?Un Gobierno ambientalista? El reto de Sheinbaum

La presidencia de Claudia Sheinbaum arranca con un escenario complejo en materia medioambiental. Se enfrenta a un recorte presupuestal del 60% en este sector, una crisis de calidad de agua en el sureste exacerbada por los megaproyectos, la p¨¦rdida de 10 millones de ¨¢rboles y m¨¢s de 20.500 muertes por enfermedades vinculadas a la mala calidad del aire. Estos datos son alarmantes y evidencian la urgencia de que el medio ambiente se convierta en una prioridad ineludible.

La administraci¨®n anterior apost¨® por energ¨ªas f¨®siles. Muestra de ello, limit¨® la generaci¨®n de electricidad privada y apost¨® por fortalecer a la Comisi¨®n Federal de Electricidad (CFE), aunque esto significara incrementar el uso de carb¨®n y combust¨®leo ¡ªaltamente contaminantes¡ª. Adem¨¢s, se implementaron programas como Sembrando Vida, que no solo fracas¨® en algunos casos, sino que incluso contribuyeron a la deforestaci¨®n, promoviendo una reforestaci¨®n desorganizada con especies no end¨¦micas. Seg¨²n Oceana, este programa tuvo un aumento presupuestario del 85% entre 2019 y 2020, lo cual pone en duda la eficiencia de su implementaci¨®n.

El an¨¢lisis presupuestario para el sector ambiental revel¨® una tendencia preocupante a la baja entre 2018 y 2021, con el mayor recorte en 2019 (21% en t¨¦rminos reales). A pesar de que el presupuesto aument¨® un 43% en 2022 y un 77% en 2023, para 2024 volvi¨® a reducirse un 11%. La asignaci¨®n presupuestaria tambi¨¦n es desequilibrada: un 89% se destina a la Comisi¨®n Nacional del Agua (Conagua), dejando apenas un 1,40% para la Comisi¨®n Nacional de ?reas Naturales Protegidas (Conanp) y 1,28% para la Procuradur¨ªa Federal de Protecci¨®n al Ambiente (Profepa).

Es claro que la Conanp, responsable de las 203 ?reas Naturales Protegidas, necesita al menos 1.300 millones de pesos para cumplir con sus tareas. Sin embargo, con los recursos actuales, la pregunta sigue siendo: ?c¨®mo se proteger¨¢n las ¨¢reas naturales, c¨®mo se evitar¨¢ la deforestaci¨®n y c¨®mo se controlar¨¢ el impacto de megaproyectos como el mal llamado Tren Maya?

El Tren Maya es uno de los mayores desaf¨ªos ambientales. La presidenta Sheinbaum anunci¨® recientemente la expansi¨®n del proyecto hacia Puerto Progreso, Yucat¨¢n, pero persisten las dudas sobre la falta de estudios de impacto ambiental y la transparencia en su ejecuci¨®n. El megaproyecto ha provocado la tala de millones de ¨¢rboles y amenaza la biodiversidad, lo que subraya la necesidad de mayor escrutinio por parte de la sociedad y las autoridades.

Otro reto fundamental es la reactivaci¨®n del programa Pago por Servicios Ambientales (PSA), suspendido en la administraci¨®n anterior. Este programa incentivaba a los propietarios de terrenos forestales a conservar el medio ambiente. Entre 2006 y 2012 logr¨® la protecci¨®n de 3,2 millones de hect¨¢reas. Reactivar este programa es una oportunidad para restaurar ecosistemas y detener la deforestaci¨®n.

Adem¨¢s, Profepa debe fortalecerse y convertirse en un verdadero ¨®rgano vigilante, capaz de hacer cumplir las leyes ambientales, incluso si eso implica la clausura de megaproyectos. Hasta ahora, su debilidad ha permitido que se eludan normativas cruciales para el equilibrio ecol¨®gico.

Sembrando Vida, con una inversi¨®n proyectada de 38.928 millones de pesos en 2024, tambi¨¦n presenta riesgos. Aunque el programa busca apoyar a 440.000 trabajadores rurales ¡ªdurante este a?o¡ª, en muchos casos ha contribuido a la p¨¦rdida de bosques, ya que las tierras han sido transformadas en parcelas agroforestales. Seg¨²n el Instituto de Recursos Mundiales (WRI), solo en 2019 se perdieron 72.830 hect¨¢reas de bosque.

A pesar de este panorama adverso, existe potencial para que M¨¦xico se convierta en l¨ªder regional en protecci¨®n ambiental. Claudia Sheinbaum ha demostrado un compromiso con la transici¨®n energ¨¦tica, la electromovilidad y la reforestaci¨®n en su tiempo como jefa de Gobierno de la Ciudad de M¨¦xico. Sin embargo, una vez ungida como presidenta Constitucional, dichas promesas han quedado truncadas. En menos de 10 d¨ªas al frente del Gobierno, el Congreso se presta a aprobar una reforma constitucional para habilitar la malograda Ley Combust¨®leo, que le permitir¨ªa a la CFE generar a toda su capacidad sus plantas contaminantes de carb¨®n y combust¨®leo.

El papel de la sociedad civil ser¨¢ esencial para lograr estos objetivos. Empresas, ciudadanos y organizaciones ambientales deber¨¢n trabajar en conjunto para crear un contrapeso efectivo, vigilando las acciones del gobierno y colaborando en soluciones sostenibles. No podemos dejar todo en manos de las autoridades; todos tenemos una responsabilidad compartida en la protecci¨®n de nuestro entorno.

El cuidado del medio ambiente no puede seguir siendo un tema secundario. La nueva administraci¨®n tiene en sus manos la oportunidad de corregir el rumbo y convertir a M¨¦xico en un ejemplo de gesti¨®n ambiental, porque eso significa justicia social, priorizar a los m¨¢s pobres. Pero esto solo ser¨¢ posible si tanto el gobierno como la sociedad civil asumen un compromiso con el futuro del pa¨ªs. La naturaleza no espera, y nuestra ventana de oportunidad se cierra r¨¢pidamente. Necesitamos un liderazgo firme y consciente, pero tambi¨¦n una ciudadan¨ªa activa, participativa y exigente.