Los peores son los mejores
Antes que entregar este sistema a vuestros mejores, preferimos que lo destruyan nuestros peores. Este es el nuevo lema ultra y nihilista
Esto supera de lejos a la selecci¨®n negativa, que no era fruto de un prop¨®sito sino de la inhibici¨®n y del azar. Los mejores se dedicaban a otras cosas, m¨¢s rentables en todos los sentidos. Los peores llenaban el hueco de forma oportunista. La evoluci¨®n actual es intencionada: hay que seleccionar primero al peor ejemplar para colocarlo a continuaci¨®n en lo m¨¢s alto.
Es una actitud program¨¢tica, con un profundo significado pol¨ªtico, que se da especialmente en la franja m¨¢s extremista de la derecha y quiere superar el populismo de la izquierda con sus mismos m¨¦todos. Primero, incendiar la sociedad con las redes sociales. Movilizar en la calle con m¨¦todos de violencia de baja intensidad. Promover la desobediencia y la actitud insurreccional. Y, finalmente, denunciar el sistema y la entera ¨¦lite del poder sobre el que se sustenta gracias al momento m¨¢s subversivo, como es la elecci¨®n del l¨ªder.
Nada m¨¢s contundente y eficaz como la elecci¨®n de alguien capaz de convertirse en la alternativa a la izquierda biempensante y socialdem¨®crata con un mensaje como un pu?etazo en el rostro: ¡°El peor de todos nosotros es mejor que el mejor de todos vosotros¡±. Vale para Donald Trump en relaci¨®n con Hillary Clinton o Barack Obama. Para Bolsonaro en relaci¨®n con Lula. O para D¨ªaz Ayuso en relaci¨®n con Gabilondo.
Su significado no est¨¢ lejos del anarquismo. El pueblo est¨¢ harto. Para entregar este sistema a vuestros mejores, es mejor que lo destruyan nuestros peores. No hay que arrugarse ante las fuerzas elementales que mueven la vida y la sociedad. La libertad regresa al lado arcang¨¦lico de la historia.
Frente a la voracidad del Estado intervencionista, de nuevo las banderas de la emancipaci¨®n individual enarboladas ahora desde la derecha. No hay libertad sin riesgo. No valen excusas solidarias y sentimentales. Que nadie se queje si mueren los pobres, los viejos, los m¨¢s vulnerables, las minor¨ªas.
La pandemia es ideal para la expresi¨®n de estos delirios. Es una revoluci¨®n conservadora, una insurrecci¨®n reaccionaria. Contra el Estado profundo, el deep state que Trump denuncia sin descanso. Contra el socialismo corrupto que combate Bolsonaro. Contra el virus como excusa totalitaria para limitar libertades y extender el terror.
Se presenta como nueva, pero es una viej¨ªsima historia. Esos populismos solo pretenden dejar el solar limpio para que luego desfilen ordenadas las escuadras preparadas para imponer un nuevo orden.
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