El drama de la oposici¨®n en M¨¦xico no es cualquier cosa
Nunca los opositores han estado tan mal y nunca hab¨ªan sido tan innecesarios
M¨¦xico es un lugar com¨²n en el que decir que la oposici¨®n est¨¢ nulificada, aplastada, deshecha y que no se sabe para cu¨¢ndo pueda despuntar, asomar la cabeza, generar una cr¨ªtica atendible o un desplante que provoque alg¨²n tipo de satisfacci¨®n en sus cabizbajos votantes. Si el resultado de las elecciones fue demoledor en t¨¦rminos num¨¦ricos y de ¨¢nimo, la operaci¨®n de compra-venta de la familia Yunes y dos senadores del PRD que estaban en el abandono para lograr la Reforma Judicial, fue absolutamente desmoralizador. PRI y PAN peleados entre s¨ª, divididos y extraviados, no atinan a delinear un comportamiento ante el gobierno que les de presencia, algo de decoro y reconocimiento de los suyos. Es uno de los legados de L¨®pez Obrador: una oposici¨®n inhabilitada.
Hay quienes sostienen que la oposici¨®n se debe acercar al gobierno, sacar en conjunto proyectos que consideren de beneficio general. No parece que nadie se los vaya a agradecer. Quiz¨¢ a los opositores les convenga radicalizarse, ¡°noro?izarse¡±, oponerse de manera sistem¨¢tica para tener causas y banderas, generar personajes atractivos que rompan con los moldes de su idea del ejercicio de la pol¨ªtica. Tampoco est¨¢ f¨¢cil pero no es inviable. Por lo pronto el panismo cambiar¨¢ de directiva en unas semanas y no parece haber novedad alguna en lo que viene. Lo que queda del PRI insiste en cortarse las venas mientras el resto de su militancia sigue migrando a Morena.
El drama opositor no es cualquier cosa. Nunca los opositores han estado tan mal y nunca hab¨ªan sido tan innecesarios. Centrados en lo que se etiquet¨® como el PRIAN hace unos a?os, es prescindible. La presidenta Sheinbaum no los necesita para nada. Lejos de legitimar algo, todo lo manchan, son el sello de chapopote, el toque de fango de cualquier cosa que suceda. Lejos de legitimar alguna acci¨®n, tal y como est¨¢n las cosas, nada m¨¢s la echan a perder. M¨¢s all¨¢ de la buena voluntad que les tenga la flamante presidenta, no tiene necesidad alguna de sentarse a trabajar con esos partidos. A quienes gobiernan entidades basta con el trato personal e institucional que decida Sheinbaum brindarles para que las cosas funcionen. No parece haber mayores problemas en el horizonte en aquellas entidades.
Entonces, ?qu¨¦ oposici¨®n tendr¨¢ la presidenta? La suya. La de su movimiento y la de sus aliados. Porque claro, arrasaron, se llevaron lo que hab¨ªa en disputa, y ahora tienen todo. Es mucho poder. Pero mucho poder tambi¨¦n son muchos problemas. Los que le explotar¨¢n r¨¢pido a la presidenta est¨¢n en Guerrero, Chiapas, Sinaloa, Morelos ¨Dpor poner solo unos cuantos¨D, Estados que gobierna su partido. Las negociaciones legislativas, si las necesita, ser¨¢n con los suyos. Se entiende que ha dado juego. Sus adversarios internos controlan el legislativo, sus sucesores en l¨ªnea manejar¨¢n el movimiento. Ser¨¢ m¨¢s desgastante de lo que se piensa. El pleito por las cuotas de poder ser¨¢ descarnado y todos quieren cobrar y hacerse de mayores parcelas de poder. Adem¨¢s, est¨¢ el movimiento radical de los amlistas. Personajes conocidos por su fanatismo desbordado y prestos a se?alar con dedo flam¨ªgero las deviaciones del proyecto original. Lo de siempre: revolucionarios a la caza de reformistas, trogloditas que con tal de quemar algo queman su casa.
La primer presidenta tendr¨¢ una oposici¨®n partidista desvalida y en reconstrucci¨®n, con personajes impresentables, deslavados o simplemente mediocres (a menos de que alguien diera la sorpresa). La importancia de una oposici¨®n consolidada se reflejar¨ªa en la obligaci¨®n de cogobernar de contener a las fieras, de pactar acuerdos. Pero a falta de oposici¨®n en los de enfrente, la presidenta tendr¨¢ que lidiar con los de su movimiento. No suena f¨¢cil.
@juanizavala
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