Los golpes al peso: ?aprendimos la lecci¨®n de 2018?
Cuando una decisi¨®n como la cancelaci¨®n del aeropuerto no se explica lo suficiente, lo que queda es la percepci¨®n de una decisi¨®n autoritaria que genera desconfianza y que aumenta la incertidumbre
El pasado 2 de junio se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en M¨¦xico. Desde entonces, el pa¨ªs ha pasado por algunos episodios de turbulencia financiera. El lunes 3 de junio, por ejemplo, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cay¨® en 6% y el peso mexicano se depreci¨® en alrededor de 4%. A dos semanas de las elecciones, el mercado de valores sigue estando m¨¢s de 5% por debajo de su nivel preelectoral y el tipo de cambio acumula ya una depreciaci¨®n de m¨¢s de 8%, aunque en alg¨²n momento lleg¨® a ser hasta del 10%.
La raz¨®n de la turbulencia financiera no fue el triunfo de Claudia Sheinbaum, lo cual ya hab¨ªa sido descontado por los mercados, sino el hecho de que el partido en el poder (Morena) haya obtenido la mayor¨ªa calificada en la C¨¢mara de Diputados y que est¨¦ muy cerca de lograrla en la C¨¢mara de Senadores. Esto abre la puerta a que Morena y sus partidos aliados puedan llevar a cabo reformas constitucionales sin necesidad de negociar con la oposici¨®n. Esto, cabe se?alar, es mucho m¨¢s que una posibilidad, considerando que apenas el 5 de febrero pasado el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador present¨® una serie de propuestas de reforma constitucional que incluye, entre otras cosas, una iniciativa de reforma al Poder Judicial y la eliminaci¨®n de varios ¨®rganos constitucionales aut¨®nomos.
La inestabilidad financiera ha abierto un debate sobre la pertinencia de llevar a cabo dichas reformas. Para algunos, esto es una se?al de que los mercados podr¨ªan funcionar como una especie de contrapeso a cierto tipo de decisiones econ¨®micas. Para otros, como el presidente, la inestabilidad financiera no es tan importante: ¡°La justicia est¨¢ por encima de los mercados¡±. De hecho, el propio presidente ha insistido que la inestabilidad puede ser temporal y que ya hemos tenido otros episodios similares en el pasado. Sorprendentemente, algunos voceros del sector privado han adoptado una postura parecida. Algunos incluso le han dado la bienvenida a la depreciaci¨®n del peso, ya que esto beneficia a los sectores exportadores del pa¨ªs.
Estas posturas, sin embargo, pierden de vista lo esencial: que el tipo de cambio no es ni el ¨²nico ni el mejor indicador de los costos posibles de cierto tipo de decisiones. Un buen ejemplo de ello es lo que ocurri¨® a fines de 2018 en el contexto de la cancelaci¨®n de la construcci¨®n del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de M¨¦xico. Si evalu¨¢ramos esta decisi¨®n en funci¨®n de sus implicaciones para el tipo de cambio, concluir¨ªamos que los costos fueron peque?os o casi nulos. En aquel entonces, el tipo de cambio se depreci¨® en alrededor de 8% entre octubre y noviembre de 2018. No obstante, ya para enero de 2019 la paridad cambiaria hab¨ªa regresado a los niveles previos a la cancelaci¨®n del aeropuerto. Uno podr¨ªa concluir entonces que el impacto de esa decisi¨®n fue transitorio. Sin embargo, esto no fue as¨ª.
Las reverberaciones econ¨®micas de la cancelaci¨®n del aeropuerto en realidad fueron de largo alcance. Por ejemplo, a principios de marzo de 2020, al inicio de la pandemia, el ¨ªndice de precios de la BMV segu¨ªa estando 15% por debajo del nivel alcanzado previo a la cancelaci¨®n del nuevo aeropuerto. M¨¢s importante a¨²n es el hecho de que la cancelaci¨®n del aeropuerto tuvo implicaciones importantes para la calificaci¨®n soberana del pa¨ªs. As¨ª, a finales de octubre de 2018 tanto HR como Fitch modificaron de estable a negativa la perspectiva de la deuda soberana de M¨¦xico. En ambos casos, las calificadoras aludieron al deterioro en la percepci¨®n del riesgo-pa¨ªs y a la mayor incertidumbre asociada a las decisiones de pol¨ªtica p¨²blica. M¨¢s tarde, en marzo de 2019, Standard & Poors tom¨® una decisi¨®n similar y modific¨® la perspectiva de la deuda del pa¨ªs. Posteriormente, en junio de 2019, Fitch finalmente redujo la calificaci¨®n de M¨¦xico en un escal¨®n y Moody¡¯s se uni¨® al cambio en la perspectiva de la deuda soberana del pa¨ªs y tambi¨¦n la modific¨® de estable a negativa. Todo esto aument¨® el riesgo-pa¨ªs de M¨¦xico y, por tanto, el costo del financiamiento de la deuda p¨²blica del pa¨ªs. Esto le cost¨® al pa¨ªs decenas de miles de millones de pesos por a?o.
De igual forma, la mala percepci¨®n que dej¨® la cancelaci¨®n del aeropuerto sobre el sector privado dom¨¦stico y extranjero seguramente afect¨® las decisiones de inversi¨®n de muchas empresas y podr¨ªa explicar una parte de la significativa desaceleraci¨®n econ¨®mica de 2019, as¨ª como el lento crecimiento que hemos tenido a lo largo de este sexenio. Cabe recordar que el crecimiento del PIB per c¨¢pita en M¨¦xico entre 2018 y 2024 ser¨¢ pr¨¢cticamente nulo. As¨ª pues, evaluar una decisi¨®n ¨²nicamente por sus implicaciones en el mercado cambiario es una forma muy estrecha de analizar los costos y consecuencias de ciertas acciones.
Noten que en todo esto no quiero decir que no haya habido buenas razones t¨¦cnicas, econ¨®micas, financieras y/o pol¨ªticas para cancelar la construcci¨®n del nuevo aeropuerto de la Ciudad de M¨¦xico. Lo que creo, sin embargo, es que la forma importa. Cuando una decisi¨®n de esta naturaleza no se explica o se discute lo suficiente, lo que queda es la percepci¨®n de una decisi¨®n autoritaria que genera desconfianza y que aumenta la incertidumbre. En esos casos, los costos de mediano y largo plazo van mucho m¨¢s all¨¢ de la simple turbulencia financiera de corto plazo. Ojal¨¢ hayamos aprendido la lecci¨®n.
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