Dos mujeres peruanas y el nazismo
Madeleine Truel produc¨ªa en Par¨ªs pasaportes para salvar jud¨ªos en riesgo, Elvira De la Fuente desempe?¨® un papel clave en el contraespionaje aliado contra la oficialidad nazi
Coronavirus, covid-19, SARS-CoV-2. Distintos nombres del virus que nos condiciona ¨Cy hasta obsesiona- a sentir, pensar, leer y escribir hoy sobre los dramas y retos conectados a ¨¦l. Virus sin vida, que no es bacteria que se mata y que ha puesto en guardia a toda la humanidad con su secuela de m¨¢s de 350.000 personas ya fallecidas a fines de este convulsionado mayo.
Otros episodios tr¨¢gicos ocurridos en un mes de mayo ¨Cmuy distintos entre s¨ª- se me vienen ahora a la memoria. En ambos mi pa¨ªs, el Per¨², est¨¢ presente.
Uno, ¡°natural¡±, y local: el terremoto que lo azot¨® hace 50 a?os (1970) el d¨ªa 31 causando m¨¢s de 70.000 muertes en pocos minutos. Me toc¨® vivirlo como joven ciudadano esa tarde a las 3:30 y luego actuar sobre sus secuelas durante cerca de un a?o en la zona del desastre como voluntario de la Cruz Roja. Conoc¨ª all¨ª gente extraordinaria en su capacidad de enfrentar tan dram¨¢tica adversidad.
El otro, distante: la finalizaci¨®n de la parte europea de la segunda guerra mundial hace 75 a?os. Cincuenta millones de muertos -solo en la guerra ¡°europea¡±- como estimado conservador de un conflicto que exud¨® las peores conductas y personajes imaginables. Pero, tambi¨¦n, ejemplos extraordinarios de coraje, entrega y de defensa de valores esenciales de respeto a la dignidad y persona humana. Destacaron dos mujeres peruanas, Madeleine Truel Larrabure y Elvira de la Fuente, curiosamente poco conocidas en el Per¨².
Sobre ambas el periodista peruano Hugo Coya ha hecho valiosas investigaciones y publicaciones, a las que me remito, cuya lectura siempre recomiendo. Madeleine, por otro lado, es el referente central en La Noche sin Ventanas, excelente novela de Ra¨²l Tola.
Dos razones me hicieron prestar atenci¨®n a ambos personajes.
Primero, su ejemplar coraje y, como se estila ahora, ¡°resiliencia¡± para enfrentar en vidas paralelas a un enemigo como el nazismo. La misma resiliencia que hoy hace de muchas abuelas, madres y hermanas del mundo, personas claves en guiar a sus familias afectadas por la pandemia.
Segundo, la curiosidad personal que ambas mujeres siempre me produjeron. Tanto por lo que hicieron, como por algo m¨¢s personal: eran contempor¨¢neas de mi madre. Y algo m¨¢s, con una ¨CTruel Larrabure- seguro hab¨ªa un parentesco y con la otra ¨CDe la Fuente- no solo se conoc¨ªan con mi madre desde la ni?ez en Par¨ªs (ella y su hermana Dolores), sino que ten¨ªan en com¨²n haber nacido ambas ¨Cy a pocas cuadras de distancia- el mismo 1911 en esa ciudad.
Porque la intolerancia, el racismo y el fanatismo no han muerto, evocar a Truel Larrabure y a De la Fuente es pertinente y actual.
Madeleine Truel, habiendo nacido en Per¨², pero viviendo en Par¨ªs durante la segunda guerra mundial, desempe?¨® valeroso y eficaz papel en la resistencia francesa a la ocupaci¨®n nazi: fabricaci¨®n de pasaportes y documentaci¨®n para que muchos jud¨ªos pudieran salir de Francia con otra identidad y no acabar en un campo de concentraci¨®n.
Fue descubierta y capturada Madeleine en junio de 1944 y enviada al campo de concentraci¨®n de Sachsenhausen, cerca de Berl¨ªn. Colapsando el r¨¦gimen nazi en abril de 1945, las tropas sovi¨¦ticas llegaron al campo, pero horas antes los nazis hab¨ªan sacado encadenados a los prisioneros intentando, as¨ª, borrar las huellas del horror. En esa ¡°marcha de la muerte¡± muri¨® Madeleine, pocos d¨ªas antes de la rendici¨®n del nazismo en mayo de 1945.
Madeleine Truel produc¨ªa en Par¨ªs pasaportes para salvar jud¨ªos en riesgo, Elvira De la Fuente se articulaba a alto nivel con el MI6, servicio secreto brit¨¢nico, integrando el comit¨¦ secreto ¡°Doble X¡±. De la Fuente, hija del diplom¨¢tico peruano Edmundo de la Fuente de las Casas, premunida de su pasaporte peruano, desempe?¨®, as¨ª, un papel clave en el contraespionaje aliado contra la oficialidad nazi.
De acuerdo a la documentaci¨®n brit¨¢nica hecha p¨²blica hace pocos a?os, ella ¨C como la ¡°agente Bronx¡±- evit¨® en 1943 que los alemanes lanzaran un ataque con armas qu¨ªmicas sobre Londres. Al a?o siguiente entreg¨® a altos oficiales nazis informaci¨®n falsa sobre el lugar por el que se ir¨ªa a producir el desembarco en Normand¨ªa de las tropas aliadas en 1944, el ¡°D¨ªa D¡±, desviando hacia el Golfo de Vizcaya el foco de la inteligencia del III Reich.
Dos mujeres, pues, como hay muchas otras. De distintas nacionalidades y proveniencias, con principios s¨®lidos, coraje admirable y habilidad para la acci¨®n. Que hicieron frente a un enemigo como nazismo. Y otras hoy, quienes en el anonimato, como m¨¦dicas o personal auxiliar, abuelas, madres o hermanas son puntales en resistir con coraje y tenacidad a la pandemia que hoy nos afecta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.