La estabilidad jur¨ªdica de Colombia en riesgo
La Corte Constitucional otorga al exministro Andr¨¦s Felipe Arias el derecho de doble instancia y genera un verdadero choque de trenes con la Corte Suprema de Justicia
As¨ª es Colombia. Una noticia tapa la otra, a veces parece el fin del mundo, pasan tantas cosas, pero al final no pasa nada. La semana pasada fue de esas semanas intensas. Entre las noticias, la Corte Constitucional, el m¨¢ximo tribunal de la rama judicial en el pa¨ªs, otorg¨® al exministro Andr¨¦s Felipe Arias, quien hab¨ªa sido condenado a varios a?os de c¨¢rcel, el derecho a la doble conformidad o instancia y gener¨® un verdadero choque de trenes con la Corte Suprema de Justicia.
En Colombia existe los aforados: una serie de dignatarios que son juzgados por la Corte Suprema de Justicia y no por cualquier juez. Esta figura se cre¨® con la idea de proteger todas las personas que ocupaban dichos cargos, como el de congresista. El esp¨ªritu jur¨ªdico era que es el m¨¢ximo tribunal de justicia el que juzga, es decir, el mejor juez y el m¨¢s preparado, por ende, hab¨ªa garant¨ªa jur¨ªdica. El esp¨ªritu pol¨ªtico era proteger a los altos dignatarios.
Sin embargo, en la primera d¨¦cada de siglo XXI, particularmente desde el a?o 2006, estall¨® el famoso esc¨¢ndalo de la parapol¨ªtica, es decir, decenas de congresistas lograron sus curules gracias a la alianza con grupos paramilitares. M¨¢s del 30% del Congreso de la ¨¦poca fue electo gracias a esta alianza. Todos ellos pertenec¨ªan a la coalici¨®n de Gobierno o al uribismo. Desde ese momento sectores del Estado comenzaron una persecuci¨®n a la rama judicial.
Unos a?os despu¨¦s, estall¨® el esc¨¢ndalo de Agro Ingreso Seguro o AIS, que era un programa que ten¨ªa como misionalidad equilibrar las brechas de desigualdad en el campo y preparar a la agricultura colombiana para lo que en ese momento se llamaba la internacionalizaci¨®n de la econom¨ªa. Al final, ese programa termin¨® en un esc¨¢ndalo y el entonces ministro de Agricultura fue condenado por la Corte Suprema porque fue encontrado culpable de conductas punibles de contrato sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiaci¨®n. La Corte lo conden¨® a 209 meses y 8 d¨ªas de prisi¨®n y a una multa equivalente a 50.000 s.m.l.m.v. [el salario m¨ªnimo mensual].
El exministro Andr¨¦s Felipe Arias era uno de los hombres m¨¢s cercanos al expresidente ?lvaro Uribe y fue por un tiempo su principal sucesor. Desde ese momento comenz¨® un debate sobre la doble instancia, mientras tanto el exministro hab¨ªa huido hacia los Estados Unidos y para la justicia colombiana se hab¨ªa convertido en un pr¨®fugo. El Acto Legislativo 01 de 2018 cambi¨® las reglas de juego y cre¨® una doble instancia. El debate, entonces, estaba en los condenados en ¨²nica instancia antes de 2018.
La pasada semana la votaci¨®n en la Corte Constitucional fue cerrada: 5 votos a 4. Inmediatamente, la Corte Suprema respondi¨® y alert¨® sobre las delicadas consecuencias de esta decisi¨®n. En uno de los apartados dice que: ¡°Ahora que la Corte Constitucional cambia intempestivamente esas reglas de juego para favorecer exclusivamente al exministro de Agricultura, la Corte Suprema de Justicia acata, pero no comparte, la decisi¨®n mayoritaria que ordena tramitar la impugnaci¨®n de la condena de 17 a?os de prisi¨®n contra Arias Leiva¡±.
Con este pronunciamiento la Corte Constitucional cambia su jurisprudencia. Para algunos abre un gran boquete para que m¨²ltiples condenados en ¨²nica instancia, entre ellos, parapol¨ªticos, condenados por graves casos de corrupci¨®n y hasta los responsables de las interceptaciones ilegales a la rama de la justicia demanden y hagan revisar sus fallos. Para otros, sencillamente, el derecho a la segunda instancia es algo universal.
Lo cierto es que, seg¨²n la Corporaci¨®n Excelencia a la Justicia, hay 232 condenados entre 1991 y 2017 con sentencia de ¨²nica instancia y las posibilidades de que varios de ellos demanden son altas. Principalmente los condenados luego de 2014, que en total ser¨ªan 24. Vendr¨¢n varias semanas o meses de incertidumbre. Lo cierto es que este choque de trenes entre las altas cortes apenas comienza.
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