Populistas, no comunistas
El populismo distingue entre las ¨¦lites y el pueblo, atribuyendo exclusivamente a las ¨¦lites los males del pueblo: nada que ver con la lucha de clases
Se produce una curiosa coincidencia entre el populismo de derechas y el de izquierdas. Vox califica a Podemos, de forma peyorativa, de ser comunista. A su vez, Podemos, con satisfacci¨®n, acepta que efectivamente lo es. A mi modo de ver, ambas fuerzas pol¨ªticas se equivocan.
La semana pasada, en un debate parlamentario de tono muy desagradable, Pablo Iglesias acept¨® complacido que le llamaran comunista y que, adem¨¢s, en su formaci¨®n pol¨ªtica estuviera representada la larga tradici¨®n comunista, nacional e internacional. ¡°Es un honor ¡ªdijo¡ª representar a un grupo pol¨ªtico dentro del cual hay un partido con casi 100 a?os de historia, el Partido Comunista de Espa?a, que fue condici¨®n de posibilidad de la derrota de la dictadura...¡±. M¨¢s adelante hizo referencia a los partidos comunistas de Francia e Italia que, dijo Iglesias, combatieron al fascismo e hicieron posible las democracias en sus pa¨ªses tras la Segunda guerra mundial.
Sin duda Iglesias olvid¨® buena parte de la historia, olvid¨® el estalinismo de muchos partidos comunistas, olvid¨® la distinci¨®n entre el partido comunista italiano y el franc¨¦s, as¨ª como las diversas fases por las que anduvo el espa?ol. Pero lo irritante, por falso, que esconden sus palabras ¡ªas¨ª como la recurrente acusaci¨®n de comunistas por parte de Vox y de cierta prensa¡ª es identificar el populismo con el comunismo. Ha habido, y hay, muchas tendencias distintas en ambos movimientos y no hay espacio para explicarlas. Ahora bien, Podemos es b¨¢sicamente populista y casi nada comunista, en todo caso es muy distinto de los partidos comunistas de la postguerra que menciona Iglesias: sea el franc¨¦s, el italiano y el espa?ol.
En l¨ªneas generales, el populismo es m¨¢s una estrategia para alcanzar el poder que ¡ªtal como fue el comunismo en esta ¨¦poca¡ª una ideolog¨ªa construida en torno a conceptos anal¨ªticos que parten de premisas justificadas en principios racionales, por equivocados que sean.
En efecto, el populismo distingue entre las ¨¦lites y el pueblo, atribuyendo exclusivamente a las ¨¦lites los males del pueblo: nada que ver con la lucha de clases. La ley democr¨¢tica es considerada por los populistas un simple instrumento para ejercer el poder, no el producto de un sistema institucional basado en la divisi¨®n de poderes y la representaci¨®n mediante elecciones libres para garantizar la libertad e igualdad de los ciudadanos. Para el populismo, las elecciones solo sirven como procedimiento para alcanzar el Gobierno, una vez instalados all¨ª, dictan lo que debe hacerse sin consultar al pueblo, basta con manipularlo.
Los comunistas que cita Iglesias desembocaron en formas democr¨¢ticas parlamentarias socialmente avanzadas, han contribuido a construir un Estado social, el de la UE. El populismo ha conducido a la miseria y a las dictaduras. Eva Per¨®n era simplista y demagoga, Togliatti complejo y sutil. Ah¨ª est¨¢ la diferencia.
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