El M¨¦xico que desea la mayor¨ªa
Los mexicanos han tenido que escoger entre dos historias, la de la esperanza o la del miedo, y han elegido la primera
Estoy conmovida. Veo los resultados y pienso en los 5,1 millones de personas que salieron de la pobreza en este sexenio, los 3,6 millones de trabajadores que por primera vez pudieron comprar la canasta b¨¢sica con su salario y los 800.000 que duplicaron su ingreso laboral por ganar el salario m¨ªnimo.
Pienso en ellos porque solo as¨ª se entiende lo que hoy estamos viviendo.
En un pa¨ªs donde la oposici¨®n PRI-PAN dedic¨® meses a acorralar y atemorizar a los votantes dici¨¦ndoles que, de votar por Morena, M¨¦xico se convertir¨ªa en una dictadura, la mayor¨ªa se volc¨® con Claudia Sheinbaum.
Nunca, en la historia de la democracia mexicana, el votante hab¨ªa refrendado con tanta fuerza a un partido gobernante. La primera vez que sucedi¨® fue en 2006 con el PAN. Sin embargo, la victoria entonces fue magra. Fox le entreg¨® la banda presidencial a Calder¨®n, pero con un mill¨®n de votos menos de los que ¨¦l hab¨ªa ganado en el 2000. En esta ocasi¨®n es distinto. L¨®pez Obrador le entregar¨¢ la banda presidencial a Sheinbaum con 5 millones de votos m¨¢s de los que ¨¦l gan¨® en el 2018.
Me parece que la contundencia de la victoria de Sheinbaum m¨¢s que una victoria de Morena o de L¨®pez Obrador es una se?al del pa¨ªs que desea la mayor¨ªa.
El voto por Morena no es un refrendo a un Gobierno perfecto. El votante sabe que L¨®pez Obrador ha cometido errores y que algunos de ellos han sido enormemente dolorosos: el desabasto de medicinas, la reducci¨®n en cobertura m¨¦dica, las muertes en exceso de la pandemia y la incapacidad de la Guardia Nacional por controlar el crimen organizado.
El voto por Morena fue un refrendo de una plataforma que ha logrado poner primero a los pobres, redistribuir, mejorar los salarios de los trabajadores y aumentar el gasto social y la inversi¨®n p¨²blica en infraestructura. No se logr¨® todo. Habr¨¢ quien diga que se logr¨® muy poco. Pero lo cierto es que logr¨® mucho m¨¢s antes.
El votante mexicano rechaz¨® el pa¨ªs del miedo y el enojo que promovi¨® el PRI-PAN. Se rehus¨® a volver al M¨¦xico de los salarios bajos, de los apoyos empresariales y de los apapachos a un pu?ado de miembros de la cultura.
M¨¢s a¨²n, la idea de que L¨®pez Obrador quiere implementar una dictadura, promovida por el PRI-PAN como parte de su campa?a, cay¨® en terreno f¨¦rtil, pero solo entre el 15% de mexicanos que se sienten parte de la Marea Rosa. Seg¨²n mostr¨® una encuesta de El Financiero, incluso entre quienes se identifican con la Marea Rosa, una tercera parte report¨® que votar¨ªa por Sheinbaum.
Lo que sigue para M¨¦xico requiere que Claudia Sheinbaum tenga una responsabilidad sin precedentes. Pero esa victoria es tan apabullante que viene tambi¨¦n con la responsabilidad de nunca, bajo ninguna circunstancia, abusar de ella. M¨¦xico ha hablado. Y lo que dijo es que aspira a ser para todos. Para todos, incluyendo los que no votaron por Morena. Ese es el mensaje que debe guiar la presidencia de Sheinbaum.
Por ahora, esta larga y cansada elecci¨®n est¨¢ llegando a su final. Y con ello, el pa¨ªs debe volcarse en una tarea que llevamos tiempo sin hacer: unirnos. No importa c¨®mo o por qui¨¦n se haya votado, lo que sigue es volver a poner manos a la obra en juntos construir un M¨¦xico m¨¢s pr¨®spero para todos, pero sobre todo de quien menos tiene.
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