Falsas razones

La dimisi¨®n de la directora general de Salud P¨²blica de la Comunidad de Madrid, Yolanda Fuentes, ha forzado que la presidenta regional, Isabel D¨ªaz Ayuso, reconozca abiertamente haber incurrido en aquello de lo que acusa al Gobierno: actuar por razones distintas de las sanitarias en la gesti¨®n de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. Fuentes dej¨® su cargo por discrepar del informe que la Comunidad de Madrid envi¨® al Ministerio de Sanidad solicitando aligerar las medidas de confinamiento, en l¨ªnea con lo que har¨¢n a partir del pr¨®ximo lunes aquellos lugares que cumplan las condiciones objetivas fijadas por el Gobierno.

D¨ªaz Ayuso justific¨® en criterios econ¨®micos el hecho de ignorar los requisitos sanitarios para seguir adelante con la solicitud de desconfinamiento a Sanidad contenida en el informe que se neg¨® a firmar Fuentes, contraponiendo ambos objetivos para eximirse de responsabilidades. Antes por el contrario, ahora se sabe exactamente en cu¨¢les ha incurrido y en cu¨¢les corre el riesgo de incurrir en las pr¨®ximas etapas. Porque la decisi¨®n de D¨ªaz Ayuso no responde a un error involuntario al establecer las prioridades que exige contener la pandemia, sino a una alteraci¨®n deliberada de su jerarqu¨ªa con objetivos netamente pol¨ªticos, a fin de presentar como exitosa una gesti¨®n que arroja demasiadas dudas en todos los frentes.

El intento de exhibir los supuestos logros del Ejecutivo regional para confrontarlos con los errores del central no encajaba con la necesidad de prolongar las medidas de confinamiento que reclama la situaci¨®n sanitaria de Madrid, evaluada seg¨²n par¨¢metros objetivos. Y ante este desajuste entre las necesidades de la realidad y las exigencias de la propaganda, la presidenta regional opt¨® no por salvar la econom¨ªa de su comunidad, sino la estrategia de su partido, despreciando el riesgo sanitario que hace correr a los ciudadanos. Un riesgo que, en este estadio, no se evita anunciando el reparto gratuito de mascarillas en las farmacias de la comunidad ni la llegada de aviones con material sanitario, seg¨²n hizo ayer mismo D¨ªaz Ayuso en un alarde de desinformaci¨®n, sino absteni¨¦ndose de decisiones que pueden provocar un rebrote.

D¨ªaz Ayuso ha pretendido, desde el principio de su mandato, hacer de la Comunidad de Madrid un baluarte contra el Gobierno, incurriendo en desplantes y deslealtades institucionales que, mientras han sido pol¨ªticas, se limitaban a dejar al descubierto la voluntad del PP de regresar a la vieja estrategia de la crispaci¨®n. Con la decisi¨®n de anteponer otras razones a las estrictamente sanitarias para conducir el regreso de Madrid a la normalidad, la presidenta regional y su partido han dado un paso m¨¢s: han demostrado que para alimentar esa estrategia est¨¢n dispuestos a arriesgar, incluso, la salud de los ciudadanos. En la medida en que el propio presidente popular, Pablo Casado, avalara hacer de Madrid la punta de lanza de su oposici¨®n al Gobierno de Pedro S¨¢nchez, alentando ¨¦l tambi¨¦n la crispaci¨®n, estar¨ªa obligado a ofrecer explicaciones por la decisi¨®n de D¨ªaz Ayuso.

El Ministerio de Sanidad deneg¨® con razones objetivas la solicitud de la Comunidad de Madrid para aligerar el confinamiento, y este deber¨ªa ser el final sanitario de esta inquietante partida. Salvo que D¨ªaz Ayuso pretenda que los criterios sanitarios cedan otra vez ante los pol¨ªticos o los econ¨®micos de no se sabe qu¨¦ interlocutores.