Punto azul
M¨¢s all¨¢ de razas e ideolog¨ªas, cada persona forma un nudo al que todos estamos atados y basta con un estornudo en cualquier rinc¨®n del planeta para que la especie humana est¨¦ en peligro
En 1977 la Nasa lanz¨® al espacio la sonda Voyager I con la misi¨®n de localizar y estudiar los l¨ªmites del sistema solar. Despu¨¦s de 13 a?os de viaje, cuando la nave estaba m¨¢s all¨¢ de la ¨®rbita de Plut¨®n se la orient¨® hacia la Tierra para echarle el ¨²ltimo vistazo. Desde 6000 millones de kil¨®metros de distancia nuestro planeta aparece como una mota de polvo iluminada por el sol en medio de la oscuridad c¨®smica. Esa mota de polvo azul, que es nuestro hogar, lleva consigo por el universo el misterio de la vida junto al caos que la raza humana con sus dioses, creencias, pasiones, cr¨ªmenes, patrias e ideolog¨ªas. Esa visi¨®n extracorp¨®rea de la Tierra, obtenida a trav¨¦s de la pantalla, est¨¢ inoculando en nuestra conciencia la sensaci¨®n de que en esa nave de locos perdida en el espacio o nos salvamos todos o nos vamos todos juntos al infierno. En esa mota de polvo los avances de la ciencia y la alta tecnolog¨ªa conseguidos por la raza humana se hallan tambi¨¦n al servicio del fanatismo y la miseria moral. Cualquier tipo desesperado tiene a su disposici¨®n armas de destrucci¨®n masiva conectadas a su odio, a su venganza o simplemente a su dolor de est¨®mago. Del mismo modo que desde la ca¨ªda de las Torres Gemelas nos hemos acomodado al virus del terrorismo y de hecho el esc¨¢ner se ha convertido en un paso obligado de nuestras vidas, y en el aeropuerto aceptamos que nos palpen todo el cuerpo y hurguen en nuestro equipaje en el que un frasco de colonia puede ser tomado por un explosivo, as¨ª ahora la covid-19, que acaba de hacer acto de presencia en esa mota de polvo azul, nos ha hecho saber que toda la humanidad constituye un tejido muy tupido y, m¨¢s all¨¢ de razas e ideolog¨ªas, cada persona forma un nudo al que todos estamos atados y basta con un estornudo en cualquier rinc¨®n del planeta para que la especie humana est¨¦ en peligro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.