Los militares gringos y la lucha contra el narcotr¨¢fico
Iv¨¢n Duque est¨¢ empe?ado en profundizar la vieja y fracasada estrategia contra las drogas
La embajada de los Estados Unidos en Colombia inform¨®, hace unos d¨ªas, de la llegada de una brigada de las fuerzas SFAB o Brigada de Asistencia a Fuerzas de Seguridad del Comando Sur de Estados Unidos. Como era de esperarse el debate se arm¨® de inmediato. Por un lado, varios congresistas colombianos manifestaron que la presencia o tr¨¢nsito de militares extranjeros deb¨ªa ser aprobada por el Congreso seg¨²n la constituci¨®n nacional y no era potestad del ministro de Defensa o el presidente autorizar dicho tr¨¢nsito.
Adem¨¢s, muchos pol¨ªticos y analistas se atrevieron a decir que el verdadero objetivo de la llegada de estos militares era derrocar a Nicol¨¢s Maduro y meter a Colombia en una aventura muy peligrosa. No era para menos, pues hace unos pocos d¨ªas qued¨® revelado el plan de la operaci¨®n Gede¨®n que fue organizada entre Miami y Bogot¨¢, compuesta por mercenarios norteamericanos y exmilitares venezolanos con el fin de derrocar a Maduro. Al final, la operaci¨®n cantinflesca fue un fiasco, pero las versiones que surgieron horas despu¨¦s preocuparon en Colombia. Bases de mercenarios, supuestos contactos con dirigentes del partido de Gobierno ¨Cel Centro Democr¨¢tico¨C y toda una planeaci¨®n desde Bogot¨¢, llevan a pensar a muchos que hay un juego en materia de seguridad que no est¨¢ sobre la mesa.
En todo caso, luego del anuncio de la llegada de la brigada sali¨® el ministro de Defensa colombiano a decir que era una fuerza de apoyo, acompa?amiento y asesor¨ªa en materia de lucha contra el narcotr¨¢fico. Suponiendo que esto fuera as¨ª, todo indicar¨ªa que esta fuerza no va a causar ning¨²n desequilibrio en la lucha contra las drogas. Seg¨²n el Departamento de Estado de los Estados Unidos, actualmente, Colombia registra el mayor n¨²mero de hect¨¢reas de hoja de coca cultivas en toda la historia del pa¨ªs: la cifra lleg¨® a 212 mil hect¨¢reas en 2019. Adem¨¢s, fue el primer a?o de la administraci¨®n de Iv¨¢n Duque. No debe olvidarse que este Gobierno gan¨® la presidencia, entre otras cosas, diciendo que en el periodo de Santos hab¨ªa ¡°mano blanda¡± contra el narcotr¨¢fico y que en general todo era culpa del proceso de paz. Afirmaban que cuando ellos llegaran r¨¢pidamente iban a controlar el fen¨®meno. Sin embargo, los cultivos crecieron.
Las hect¨¢reas sembradas crecieron por una din¨¢mica propia del mercado, con un d¨®lar cada vez m¨¢s caro, por lo que los campesinos que siembran reciben m¨¢s dinero por el gramo de pasta base. Crecieron porque la demanda internacional nunca se contrajo y, sobre todo, por la ampliaci¨®n del mercado de la coca¨ªna. As¨ª las cosas, a pesar de los esfuerzos en erradicaci¨®n la cifra no cay¨®. El mercado de la droga funciona como cualquier otro, bajo la ley de la oferta y la demanda.
De hecho, si lo que se quiere es combatir esta cadena ilegal, se deber¨ªan hacer esfuerzos grandes en identificar las redes de lavado de activos, las rutas de droga que salen por aeropuertos y puertos mar¨ªtimos legales, es decir, atacar la parte de la cadena donde se forma mayor riqueza. Pero traer brigadas para combatir decenas de miles de familias cocaleras empobrecidas dispersas por gran parte del pa¨ªs no parece ser una buena estrategia. Se ha intentado por d¨¦cadas y el resultado, hoy, es la cifra m¨¢s alta de cultivos.
De tal forma que a¨²n pensado que esta brigada tiene como ¨²nico objetivo el combate del narcotr¨¢fico, la din¨¢mica internacional, al menos por los pr¨®ximos meses, indica que el mercado no se va a contraer. Parece una estrategia rid¨ªcula y poco efectiva. Por otro lado, lo que tambi¨¦n parece claro es que el Gobierno de Iv¨¢n Duque esta empe?ado en profundizar la vieja y fracasada estrategia de lucha contra las drogas y guarda la esperanza de que esta vez funcione.
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