los aviesos planes de algunos alumnos. Pero el asunto, que se ha repetido en otros casos, incluido ahora un esc¨¢ndalo parecido con la candidata a la Presidencia por la oposici¨®n, X¨®chitl G¨¢lvez, recomienda reforzar los mecanismos de vigilancia.

Un tercer asunto viene sacudiendo a la UNAM a?o tras a?o (y a todos los dem¨¢s centros de estudios superiores): la violencia de g¨¦nero, con sus acosos, abusos y discriminaciones. El problema ha sido abordado y se ha legislado internamente para afrontarlo, pero en eso, como en otros asuntos acad¨¦micos, la UNAM necesita, a decir de algunos que la quieren y la defienden, un paso a la modernidad, donde no haya cabida para el gatopardismo, sino que emprenda las necesarias modificaciones de forma y fondo que la sit¨²en de una vez en el siglo XXI, lista para extender su prestigio y gozar de nuevas d¨¦cadas de fama y progreso.

La UNAM est¨¢ estos d¨ªas perfilando los mejores candidatos para elegir nuevo rector o rectora, un proceso que se prolongar¨¢ las pr¨®ximas semanas. Cinco acad¨¦micas se ha postulado para el cargo que deja Enrique Graue, y 12 hombres. No es la primera vez que una mujer aspira a ese puesto, pero, si alguna lo consigue ahora, s¨ª ser¨¢ la primera en llevar las riendas de la gran casa de estudios. Ni a hombres ni a mujeres les faltan m¨¦ritos para ello, entre los 17 candidatos. Esto, dir¨¢n los que siempre recurren a la misma coletilla, no es una cuesti¨®n de sexo, sino de capacidad de gesti¨®n acad¨¦mica. Pero la historia viene demostrando que no es cierto, que adem¨¢s de esos adornos, durante d¨¦cadas se ha privilegiado otra condici¨®n. C¨®mo explicar si no, que nunca antes haya habido una mujer en el cargo.

M¨¦xico vive una ¨¦poca optimista de la que tambi¨¦n puede presumir ante el mundo en lo que respecta a la representaci¨®n femenina en sus instituciones. Paridad en el gobierno y en los poderes legislativos, una presidenta de la Suprema Corte, dos mujeres en la l¨ªnea de salida para disputar la presidencia en 2024, leyes vanguardistas en todos los ¨¢mbitos de la igualdad. Una instituci¨®n emerge de modo incomprensible en este campo: La UNAM, donde nunca una mujer ha dirigido el destino acad¨¦mico ni pilotado el prestigio internacional de la gran casa de estudios. ?Se puede hablar de autonom¨ªa sin una manifiesta igualdad de oportunidades?

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