Llega la ¡°weak week¡±
El confinamiento de las sociedades occidentales est¨¢ suponiendo la m¨¢xima irrupci¨®n popular de la llamada sociedad 4.0 o sociedad digital
Esto cambia a la velocidad de la luz. Y no todo ser¨¢ para mal. El confinamiento de las sociedades occidentales est¨¢ suponiendo la m¨¢xima irrupci¨®n popular de la llamada sociedad 4.0 o sociedad digital. Incluso para los ciudadanos m¨¢s conspicuamente anal¨®gicos, el teletrabajo, la discusi¨®n virtual, la teleamistad experimentan un ¨¦xtasis que les desborda y que supera todas las previsiones.
Centr¨¦monos en el teletrabajo. Los cambios en curso remiten a la profundidad de los producidos al inicio de la Revoluci¨®n Industrial, cuando se cre¨® el ¡°taller dom¨¦stico¡±. Los emprendedores burgueses llevaron a las mas¨ªas campesinas los primeros telares, les suministraron hilo, en el proceso llamado putting out (sacar fuera), para que los campesinos/as tejieran. Solo m¨¢s tarde se agruparon esos talleres ¡ªpor eficiencia de transporte, aprendizaje de habilidades y minoraci¨®n de gastos¡ª en manufacturas industriales en grandes naves y/o colonias industriales textiles, junto a los r¨ªos, para aprovechar la energ¨ªa de sus saltos de agua.
Ahora parece que la historia se tome por su mano cierta justicia po¨¦tica de aquella revoluci¨®n de la que somos herederos: ?volvemos al putting out? No ser¨¢ as¨ª del todo, pero s¨ª en parte. F¨¢bricas, talleres y oficinas seguir¨¢n, porque el progreso acude al juntar ideas, suscitar sinergias, conjurar prop¨®sitos y sentimientos. Y la proximidad presencial es b¨¢sica para eso. Pero ser¨¢ m¨¢s y m¨¢s flanqueada por la flexibilidad del domicilio como autotaller privado, con la flexibilidad de horarios y movimientos (y cuidado, de aumento de la autoexplotaci¨®n) que implica.
¡°A mayor tecnolog¨ªa, m¨¢s competitividad y m¨¢s empleo¡± de alt¨ªsima calidad, sostiene uno de los documentos del Grupo de Poblet, uno de los pocos movimientos sociopol¨ªticos apasionados en el tema (https://elpaisdedema.cat). En realidad, el avance de la rob¨®tica, de la inteligencia artificial y de la fabricaci¨®n 3D permitir¨ªa te¨®ricamente reducir la jornada laboral convencional a 20 horas semanales. Y en 2060, a cero, seg¨²n estudios de la Universidad de Oxford.
Por eso llegar¨¢ pronto, tras este confinamiento, la semana corta, d¨¦bil: la weak week de cuatro d¨ªas t¨ªpicos. Y el viernes, que ya funciona sin corbata y con bambas, se trocar¨¢ en una suerte de s¨¢bado: con ratos de formaci¨®n, de ocio, de telecontacto y teletrabajo. Piensen los esc¨¦pticos que el finde, el weekend hoy tan obvio, no lo era en los a?os sesenta. Hasta los colegios despachaban clases los s¨¢bados por la tarde. Esto va muy deprisa.
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