Amigo, Sinaloa es m¨ªo

El Mayo se entrega al Gobierno estadounidense, el pa¨ªs que fue ¡ªy es¡ª su cliente gigante por m¨¢s de cinco d¨¦cadas que se dedic¨® al tr¨¢fico de diferentes sustancias il¨ªcitas, las que demandara el mercado en ese momento: marihuana, coca¨ªna, metanfetamina, fentanilo.

Estados Unidos, los mismos con quienes jug¨® al gato y al rat¨®n durante decenas de escaramuzas, aunque a veces no quedara muy claro qui¨¦n era el gato y qui¨¦n e...

El Mayo se entrega al Gobierno estadounidense, el pa¨ªs que fue ¡ªy es¡ª su cliente gigante por m¨¢s de cinco d¨¦cadas que se dedic¨® al tr¨¢fico de diferentes sustancias il¨ªcitas, las que demandara el mercado en ese momento: marihuana, coca¨ªna, metanfetamina, fentanilo.

Estados Unidos, los mismos con quienes jug¨® al gato y al rat¨®n durante decenas de escaramuzas, aunque a veces no quedara muy claro qui¨¦n era el gato y qui¨¦n el rat¨®n. La prueba mayor es que la persecuci¨®n imparable termina con una entrega pactada, sin ning¨²n tiro de por medio. El mismo pa¨ªs que atrap¨® a una buena parte de su clan: sus hijos Vicente, Ismael y Seraf¨ªn, y su hermano Rey Zambada.

El Mayo construy¨® un imperio de la nada, literalmente. Escal¨® desde el s¨®tano de una comunidad empobrecida de Sinaloa, El ?lamo, hasta ser considerado el poderoso cerebro de una organizaci¨®n de negocios il¨ªcitos, principalmente del trasiego de drogas a una buena parte del mundo.

El MZ, un corrido de Los Tucanes de Tijuana, abre con un di¨¢logo para la vitrina del ego del capo:

¡ª Oiga amigo, ?Usted es de Sinaloa?

¡ª No amigo, Sinaloa es m¨ªo.

Y se abre el acorde¨®n de Los Tucanes con estrofas que resumen claramente la vida del MZ, Mayo Zambada. Lo buscan por todos lados y el hombre ni est¨¢ escondido.

En enero de 2019 en Nueva York, en el juicio contra Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n, se reafirm¨® lo que en la tierra natal era un secreto a voces. El Vicentillo, hijo del Mayo, dir¨ªa despu¨¦s de un saludo a la sinaloense a ¡°Mi compa Chapo¡±, que su padre controlaba las polic¨ªas de Sinaloa, locales y federales. Particularmente a su director en dos sexenios de Gobierno: de 1999 a 2004, y de 2011 a 2016. Ese director de la polic¨ªa fue Jes¨²s Antonio Aguilar ??iguez, con nombramiento firmado por los gobernadores Juan Mill¨¢n, del PRI, y Mario L¨®pez Valdez, de una coalici¨®n PAN-PRD. Aunque en los hechos el nombramiento le llegaba de m¨¢s arriba, quien podr¨ªa afirmar que no es de Sinaloa, sino que Sinaloa es ¡ªo era¡ª de ¨¦l: el Mayo Zambada.

Desde la segunda mitad del siglo pasado, el estado de Sinaloa ubicado en el noroeste de M¨¦xico en el mar Pac¨ªfico, fue gan¨¢ndose el mote de la cuna del narcotr¨¢fico y una reputaci¨®n que se fue desperdigando por todo el mundo.

Emblem¨¢ticos hombres y mujeres implicadas como cabezas del negocio global de drogas, desde la producci¨®n a la exportaci¨®n, hab¨ªan nacido aqu¨ª y expandieron su negocio: F¨¦lix Gallardo, Caro Quintero, Neto Fonseca, Chapo Guzm¨¢n, los Chapitos, C¨¢zarez, Beltr¨¢n Leyva, los Arellano, Amado Carrillo¡­ Alimentaron los titulares desde Sinaloa para el mundo. Hoy, todos encarcelados o muertos, con la excepci¨®n de Ismael Zambada, que permanec¨ªa en activo con sus 76 a?os a cuestas y como cabeza principal de la organizaci¨®n considerada por mucho tiempo como una de las m¨¢s poderosas del crimen mundial: el Cartel de Sinaloa o del Pac¨ªfico.

Este 2024 los hechos se fueron precipitando sobre Ismael Zambada. En febrero se formaliz¨® la quinta acusaci¨®n en su contra por el Gobierno estadounidense, la hizo el Fiscal Federal para el distrito Este de Nueva York, Breon Peace. En marzo capturaron en Sonora a Gilberto Mart¨ªnez, El 50, su operador en esa zona. En abril, el Gobierno de Ecuador lo incluy¨® como un objetivo militar. Al mes siguiente, la Agencia Antidrogas, la DEA, afirm¨® que la salud de Zambada Garc¨ªa no era buena y amenazaba su liderazgo.

A finales de junio y en lo que va de julio, las fuerzas federales mexicanas han capturado o abatido en Culiac¨¢n, Sinaloa, a algunos de los operadores de la organizaci¨®n del Mayo. Nada nuevo para el l¨ªder de la organizaci¨®n, que ha visto caer a su alrededor a cuanto colaborador o socio ha pasado por el negocio.

Ismael Zambada para nada se mostraba como un capo en retiro. El negocio de las drogas, siempre en guerra, obliga a tener abierto m¨¢s de un frente. Las huestes de El Mayo libran desde hace cuatro a?os, al menos, una cruenta disputa en municipios de Zacatecas contra el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG). Fresnillo, Jerez, Guadalupe y la capital est¨¢n convertidos en verdaderos campos de batalla por el control de su red carretera, estrat¨¦gica para ambas organizaciones.

En los a?os 80 en Culiac¨¢n, la marca de leche pasteurizada Santa M¨®nica controlaba el mercado. Establos lecheros y la f¨¢brica respaldaban la ocupaci¨®n de los Zambada Niebla: ganaderos. La familia de El Mayo. Ninguna otra marca podr¨ªa acercarse a la distribuci¨®n, no era necesaria la amenaza, bastaba una simple restricci¨®n de sanidad a la importaci¨®n del l¨¢cteo. Fue la apertura comercial, m¨¢s que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que boletin¨® a esa y otras empresas de la familia Zambada, quien volvi¨® ruinas la lecher¨ªa.

Hoy los Zambada, sin embargo, se mantienen en el negocio de la educaci¨®n particular, con enormes centros escolares en Culiac¨¢n, y deslindados por completo de Ismael Zambada a quien dicen no ver desde hace muchos a?os.

En 2010, Ismael Zambada le abri¨® su guarida al periodista Julio Scherer y hasta se fotografi¨® coloc¨¢ndole la mano derecha en el hombro, como un abrazo. Antes de esa imagen solo circulaba el rostro de un hombre adusto en sus treinta a?os. Pasaron todav¨ªa tres lustros para que El Mayo perdiera el miedo a ser encarcelado. ¡°Tengo p¨¢nico de que me encierren¡±, le responder¨ªa Zambada al periodista, para agregar ¡°no s¨¦ si tuvieran los arrestos para matarme.¡±

Aquella entrevista cumpli¨® para El Mayo su prop¨®sito, una presi¨®n para Estados Unidos sobre su hijo Vicentillo capturado en Ciudad de M¨¦xico y reci¨¦n extraditado a Chicago. Hoy Ismael Zambada venci¨® al p¨¢nico y no fue necesario el dilema de pegarse un tiro antes que ser atrapado. Tom¨® un avi¨®n, cruz¨® la frontera sin necesidad de visa y se entreg¨®. Al fin y al cabo tambi¨¦n acu?¨® otra frase lapidaria en caso de entregarse o ser fusilado: ¡°Al cabo de los d¨ªas vamos sabiendo que nada cambi¨®.¡±

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