Negra
El asesinato de Floyd nos cuenta cosas que ya sab¨ªamos y otras que hab¨ªamos olvidado
"?Y qu¨¦ han hecho los romanos?¡±, pregunta un esc¨¦ptico jud¨ªo en La vida de Brian. ¡°?Acueductos, calzadas, el Derecho?¡±, responde otro quit¨¢ndole importancia a la respuesta. ¡°Bueno, s¨ª, pero adem¨¢s¡ ?qu¨¦ han hecho los romanos?¡±. Nos part¨ªamos la caja con Monty Python y la posibilidad de re¨ªrnos hasta de lo m¨¢s sagrado. Aun a riesgo de la reprobaci¨®n que las vocaciones goliardescas suscitan en las mentalidades fan¨¢ticas, nos re¨ªamos. Sin embargo, bajo la piel de la civilizaci¨®n romana ¡ªdativos, coliseos y pajaritos de Lesbia¡ª corr¨ªa la sangre y el fuego de las construcciones imperiales: el expolio y los r¨¦ditos de una sociedad belicosa y esclavista. Algo parecido ha dicho sobre Estados Unidos Spike Lee en su comparecencia p¨²blica tras el asesinato, a manos de la polic¨ªa, de George Floyd: ¡°Estados Unidos fue construido sobre el genocidio de los nativos y sobre la esclavitud (¡) La mierda de la extrema derecha no est¨¢ solo en Estados Unidos, est¨¢ en todo el mundo¡±. ¡°Son hechos¡±. Los cuentos de Nathaniel Hawthorne sobre los padres fundadores nos ayudan a entender de d¨®nde procede la tiran¨ªa de la Biblia y el fusil. El esclavismo, como sistema de explotaci¨®n econ¨®mico, es la semilla de la que brot¨® la planta del capitalismo. Junto a caza de brujas, individualismo, asociaci¨®n del rifle, Ku Klux Klan, salud y educaci¨®n para ricos ¡ªy ricas¡ª y fondos buitre, tambi¨¦n est¨¢n los acueductos: Trumbo, Hammett, Dorothy Parker, Faulkner, a quien tanto respetamos en este pueblo, descubrimientos cient¨ªficos, lucha por los derechos civiles, Rosa Parks, Angela Davis, antifascismo, pan y rosas¡
El asesinato de Floyd nos cuenta cosas que ya sab¨ªamos y otras que hab¨ªamos olvidado. Nos cuenta que vivimos en un mundo racista y que la lucha de clases es un concepto obsoleto para los de abajo ¡ªlo dicen las televisiones¡ª, mientras que los de arriba conocen de las ben¨¦ficas propiedades de una desigualdad interiorizada para engordar su ri?¨®n a trav¨¦s de una fiscalidad tan vergonzosa como la que denunci¨® Buffett al enterarse de la cuant¨ªa de los impuestos de su secretaria frente a lo que pagaba ¨¦l. El asesinato de Floyd y la ira que despierta desnudan nuestras verg¨¹enzas estructurales. El cruel¨ªsimo asesinato de Floyd ¡ª¡°No puedo respirar¡±, durante casi nueve minutos¡¡ª no es un hecho puntual, sino el ejemplo de por qu¨¦ las familias negras aleccionan a sus v¨¢stagos sobre cu¨¢l debe ser su comportamiento si se cruzan con un polic¨ªa en un callej¨®n. En los pa¨ªses de la igualdad de oportunidades tienes m¨¢s papeletas para morirte de enfermedad laboral o bala perdida si eres pobre, no blanco, mujer. Somos parte de un imperio que normaliza esta barbarie transform¨¢ndola en necesidad: c¨®mprese un rifle, prot¨¦jase usted mismo, viva en una urbanizaci¨®n con guachimanes. El mal es end¨¦mico y global: el rebrote de la ultraderecha avala, a base de informes falsos y consignas simples, brutalidad policial, hero¨ªsmo de guardarrop¨ªa, xenofobia. La verdadera democracia pasa por la repugnancia hacia la violencia y el abuso, la humanidad, de sus fuerzas represivas. No es un ox¨ªmoron, es un mandato c¨ªvico. En la ¨¦poca de los juegos, yo era ladrona, mujer fatal y piel roja. Algo me ol¨ªa: as¨ª resulta muy dif¨ªcil que la gente de bien, negra como yo, pierda el miedo a quienes nos deber¨ªan proteger.
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