Cuent¨ªnimos
Que los cuent¨ªnimos sirvan de salvoconducto e incluso pretexto de rebate o incitaci¨®n de conversaciones calladas, pero sobre todo que consten como abrazo trasatl¨¢ntico
A sugerencia de Jaime Vigna, subdirector del Instituto Cultural de M¨¦xico en Espa?a, subimos un cuent¨ªnimo a las redes sociales desde el primer d¨ªa del confinamiento. Hoy cerramos ese cap¨ªtulo: 76 d¨ªas, setenta y seis cuent¨ªnimos escritos y le¨ªdos, m¨¢s una afortunada sincron¨ªa: a los pocos d¨ªas de haber lanzado la iniciativa Miguel Repiso, el gran REP, me propuso intentar la cuarentena con cuent¨ªnimos ilustrados, y luego incluso, animados por ¨¦l desde Buenos Aires. Hicimos 60 y no hay uno solo que no sea joya de su arte, apuntalado por la producci¨®n minuciosa de Berenica Sotelo que los film¨® todos los d¨ªas en Buenos Aires, mientras aqu¨ª en Madrid me ayudaban ¨Ccomo en todo¡ªBasti¨¢n y el diplom¨¢tico Vigna.
S¨¦ que se llaman minificci¨®n o microcuento, que en ingl¨¦s llevan como adjetivo el lema de Flash Fiction, pero en mi caso son ya d¨¦cadas desde que en mis cuadernos les digo cuent¨ªnimos como gui?o-homenaje a Efr¨¢in Huerta, el gran poeta guanajuatense que invent¨® sus poem¨ªnimos cuando se qued¨® sin voz y se le ocurr¨ªan versos sueltos en papelitos al vuelo. El caso es que el cuent¨ªnimo es un breve relato que no llega a cuento, que se queda con personajes pendientes ¨Cquiz¨¢ porque fueron dibujados¡ªy que salen de an¨¦cdotas, chiste o chisme. Como ya se sabe, el que no sepa contar un chiste y lo alarga mal, lo echa a perder y quien no suelte un buen chisme con buena tensi¨®n dram¨¢tica es capaz de salar una sobremesa. Lo mismo para los cuent¨ªnimos, que adem¨¢s en mancuerna con REP funcionaron una sesentena como as¨¦ptico tapabocas: un d¨ªa enviaba desde Argentina el dibujo y yo intentaba el cuent¨ªnimo y al d¨ªa siguiente, le escrib¨ªa el cuent¨ªnimo y el gran Miguel lo convert¨ªa en arte grande.
Tengo para m¨ª que por encima de todos los enredos de los pol¨ªticos y los horrores de las noticias, la literatura que ya conquist¨® las pantallas es un brazo de mar que nos salva y en este caso, un contagio sano que a los pocos d¨ªas se volvi¨® no s¨®lo trending topic, sino publicaci¨®n cotidiana en las p¨¢ginas del peri¨®dico P¨¢gina12 de Argentina y MILENIOdiario de M¨¦xico. Al diario EL PA?S donde colaboro y firmo tres columnas desde hace m¨¢s de una d¨¦cada o no les llam¨® la atenci¨®n o a¨²n no los entienden, pero en la televisi¨®n p¨²blica argentina, as¨ª como en el Canal 22 de M¨¦xico se nos honr¨® con contagiar a contrapelo del virus que nos amenaza m¨¢s de cien cuent¨ªnimos que all¨ª quedan para siempre.
Entre las m¨ªnimas tramas hay homenajes a Octavio Paz y Jorge Luis Borges o Juan Rulfo con sus voces y cuando logramos clonar la voz de Julio Cort¨¢zar hubo m¨¢s de un incauto que realmente crey¨® que se trataba de una grabaci¨®n perdida del inmenso Cronopio. Hay homenajes a Jos¨¦ Emilio Pacheco, Miguel de Cervantes, Eliseo Alberto, Frank Sinatra, Georges Simenon, Juan Jos¨¦ Arreola, mi maestro Luis Gonz¨¢lez y Gonz¨¢lez y, por supuesto, Joy Laville y Jorge Ibarg¨¹engoitia, as¨ª como a Sherlock Holmes y Agatha Cristie (aventurando la hip¨®tesis de que en realidad la dama fue boliviana), a todos los entra?ables juglares de Les Luthiers (como homenaje instant¨¢neo a Mundstock) y hubo de todo, como en botica, hasta Evita y un instante de Ch¨¦, delirios alucinantes donde un gran cineasta de Hollywood me propuso hacer piloto para serie el cuent¨ªnimo de la inmensa familia madrile?a que se quedan encerrados en una bizarra cuarentena, pero no todos los cuent¨ªnimos fueron referencias a la pandemia o elogios del encierro y s¨ª, m¨¢s de una veintena ya los hab¨ªa publicado en alguno de los cinco libros de cuentos que he publicado, pues desde siempre me sucede que llegan historias o vivo locuras que no dan para cuento o p¨¢rrafo de novela.
Los cuent¨ªnimos se pueden leer-ver aqu¨ª y anuncio que una muy admirable editorial independiente publicar¨¢ como libro los 60 cuent¨ªnimos que hice con el gran REP en plan d¨²o din¨¢mico y que espero surja otra casa editorial que quiera editar los 76 que escrib¨ª con mis propios dibujos. Deseo que sean motivo de solaz y confirmaci¨®n de una de las semillas m¨¢s divertidas, y tambi¨¦n dif¨ªciles, del oficio de escribir: micropart¨ªcula invisible como baba de sopa de murci¨¦lago que puede llegar a detener el tiempo del mundo entero con eso que llamamos Literatura, la que nos une y nos salva del tedio de los encierros, con la que viajamos a donde sea (incluso al pret¨¦rito o al futuro) y con la que vemos de lejos la imaginaci¨®n en los p¨¢rpados de los ni?os lectores o la memoria intacta en las pupilas de los viejos. Que los cuent¨ªnimos sirvan de salvoconducto e incluso pretexto de rebate o incitaci¨®n de conversaciones calladas, pero sobre todo que consten como abrazo trasatl¨¢ntico, animaci¨®n palpable de palabras y ant¨ªdoto fugaz ¨Cy claro, ef¨ªmero¡ªcontra todos los males que aquejan al mundo.
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