?A qui¨¦n le canta Peso Pluma? Una cr¨ªtica a los corridos tumbados
Hay que potenciar ofertas culturales que se opongan a la violencia y que entusiasmen a las juventudes con otro tipo de valores tanto ¨¦ticos como est¨¦ticos
Es de los cantantes m¨¢s escuchados, revienta estadios y plazas. Sale al escenario y es aplaudido por una multitud mayoritariamente joven, pero ?es a ellos a quienes les canta Peso Pluma?
El cantante declar¨® en 2022 en una entrevista para el canal Soy Grupero que muchas de sus canciones han sido por encargo de narcotraficantes: ¡°En este g¨¦nero de los corridos eso es normal, si no, no tendr¨ªamos contenido¡ Uno pide datos, escribe y se les entrega el trabajo¡ Es como si encargaran una pizza: Te llaman, la encargan de champi?ones, y se las entregas¡±
En 2023 tuvo que cancelar un concierto en Tijuana por amenazas de presuntos integrantes del C¨¢rtel Jalisco Nueva Generaci¨®n en el que por medio de mantas dejaron este mensaje: ¡°Esto va para ti, Peso Pluma. Abstente de presentarte el d¨ªa 14 de octubre porque ser¨¢ tu ¨²ltima presentaci¨®n por irrespetuoso y lengua suelta¡±.
Hace apenas unos d¨ªas una avioneta vol¨® por Culiac¨¢n soltando volantes en los que se?alaban a Peso Pluma y otros influencers de lavar dinero y ser colaboradores cercanos del c¨¢rtel de ¡°Los Sapitos¡±. Parece que le est¨¢n dejando clara la diferencia entre hacer pizzas y hacer corridos tumbados.
Este g¨¦nero musical se ha popularizado desde el 2020 con artistas como Natanael Cano, Junior H, Eslab¨®n Armado y desde luego Peso Pluma, entre otros. En todas sus canciones hay mensajes; son evidentemente un medio de comunicaci¨®n masiva. Por eso, es importante superar el debate dicot¨®mico sobre si son apolog¨ªas que romantizan la violencia o si son solo un reflejo de lo que pasa en los territorios dominados por el narco. En realidad, son mucho m¨¢s que eso: son mensajes entre narcos, mensajes de los c¨¢rteles al Gobierno, a las juventudes y a la sociedad en general, pero tambi¨¦n son gustos leg¨ªtimos, moda que se impone ante una limitada oferta cultural, canciones que la mayor¨ªa de los j¨®venes resignifican e intereses industriales sobre una cantidad obscena de dinero que aumenta conforme aumenta la violencia.
Mensajes entre narcos
Uno de los rasgos m¨¢s importantes de las expresiones culturales es que forman identidades. Para cohesionarse, los grupos delictivos necesitan formar identidad y sentido de pertenencia: as¨ª, los ¨¦xitos musicales que narran sus haza?as, sus miedos, sus sue?os, sus aventuras llenas de adrenalina y su forma de gastar el dinero son un gran medio para lograrlo.
A quienes ¡ªpor diversas razones¡ª se ven implicados en el narcotr¨¢fico, se les promete el ¨¦xito representado en las armas que usan, mujeres con ciertas caracter¨ªsticas f¨ªsicas, camionetas enormes, ropa de marca y costosa joyer¨ªa brillante. La oferta se hace masiva y reiterada a trav¨¦s de la m¨²sica, la cual tambi¨¦n les advierte sobre los riesgos y de los valores de valent¨ªa, lealtad, obediencia ¡°al jefe¡± y dem¨¢s conductas que hay que imitar para alcanzar estatus dentro de la corporaci¨®n. Tambi¨¦n, en las letras hay amenazas entre grupos rivales, competencias por plazas y hasta confesiones de rutas para el comercio de coca¨ªna y fentanilo.
Mensajes para el Gobierno
En el mejor de los casos, estas canciones exhiben al Gobierno y su ineficacia para ganarle al narco. En el peor, hacen notar su complicidad y corrupci¨®n.
Estos ¨¦xitos musicales dejan en evidencia la falta de opciones de ascenso econ¨®mico que el Gobierno ha dado a la poblaci¨®n, particularmente a campesinos, as¨ª como a j¨®venes en pobreza, con la tragedia en p¨¦rdida de vidas que ello significa. Durante tres sexenios consecutivos, se ha creado una perspectiva en donde en vez de opciones de progreso social se ofrece una realidad b¨¦lica.
Ante la falta de acceso a derechos como la educaci¨®n, la vivienda, la salud, etc., lo que queda es buscar trabajos bien pagados, que en los territorios marcados por el narcotr¨¢fico se limitan a la criminalidad o el Ej¨¦rcito.
Mensajes para la sociedad
Con la difusi¨®n masiva y constante de sus mensajes, los grupos delictivos buscan la aceptaci¨®n social que se obtiene a trav¨¦s de la normalizaci¨®n o trivializaci¨®n de sus conductas. Uno de los triunfos m¨¢s grandes de la criminalidad es que su c¨ªrculo social cercano no solo no los juzgue, sino que los proteja y hasta admire, as¨ª no hay culpa.
Otro de los impactos sociales m¨¢s graves de este tipo de corridos es la adopci¨®n de los s¨ªmbolos de los c¨¢rteles por otros grupos delictivos que no pertenecen al narco. Por ejemplo: hoy, cualquier persona se aparece a extorsionarte en tu negocio diciendo que es miembro de un c¨¢rtel y no te vas a poner a averiguar. Basta con que cumplan con ciertos estereotipos en su modo de actuar y vestir para apropiarse del rol de narco y con ello generar el suficiente miedo para alcanzar sus objetivos.
Mensajes para las juventudes
La mayor¨ªa de las juventudes que escuchan narco corridos, gustan de sus ritmos y adecuan las letras a su propia vida. Quieren disfrutar, bailar, cantar, identificarse como valientes y leales o recordar a sus amores y la realizaci¨®n de sus sue?os vinculados ¡ªcomo casi todos¡ª con el dinero y la movilidad social.
Obviamente, ning¨²n joven escucha un corrido tumbado e inmediatamente busca una pistola y empieza a delinquir. Eso ser¨ªa llevar el debate al absurdo. Sin embargo, no podemos negar que la cultura siempre genera impacto en las personas y en contextos de riesgo como el de Sinaloa, la legitimidad de la violencia respaldada por la narco cultura tiene un fuerte impacto en las conductas sociales.
?Qu¨¦ caminos alternativos hay?
Primero, hay que salir del falso debate sobre si el narco alimenta a la industria o la industria alimenta al narco. La realidad es que se alimentan mutuamente. Sin embargo, como toda manifestaci¨®n art¨ªstica, mal har¨ªamos en intentar censurarla. El resultado, como en toda prohibici¨®n, ser¨ªa potenciar su consumo y restringir derechos y libertades.
Entonces, ?qu¨¦ caminos alternativos hay? ?Podemos apelar a la ¨¦tica en la industria? ?Podemos asumir posturas pol¨ªticas de rechazo a este tipo de manifestaciones culturales? ?Qu¨¦ es m¨¢s f¨¢cil de lograr, la conciencia del mercado o la conciencia del consumo? Mi intuici¨®n es que hay que apostar por ambas. Es decir, potenciar ofertas culturales que se opongan a la violencia y que entusiasmen a las juventudes con otro tipo de valores tanto ¨¦ticos como est¨¦ticos.
Dec¨ªa el gran pedagogo Paulo Freire que ¡°no hay cambio sin sue?o, como no hay sue?o sin esperanza¡±. Y explicaba que esperanzarnos significa levantarnos, construir, no rendirnos, unirnos a los otros para hacer las cosas de forma diferente.
No cancelemos a nadie, pero rescatemos el poder del arte para educar y esperanzar.
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