Holand¨¦s y calvinista
Me conformar¨ªa con que los l¨ªderes espa?oles se expresaran con la buena educaci¨®n, mesura y humildad con la que lo hacen Salvador Illa y el doctor Sim¨®n
Hace unos d¨ªas, en el curso de una videoconferencia familiar, un hijo m¨ªo nos hizo soltar a todos una carcajada cuando dijo con cara muy seria que, a la vista del ¡°personal pol¨ªtico¡± que tenemos en Espa?a, la ¨²nica soluci¨®n era que vinieran los hombres de negro, se pusieran al frente de cada uno de los ministerios y designaran Presidente del Gobierno a un holand¨¦s calvinista. Naturalmente era una boutade pero creo que expresaba gr¨¢ficamente el sentir de muchos espa?oles ante el espect¨¢culo que est¨¢n dando nuestros pol¨ªticos. Algunas acotaciones a la situaci¨®n.
El Gobierno se form¨® a primeros de enero con un programa pactado entre los dos partidos coaligados, algunas condiciones aportadas por Esquerra Republicana y bastantes ministros y ministras sin experiencia alguna en gobernar, ni siquiera en administrar, incluso casi ni en trabajar. Adem¨¢s, al aumentar los ministerios hasta 22 hubo que trocear los antiguos y asignar a cada uno confusas competencias hasta el punto de que a¨²n no se sabe muy bien qu¨¦ funciones desempe?a cada uno.
En todo caso, est¨¢ claro que el Gobierno se divide en tres grupos: los socialdem¨®cratas del PSOE antiguo ¡ªmuy pocos¡ª, los socialistas podemizados y los podemitas aut¨¦nticos. En las vicepresidencias est¨¢n representados los tres. Al presidente Pedro S¨¢nchez no est¨¢ claro d¨®nde situarlo, depende del d¨ªa. Y en estas lleg¨® la pandemia y el estado de alarma.
De entrada, las m¨¢s urgentes necesidades a cubrir eran las sanitarias. Tras el confinamiento, ahora estamos intentando resolver los problemas econ¨®micos y sociales que tenemos por delante. La famosa Comisi¨®n para la Reconstrucci¨®n Social y Econ¨®mica formada en el Congreso ya est¨¢ claro que no servir¨¢ para nada. Algunos ya la llaman Comisi¨®n de Deconstrucci¨®n, como las tortillas de patatas de los cocineros vascos posmodernos.
Pero lo peor: otros buscan la soluci¨®n en Europa, y hacen bien, pero utilizando las suculentas subvenciones y cr¨¦ditos, de cifras con muchos ceros, para manejarlas a su antojo para llevar a cabo el programa de enero sin tener en cuenta que la situaci¨®n ha dado un giro de 180 grados. Piensan, ingenuamente o no, que estas ayudas son gratis y no estar¨¢n condicionadas a las finalidades que establecer¨¢n, afortunadamente, las autoridades europeas. ?Con un Presupuesto aprobado en 2018 por otro Gobierno y se van a fiar de Espa?a! Estas ayudas no deben servir para anestesiar nuestro tejido productivo sino para activarlo y estimularlo, para hacerlo m¨¢s competitivo. En la Uni¨®n Europea gobiernan socialdem¨®cratas, conservadores y liberales. Gente seria y competente, no prepotentes amateurs de la pol¨ªtica.
Yo no pido tanto como mi hijo. Me conformar¨ªa con que los l¨ªderes espa?oles se expresaran con la buena educaci¨®n, mesura y humildad con la que lo hacen Salvador Illa y el doctor Fernando Sim¨®n: reconocen errores y rectifican si hace falta. Prudentes y sabios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.